9. Novios de fin de semana

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JungKook y Yoongi se habían besado, al fin sucumbieron al deseo y la atracción. No pudieron resistirse a pesar de haberse separado unos segundos después para dejar paso a tímidas miradas y unas sonrisas que denotaban nervios y emoción.

Volvieron a besarse dejándose llevar, un beso un poco más largo donde JungKook empezaba a estar algo más cómodo ya que le estaba gustando la forma en que el otro besaba, lo hacía muy bien y de una forma cariñosa no como lo solía hacer Jimin, que podía comérselo en diez segundos con aquellos morreos lascivos que solía propinarle. Con Yoongi era diferente, todo era como un poco más sentimental e incluso íntimo, nada sexual.

Se sintió extraño cuando el pelinegro llevó una de las manos a su cabello para retirarlo y poder verlo mejor. Luego aquella mano volvió a su mejilla para acariciarla con el dedo pulgar tras dejarla allí apoyada, pequeñas caricias combinadas con esos delicados besos, piquitos, que le demostraban a JungKook que los besos de las películas en verdad sí que podían existir. De hecho, se sentía dentro de un extraño sueño porque no podía aún creer que el chico misterioso fuera tan guapo, que no fuera un pervertido o un viejo verde, que besara tan bien... que fuera de aquella forma tan caballerosa, le estaba encantando y si era un sueño, no quería despertar, y eso era una mala señal, pero no le importaba porque mientras aquel chico lo besaba, él se sentía en el mismísimo cielo.

Cuando volvieron a separarse, el mayor mantuvo la mano en la mejilla contraria y le dedicó una leve sonrisa, la cual fue correspondida cuando el castaño le sonrió de igual forma, los nervios seguían presentes, pero las sonrisas parecían tornarse algo más cariñosas.

-Quiero ser tu novio... de fin de semana –dijo mirándolo el menor y subió lentamente una de sus manos hasta acariciar la que el pelinegro tenía en su cara, incluso se agarró a su muñeca porque no quería que la apartara, le parecía precioso ser tratado con tanta delicadeza.

El pelinegro lo observaba un poco embobado, ahora el castaño parecía tan frágil e inocente, mirándolo de aquella forma, nervioso como si fuera la primera vez que estaba así de cerca a alguien, como si no tuviera experiencia en una relación... le parecía realmente precioso físicamente y más con aquellas expresiones, tardó en poder volver a abrir la boca para hablar ya que el silencio era cómodo y las miradas que tenían entre ellos eran cautivadoras y atrapantes, no existía mucho más a su alrededor en aquel momento, solo sus ojos y sus manos.

-¿De veras vas a ser mi novio de fin de semana...?

-Lo seré... y ahora solo nos quedan unas treinta o treinta y cinco horas.

-Eso es un problema, en tan poco tiempo no me da tiempo de conquistarte y hacer las miles de cosas que se me han ocurrido hacer contigo.

-Bueno, podemos hacer muchas cosas en este tiempo, Suga...

Le parecía tierno que lo llamara Suga, le parecía tierno cómo hablaba. No pudo evitar acercarse a darle otro beso, estaba comenzando a volverse adictivo.

-Creo que sería bueno si nos quitamos la ropa esta... Digo, no pienses mal... Solo porque estemos cómodos –dijo JungKook intentando que no sonara de una forma pervertida, puesto que no lo decía con esa connotación.

-¿Cómo duermes?

-Generalmente desnudo, pero intento mantenerme con los bóxer de vez en cuando –bromeó el menor. –De todas formas no sé si me atrevería a dormir hoy así, me traje un pijama.

-¿Un pijama? Yo tengo toda mi ropa en el coche.

-¿Quieres algo?

-Sí, tus labios...

Danger [SuKook & HopeMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora