:: Capítulo Cinco ::

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Hola gente! Aquí les dejo un nuevo cap. Éste es uno de mis preferidos... Al menos a esta altura de la historia. Espero que les guste!

Agradezco a quienes vienen siguiendo mis publicaciones y dejando sus reviews. Y les confieso que si bien soy nueva en esto, disfruto mucho de publicar y recibir sus comentarios, todos son bienvenidos!

Los personajes de esta historia pertenecen a su autora, Naoko Takeuchi, yo sólo los tomé prestados.

Abrazooo!

Bell.-

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:: Capítulo Cinco ::

Al día siguiente...

En la sala de exposición, Serena recorría el lugar con su cámara a cuestas para registrar todo lo que pasaba. Tenía que captar todo lo que acontecía para después realizar una crónica del evento en su revista digital. Se sentía plena haciendo lo que más le gustaba: Tomar fotos.

Ya no había tanta gente en el lugar, porque la muestra se había inaugurado hacía unas horas. Pero ella seguía recorriendo todos los espacios tomándoles fotos a los asistentes mientras Molly conversaba con ellos para contarles sobre su proyecto e intercambiar datos para futuros contactos.

A lo lejos distinguió a un joven un tanto sobrio que estaba observando detenidamente una fotografía en blanco y negro. No había nadie más en ese sector de la sala. Se acercó sigilosamente y comenzó a tomarle fotos al espectador sin que él se diera cuenta.

Él ni se percataba de que había resultado ser presa de la cámara. Estaba muy concentrado observando la imagen que colgaba de la pared. Ella cada vez se acercaba más y pudo darse cuenta de que estaba frente a un ejemplar bastante guapo. Lo miraba de arriba abajo para grabárselo en la retina. Vestía un pantalón negro y un suéter de hilo azul oscuro con cuello v. Sencillamente irresistible...

En eso una mesera se acercó al joven para ofrecerle una copa de vino. Éste, que la recibía muy caballerosamente, se giró de tal forma que Serena pudo ver de quién se trataba. Al reconocerlo un suave rubor se le subió al rostro. Era Darien, y lo veía francamente atractivo. —Ese vino tenía algo raro —se dijo a sí misma en voz baja mientras sacudía la cabeza para soltarse de la inquietante sensación que tuvo al verlo.

Y él la reconoció semi-escondida tras una columna con la cámara en sus manos. —¡Hola! —le dijo con una alegre sonrisa.

—¡Hola, Darien! —ella intentó disimular su rubor y lo saludó con la mano mientras se acercaba a él con timidez.

Darien la observó caminando hacia él sin mirarlo, revisando la cámara y tocando la pantalla. La encontraba sencillamente hermosa. Con una solera violeta hasta las rodillas, calzas negras, sandalias bajas rojas y el cabello desordenado sobre sus hombros. Conservaba la misma frescura que él recordaba, su rostro era tan claro y dulce como siempre.

Una vez que se acercó a él, Serena lo saludó con una tímida y al mismo tiempo coqueta sonrisa. —Llegaste tarde.

—Lo siento —él se disculpó—. Me retrasé un poco —llamó a la mesera para pedirle otra copa—, pero aquí estoy —y le ofreció la copa a Serena sonriendo.

Comenzaron a platicar distendidamente. Ella le contaba sobre la muestra y cómo convocaron a los autores y organizaron la distribución de los paneles en función de los distintos temas. Se le notaba su pasión al describir todo el trabajo que le había tomado llevar a cabo ese proyecto. Él escuchaba interesado y le hacía algunas preguntas. Ella le mostraba las fotos que había tomado con su cámara y le explicaba en qué consistía el emprendimiento que tenía con su amiga.

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