Socorro.

Capítulo 7: Peligro.

Están entrando, los oigo reirse de mí, están subiendo, ¿Para que vienen? ¿Que quieren? Tengo muchísimo miedo, nose que me haran, son capaces de lo peor que se os puede ocurrir.

Derrepente tocan la puerta de mí habitación, me he quedado fría, con un nudo en la garganta que hace que no pueda hablar ni responder. Vuelven a tocar con mas insistencia y yo sigo sin poder responder. Pero ahora en vez de tocar la puerta gritan:

- Eh tú "friki" sabemos que estas ahí dentro y vamos a entrar.

Yo estaba muerta de miedo observaba cualquier foco de la habitación que sirviera como escapatoria. La ventana, podría salir por la ventana pero está muy alto. Un minuto después vuelvo a escuchar:

-Ahora sí que entramos.

El picaporte se giró lentamente y abrieron la puerta. Se acercaron hacia mí, yo estaba sentada en la cama temblando.

-¿Por qué no respondías? Te hemos estado tocando la puerta muchas veces.

Yo seguía sin poder hablar, sin poder articular ni una sola palabra.

-¿No hablas? Pues habrá que hacerte hablar - dijo Clara con una sonrisa malefica.

Derrepente sin yo darme cuenta me pego una bofetada, luego una patada en la tripa. Grite del dolor pero sus amigos me taparon la boca. Dos de sus amigos me cogieron por los brazos, intente resistirme pero eran muy fuertes, Clara no paraba de darme bofetadas, y cuando se disponía a pegarme en la parte de las costillas que tenía vendada apareció Martín.

-¡Sueltala! - Dijó gritando.

-¿Qué pasa ahora te da pena la "friki"?

-No me da nada de pena, a nadie debe darle pena es una luchadora que no se ha podido defender de personas como tú que eres una cobarde y solo te metes con la mas débil. ¡Apartaros de ella y no lo diré más veces!

Yo miraba atónita la situación mientras sus dos amigos esperaban ordenes.

-Esta bien, soltadla chicos. Luna Luna, algun día no tendrás quien te defienda y ahí estaré yo .

-Como se te ocurra tocarla un pelo te juro que no te quedara ni un solo hueso en tu cuerpo.

Clara se fué sin responder junto con los chicos.

Martín se acercó a preguntarme como estaba, me trajó hielo y me desinfecto las heridas. Le pedí por favor que no contara a mi padre lo ocurrido y que dijeramos que me caí de la cama. Él aceptó por mí y me dijo que descansara que hoy había pasado bastante.

Un rato después me desperté y estaba sola, aunque escuché a alguien subir las escaleras. Tenía bastante miedo por sí era Clara, pero para mí alegria era Martín que subia con una bandeja de comida, yo no quería comer pero el me  dijo:

-Come porfavor, y no lo vomites, eres perfecta como eres, no necesitas nada de lo que haces, yo te voy a querer siempre.

Sus palabras hicieron que mi cabeza se volviera loca, no podia creerlo.

¿Me querrá Martín de verdad?

La idea de tener a alguien que se preocupaba por mí me fascinaba era increíble . Derrepente el silencio fue interrumpido por su voz:

- Debo irme Luna, mañana vendre a buscarte, me voy llevo mucha prisa.

Me dió un beso en la frente y se marchó.

-¿Pero a que hora ven...? No me dió tiempo a acabar la frase, se había ido.

Estaba demasiado cansada como para pensar en porque se iva tan deprisa...

-¿Vendra mañana a buscarme?

Con tantas emociones se me había olvidado todo lo que me había hecho Clara, como podía ser tan mala.

Escuche que la puerta se abría y subía alguien por las escaleras.

-¡Papa! exclamé al verle.

-Hija, ¿Que te ha pasado?

-Me caí de la cama papa, pero vino Martín a desinfectarme las heridas y curarme.

-Aquí tienes tus medicamentos tomalos con cuidado.

Cuando ya era de noche recibí un mensaje de Martín que decia:

-Tengo algo decirte que no puedo callarme más, te espero mañana en los bancos que hay al lado de la parroquia a las 18:20 un beso de Martín.

Mis ansias podían conmigo.

¿Que habría pasado? ¿Que queria decirme? ¿Me habría estado vacilando todo este tiempo?

Decidí cenar y dormir para intentar olvidarme un poco del mensaje.

En poco tiempo caí rendida en un profundo sueño.