Kyle
Kyle sacó de la chaqueta su preciado reloj de bolsillo. Era un reloj muy simple, solo había dos letras grabadas en la superficie de la tapa cobriza.
R.W.
El único recuerdo que conservaba de su padre. O al menos el único que no le daba miedo recordar.
Casi era la hora de la comida y faltaban escasos minutos para el cambio de guardia. Observó el bosque durante unos segundos y se dio la vuelta. Pensaba que sus pruebas habían sido duras, pero dirigir a un grupo de niñatos llorones era casi más complicado.
No tardó mucho en llegar a la puerta del campamento. Tras comprobar de nuevo la hora tecleó una serie de cuatro dígitos sobre la pantalla táctil que había al lado de la puerta.
Sonó un pequeño clic dando a entender que la puerta estaba abierta. Entró al campamento con sigilo, intentando que nadie le viese pues no quería tener que inventarse excusas sobre su pequeña escapada.
Se alejó de la puerta justo antes de ver como Ryan y Hollie se acercaban. Hollie parecía demasiado sonriente como una niña pequeña que acaba de abrir un juguete nuevo, Ryan en cambio parecía el padre de la pobre criatura.
-¿Qué le pasa?- preguntó Kyle rezando para que no le hubiesen visto entrar al campamento segundos antes.
-Está celoso porque haya usado un saco de boxeo en vez de llamarle porque, lógicamente, prefería llevarse él los puñetazos.
-No es cierto.- le reprochó Ryan sacudiendo la cabeza.
Kyle soltó una carcajada divertido con aquella situación. Ryan era demasiado "políticamente correcto" y tranquilo, mientras que Hollie era un terremoto de vida y energía. Con ellos Kyle nunca se aburría.
-¡He dicho que no te muevas!
Se oyó la orden cerca de ellos provocando que todos los que pasaban por la zona se detuvieran y buscasen al causante del revuelo.
Kyle no tardó mucho en ver a Hudson cerca de la puerta con su brazo alrededor del cuello de un vigilante mientras con la otra mano sostenía unas tijeras muy cerca del cuello.
-Maldito idiota.- murmuro asqueado.
-¡Hablando del saco de boxeo!- exclamó Hollie.- Ese chico es demasiado divertido.
Kyle ni siquiera prestó atención a las palabras de Hollie, estaba concentrado en que Hudson no matase al vigilante delante de sus narices.
¿Por qué le había tocado semejante ser en su grupo?
-¡Dime la maldita clave!- gritaba Hudson al oído del vigilante.
Para aquel momento ya había reunidos decenas de personas mirando aquella escena. Algo nada bueno si quería que Hudson y el vigilante salieran con vida.
Se acercó más al círculo que se había formado a cierta distancia de ellos justo para ver a un vigilante llevarse la mano a su walkie talkie.
Le quitó sin mucha dificultad el aparato de su mano y pulsó el botón que había en el borde.
-Un recluta está amenazando a un vigilante. Necesito un tirador en la puerta norte, traer tranquilizantes e id por el bosque con cuidado para que no os vea.
Soltó el botón, devolvió el aparato al vigilante que le miraba atónito y le dio una palmada en la espalda antes de alejarse de él para encarar a Hudson.
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Renegados
Teen FictionHay ciertas decisiones que lo cambian todo. Brielle no puede parar de preguntarse por qué no se quedó en casa aquel día. ¿Por qué decidió salir? ¿Por qué no vio a ese hombre detrás suyo? ¿O por qué no se quedó con sus amigos más tiempo? Decisiones i...