Danger [SuKook & HopeMin]

22. Mejor solos

Tres horas.

Tres horas tardó en sonar el teléfono del castaño despertando a ambos, apenas habían dormido. Seguían con sueño así que se removieron esperando a que se callara, pero el teléfono volvió a sonar.

-Cógelo... –susurró el mayor medio dormido.

Y le hizo caso, descolgó el teléfono sin saber quién era la persona del otro lado de la línea.

-¿Diga?

-Kookkie, vamos a ir a desayunar a la pastelería que te gusta. ¿Te vienes? Ayer no te vimos en todo el día.

-Mamá... La verdad es que tengo algo de sueño...

-Bueno, entones te compro el desayuno y a la vuelta te lo llevo al garaje, no desayunes nada.

-Vale...

La madre colgó, pero entonces JungKook se dio cuenta de lo que había hecho, su madre iba a ir dentro de un rato. Abrió los ojos de par en par y miró al mayor que se preocupó al verlo así de despierto.

-¿Qué pasa? –preguntó Yoongi.

-Va a venir mi madre.

-¿Tu madre? Llevamos un día saliendo, y unas horas... ¿No crees que es un poco precipitado? –preguntó el mayor intentando relajarlo con un chiste, pero no lo logró.

-Suga, que no puede verte, que conoce a Jimin, y lo adora encima. Levanta, tenemos que recoger tus cosas y te tienes que esconder en algún lado.

-¿En el baño?

-No, en el baño no, igual entra... O bueno, en la ducha, ve a la ducha.

-¿Viene ya? –preguntó el pelinegro levantándose deprisa.

-No, pero tenemos que recoger las cosas, mi madre no es tonta.

Los dos estuvieron recogiendo el salón y las cosas del mayor. Luego se vistieron con lo que dejaron fuera y finalmente se acercaron para besarse. Esos besos duraron más de diez minutos hasta que sonó la puerta, al menos llamaba en vez de abrir sin avisar.

-¡Voy! –dijo JungKook y le dio un último beso a su novio de fin de semana antes de que él se escondiera.

Cuando el pelinegro ya no estaba a la vista, abrió la puerta.

-Hola cariño –saludó su madre, detrás de ella entraron sus abuelos, su padre y su hermano.

-Que poco habéis tardado –dijo él ladeando la cabeza.

-Venimos a desayunar contigo –dijo la abuela.

-Ahh... ¡Genial! –dijo JungKook preocupado de la cantidad de tiempo que pasaría su nuevo novio dentro de la ducha escondido.

-No se te ve contento –comentó el hermano.

-Quería dormir un poco, la verdad –dijo el menor. Tampoco era mentira, se hubiera quedado un par de horitas más abrazado a Yoongi tan tranquilo.

-¿Quieres venirte conmigo a practicar surf ahora? –preguntó el hermano.

-¿Mm? En realidad no me apetece mucho...

-¿Estás bien? –preguntó su madre.

-Sí, bueno, estoy normal –comentó JungKook.

-¿Y con tu amigo? –preguntó la madre, pues la abuela no aceptaba demasiado que su nieto fuera gay.

-¿Mi amigo? ¿Qué amigo? –preguntó asustado el menor, pensó que se referían a Suga.

-Jimin –le recordó su hermano.