Danger [SuKook & HopeMin]

2. El destino

Cuando Jimin volvió a casa, los dos amigos habían estado hablando de aquello que tanto solían hablar porque JungKook llevaba ya meses diciendo que quería dejar a su novio, pero todavía no se atrevía a hacerlo y no sabía si lo hacía por pena, por miedo o porque simplemente pudiera arrepentirse. Es cierto que cuando recordaba las cosas bonitas por las que habían pasado juntos, lo único que quería era recuperar aquella relación tal y como era al principio del todo.

Comieron juntos y no tardaron en ponerse a hacer sus típicos torneos con la Play Station 3 a los juegos de lucha, fútbol y cualquiera en el que pudieran pelear los unos contra los otros por saber cuál era el mejor de todos ellos, muchas veces se insultaban y discutían pero se les pasaba cuando apagaban la televisión y se iban a bailar a la discoteca.

Eran ya las siete de la tarde cuando le llegó un mensaje a del pelo naranja por parte de su madre, diciendo que iban a salir a dar un paseo y si les apetecía a él y a sus amigos salir a cenar, tenía una relación con ellos muy buena pero siempre respetuosa.

-Mis padres van a salir a cenar a un sitio nuevo... ¿Alguien se apunta? –preguntó el chico mirando a los otros dos.

-Yo mañana tengo que madrugar y hoy casi no he dormido, no me apetece mucho –dijo el castaño que en verdad no le apetecía ver a sus suegros, no sabía con qué cara mirarlos cuando estaba desde hacía un tiempo queriendo dejar a su hijo.

-Llevas meses sin ver a mis padres.

-Dile a tus padres que Kookkie los invita a comer aquí a casa un sábado, así no tiene la excusa de tener que madrugar –dijo Hoseok, tratando de impedir la pelea y defendiendo a su amigo.

-Está bien... -dijo sin más el del pelo naranja y se fue a arreglarse rápido. Los otros dos jugaban a la Play Station sin muchas ganas, querían que se fuera para poder hablar tranquilos. No pasó mucho tiempo hasta que Jimin se despidió de su amigo con un abrazo y de su novio con un húmedo beso en los labios, pero es que él solía besarlo así a no ser que estuvieran sus padres delante o porque fueran a algún lugar más serio, no era algo que le sorprendiera a cualquier persona con la que ellos pudieran juntarse de vez en cuando, cuanto menos a Hoseok.

-Adiós, dale recuerdos a tus padres y discúlpame con ellos, no tardaré en echar a Hobi –dijo el castaño mirando a su chico. Cariñosamente solía referirse a su amigo con aquel apodo.

-Adiós mi amor... Hoseok, cuida de él –dijo alzando una ceja y luego le sonrió a su novio. Por último salió de la casa.

Cuando se quedaron a solas, los dos volvieron a mirarse, no iban a seguir jugando a videojuegos porque tenían cosas de las que hablar.

-Pensaba que no se iba –dijo el castaño suspirando y dejó el mando de la maquinita a un lado.

-Ya... Bueno, hablemos –dijo Hoseok apagando la Play y sentándose en su posición de psicólogo para escuchar y aconsejar a su buen amigo como hacía siempre.

Se quedaron charlando acerca de lo que solían hablar, realmente era un tema que solía estar presente ya que lo hablaban demasiado, JungKook ponía a parir a su novio cada vez que se daba la vuelta y como cada día lo soportaba menos, cualquier cosa que antes hubiera defendido de él, ahora le molestaba, no le dejaba pasar ni una y él mismo sabía que actuaba de forma muy insoportable, pero no podía ser de otra manera.

Por otro lado estaba Suga, quien había vuelto a su casa. Eran ya las 8 y media de la tarde y cuando terminó de colocar las maletas y picotear algo para ahuyentar el hambre, miró hacia la mesa del salón donde estaba el libro. Era un chico que vivía solo, pero lo tenía todo limpio y ordenado, no es que fuera un maniático pero siempre le gustaba tener las cosas colocadas en su sitio, no le gustaba limpiar y como no tenía demasiado tiempo incluso pagaba a una chica que le limpiaba cuando él no estaba. La casa era amplia, con dos habitaciones que eran la suya y el despacho, tenía una cocina americana y un salón muy grande, dos baños y una terraza enorme ya que él vivía en un ático con vistas al mar. Privilegios de vivir en Incheon.