23. Agobio e indecisión

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Hoseok y Jimin despertaron por la mañana, el ambiente estaba un poco tenso de nuevo ya que ninguno sabía cómo actuar así que solamente se quedaron enredando con los teléfonos móviles, mirando cosas por internet sin decir nada y sin abrazarse, pero el castaño estaba cansado de fingir a ratos que no pasaba nada y a otros comerle la boca.

-¿No vas a darme los buenos días? –preguntó el mayor.

-Buenos días –comentó Jimin mirando la pantalla del móvil, sin ponerle ninguna emoción a sus palabras.

Hoseok le quitó el móvil y antes de que el otro pudiera quejarse o gritarle que se lo devolviera, se acercó a besarle los labios en un corto piquito. El del pelo naranja perdió todas las ganas de pedirle el teléfono y solamente se quedó mirándolo.

-Me gustan los buenos días más cariñosos –comentó el castaño.

-No me tientes –se quejó el menor.

Hoseok sonrió un poco y se acercó a sus labios, el otro apartó la cara y dejó escapar una risa, el mayor era demasiado insistente.

-Eres muy pesado.

-No lo sabes bien –dijo el castaño.

Jimin giró de nuevo la cara al otro y se acercó a darle un beso en los labios que instantáneamente fue felizmente correspondido.

Los dos empezaron a besarse con cariño y terminaron abrazados. Hoseok estaba casi encima de él pero se sujetaba con una mano en la cama, con la otra lo rodeaba por la cintura. El menor estaba abrazándolo por el cuello. Ninguno parecía tener la intención de separarse.

Tras pasar un rato besándose en aquella posición, rodaron. Jimin quedó encima del cuerpo ajeno, besándose aún y empezando a regalarse caricias. Cada segundo que pasaba en su vida, a él le parecía mejor opción estar con ese hombre y no con su novio en aquella desgastada relación.

-Voy a tener que separarme de ti o mi erección se va a hacer el doble de grande.

-Como la mía –dijo Hoseok.

-Ya, no es buena idea.

Jimin se quedó sentado en los muslos de él, mirándolo. Las manos del castaño se paseaban por sus piernas, era cariñoso.

-Anda, ve y deja de mirarme –dijo el mayor.

El otro solo asintió y se acercó a dejarle un beso en su boca, pero antes de besarse, se apartó y le dejó una mordida en la mejilla. Luego se fue y se perdió por la puerta del baño.

En ese rato, Hoseok aprovechó para llamar a JungKook, pero el chico estaba ocupado con su familia así que la conversación fue breve. Tenían que colgar y al parecer el chico iba a volver de madrugada.

Se levantó de la cama y fue al baño. Estaba el del pelo naranja duchándose, desnudo, empapado y con el pelo lleno de espuma.

-¡Hobi! –dijo el menor asustado al verlo allí.

-Mira, es que no quiero dejar de besarte...

Se quitó la poca ropa que le quedaba y el del pelo naranja solo lo miraba sorprendido, aquel chico era un poco pervertido, más que él, porque para que pudiera pensar que alguien era pervertido es que lo era bastante.

-Pero...

-Calla –dijo el castaño y se metió en la ducha con él acercándose a besarlo. Al principio fue correspondido pero se separaron porque el menor quiso.

-Vale, a ver, calma, por favor.

-No quiero que hagamos nada más, solo quiero estar contigo.

-Eres muy agobiante Hoseok –se quejó Jimin en un tono un poco serio, aquello le dolió al mayor.

Danger [SuKook & HopeMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora