:: Capítulo Nueve ::

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Hola de nuevo! Cómo va? Qué les va pareciendo esta locura mía hasta ahora? Yo estoy entusiasmadísima con cómo me está saliendo! Quizás es mucho más simple que otras creaciones publicadas en este sitio, la verdad me he encontrado con historias y narraciones increíbles, hay escritores realmente buenos! Pero yo no quiero aspirar a la perfección, y sé que por ahí mis descripciones no son ostentosas ni la historia en sí es súper elaborada. Simplemente escribo desde mí, mis gustos y mis experiencias y disfruto muchísimo de hacerlo y de compartirlo. Así que bueno.. espero sepan apreciarlo. Yo agradecida de que me lean! Y si pueden escríbanme para contarme o preguntarme lo que quieran.

Bueno, va un nuevo cap. A partir de ahora esta historia toma un giro significativo, las cosas no serán más como venían siendo...

Todos los personajes pertenecen a su autora, Naoko Takeuchi, yo sólo los tomé prestados.

Que lo disfruten!

Abrazoo..

Bell.-

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:: Capítulo Nueve ::

—Hola, bombón —dijo Seiya serio—. Hola, Darien —los tres se quedaron paralizados ante el inesperado encuentro. La tensión del ambiente era insoportable. Serena no sabía cómo reaccionar y Darien sintió que se rompía por dentro.

Esos segundos de silencio se hicieron eternos. Y Seiya finalmente se dispuso a hablar para romper el hielo. —¿No vas a saludarme? —dijo riendo. Tenía tanta facilidad para tomarse las cosas a la ligera, era el mismo chico carismático y cálido de siempre. Se acercó a Serena y la abrazó alegre. Ella seguía inmóvil como estatua y Darien hizo un paso al costado—. ¡Qué bueno verte de nuevo, bombón! —soltó el abrazo y miró a Darien tendiéndole la mano para saludarlo, él le respondió el saludo serio.

—Bueno —dijo Darien—, ya me voy —su voz se endureció y denotaba frustración y angustia—. Fue un gusto verte, Seiya —éste asintió sonriente—. Buenas noches, Serena —y no pudo mirarla a la cara. Dio media vuelta y caminó hacia el auto que estaba en la esquina.

Serena lo vio irse siguiéndolo con la mirada unos instantes. Sentía como si le hubieran echado un balde de agua helada encima, no entendía nada de lo que estaba pasando y seguía sin poder reaccionar. Cuando el auto de Darien finalmente se alejó, volvió a mirar a Seiya. —¿Qué demonios haces aquí? —dijo con una expresión de confusión y enojo que no pudo disimular— ¿Puedes... —titubeó— ¿Puedes explicarme qué demonios haces aquí? —repitió endureciendo la voz.

—¡Oye! —rió Seiya— ¿Por qué esa cara? ¿Es que no te alegras de volver a verme? —notó que ella comenzaba a enfurecer— Discúlpame, bombón, llegué hace una hora y llamé a Yaten desde el aeropuerto pero no se encuentra en la ciudad, regresa mañana en la noche. Así que pensé que venir a tu departamento sería una buena idea —se acercó un poco—. Además no podía aguantarme las ganas de verte —dijo en tono dulce—. Te extrañé mucho, bombón, y sólo quería volverte a ver, perdóname por no avisarte —y la abrazó.

Serena poco a poco se fue calmando. Se separó de Seiya y fue hacia la puerta del edificio mientras buscaba las llaves en su cartera sin decir nada. Él alzó su mochila del suelo y entró con ella. Sabía muy bien que su repentina aparición la habría hecho enojar, sobre todo por haberla encontrado con Darien. Los había visto llegar tomados de la mano y por cómo reaccionaron al verlo pudo notar que algo pasaba entre ellos. Decidió no decir nada al respecto, estaba muy cansado por el viaje y lo último que quería era discutir. Se alegró al ver que ella no lo rechazaba, ya que lo dejó pasar.

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