:: Capítulo Ocho ::

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Hola gente! Aquí les traigo un nuevo cap que quedó muy cortito pero a mí me gusta mucho cómo salió. En realidad está directamente relacionado con el cap siguiente, pero me pareció que sería más prolijo si los publicaba por separado.

Si les interesa saber quién es la pianista en la que pensé para la escena del bar y particularmente la balada que canta Michiru, pueden preguntarme y yo les paso el dato.

Todos los personajes de esta historia pertenecen a su autora, Naoko Takeuchi, yo sólo los tomé prestados.

Espero que lo disfruten! Y que me cuenten qué les pareció! Todos sus comentarios son más que bienvenidos..

Saluditos!

Bell.-

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:: Capítulo Ocho ::

Transcurrieron varios días desde la inauguración de la muestra de fotografía de Serena.

Durante ese tiempo ella seguía repartiéndose entre la editorial y la oficina, mientras que Darien finalmente había conseguido quedar efectivo en un cargo del hospital general donde había hecho sus prácticas en sus tiempos de estudiante. Y también se había comprado un auto compacto usado por medio de un amigo de Andrew. Así que sus cosas estaba marchando a la perfección, ya que estaba logrando reorganizar su vida y su rutina de la mejor manera.

Los dos estaban muy satisfechos y ocupados con sus respectivos trabajos, sin embargo siempre se hacían el tiempo y el espacio para encontrarse y hacer muchas cosas juntos. Se veían casi a diario, se hablaban por teléfono todas las noches, salían con mucha frecuencia y cada vez que estaban juntos Darien siempre tenía preparado algún detalle especial para sorprenderla. Desde un simple dulce a un ramo de flores, que aunque no acordaran en verse él se las arreglaba para acercarle el presente a su trabajo.

Se comportaban como unos novios adolescentes, aunque aún no habían hecho ningún paso definitorio en esos términos.

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Un sábado en la noche, fueron invitados por Haruka y Michiru a un bar donde tocaría la pianista que Darien había conocido en EEUU. Se encontraron con ellas en el lugar y se ubicaron en una mesita cerca del improvisado escenario donde el recital tendría lugar.

Los cuatro conversaban y bebían con soltura, y por momentos las chicas se perdían en sus arrumacos y cuchicheos. Pero Darien y Serena no se quedaban atrás, sino que también intercambiaban risitas y miradas coquetas, se tomaban de las manos, se susurraban cosas al oído, pero sólo en términos de 'amigovios'. Así se sentían cómodos y podían disfrutar de tratarse de esta forma, al menos por ahora.

De repente algunas luces se atenuaron y la música ambiental dejó de sonar. Y la pianista apareció en el pequeño escenario para saludar a su público y dar inicio a su presentación. Para comenzar, hizo una larga interpretación en piano repasando algunas obras propias y de otros autores reconocidos de jazz. Luego invitó a que se sumaran a ella el resto de los músicos para continuar con la banda completa.

Durante todo el tiempo que los músicos tocaron, Darien no soltaba ni por un minuto la mano de Serena y por momentos la apretaba con fuerza. Y ella disfrutaba de poder compartir con él una velada tan especial.

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