:: Capítulo Diez ::

508 57 2
                                    


Holaa!

Bueno, un nuevo cap. Por dios cómo me costó escribirlo! Cuando lean sabrán a qué me refiero... Por favor no me odien, si?

Los personajes de esta historia pertenecen a su autora, Naoko Takeuchi, yo sólo los tomé prestados.

Buen fin de semana para todos! :)

Bell.-

.

.

.

:: Capítulo Diez ::

Serena se sentía devastada. Seiya siempre era muy duro para decirle lo que pensaba. Y esta vez no fue una excepción. Le refregó la realidad tal cual era en la cara y ella no quería aceptarla.

Entró al baño para meterse bajo la ducha fría. Necesitaba tranquilizarse, recuperar algo de calma. Los acontecimientos de las últimas horas la habían desestabilizado tanto que temía perder la cordura. En su cabeza repasaba todas las cosas que Seiya acababa de decirle. Y sentía que tenía razón en muchos sentidos, sobre todo en que ella era un tanto ingenua con respecto a Darien. Quizás él sí tenía sentimientos por ella, pero no era sincero, al menos no como Seiya.

Estaba tan confundida, tan metida en sus pensamientos, que no se dio cuenta de que Seiya había entrado al baño y pegó un grito al ver que él corrió bruscamente la cortina de la ducha. Se acercó a ella y el agua comenzó a empaparlo. —¿Qué demonios... —intentó reaccionar pero él no la dejó hablar y empezó a besarla apasionadamente.

Serena se resistió por unos segundos, pero finalmente se dejó vencer para responderle el beso. Se besaban con prisa, recorriendo sus bocas con impaciencia y deseo, y se acariciaban con desesperación, como si temieran que el otro se fuera a escapar. Seiya cerró el agua de la ducha y sin dejar de besarla comenzó a caminar con ella para dirigirse hacia la habitación. Serena empezó a quitarle la ropa empapada y la arrojaba al suelo dejando charcos de agua por donde pasaban.

Al llegar a la habitación se dejaron caer sobre la cama. Se besaban y acariciaban de una manera tan sincronizada, sabían perfectamente cómo tratarse, cómo tocarse. Hacer el amor era lo mejor de su relación, se entendían a la perfección, coincidían en todo lo que deseaban y en cómo demostrárselo. Era lo único que les salía realmente bien cuando estaban juntos, que no les costaba. Y ahora volvían a confirmarlo.

Cuando el rápido e intenso encuentro acabó al fin, Seiya se desplomó agotado al lado de Serena y ella comenzó a recuperar el aire que ahora respiraba libremente. Se tomaron de la mano y él le daba tiernos besos en la palma. Necesitaron unos minutos para recuperarse de la agitación y volver a respirar con normalidad. Seiya volteó a verla y romper el silencio. —Eres mala conmigo —y sonrió complacido.

Serena lo miró y le devolvió la sonrisa. —Y tú eres un aprovechado —y se acomodó sobre su pecho soltando un largo suspiro.

Seiya la abrazó y comenzó a acariciar el cabello mojado con sus dedos. —"Basta, Seiya, no seas infantil, eres un cínico, bla bla bla" —repitió en tono burlón lo que Serena le había dicho mientras discutían momentos antes y empezó a reír.

—¡Oye! —ella lo golpeó en el estómago— No seas tan descarado —y también echó a reír. No dijeron más nada. Se rieron por un rato y después de unas caricias y suspiros más se quedaron dormidos.

.

.

.

Pasaron un par de horas hasta que Serena despertó. Ambos permanecían en la misma posición en la que se habían dormido. Comenzó a levantarse y Seiya se dio vuelta quedando de espaldas a ella. Suspiró largamente y siguió durmiendo. Ella se levantó y cubrió el cuerpo desnudo de él con las sábanas. Se vistió y salió de la habitación sin mirar atrás.

Fotos de TokioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora