Capítulo 5
Axel
Son las seis y media de la tarde.
Estoy sentado en la arena mirando a Shannon hacerle fotos a todo. Cada diez minutos cambia de postura para un nuevo ángulo de visión. Fotografía todo: arena, olas, mar, cielo… Pero se le da malditamente bien.
Está a unos pocos metros de mi, recostada en su estomago con la cámara en sus manos tomando fotos de las olas y la arena húmeda. Su cabello rojizo se mueve junto con la suave brisa.
Sé que está cabreadísima conmigo. O decepcionada tal vez. Lo vi en sus ojos verdes. Me sentí como la mierda por mentirle. Y lo peor de todo es que ella sabe que le estoy mintiendo. Es una de las desventajas de conocerla de siempre.
Pero no puedo decirle, no quiero preocuparla. Louis y yo estamos buscando al cabrón que la drogó. Ese hijo de puta se aseguro de pasar inadvertido pero voy a encontrarle. Después le voy a dar la paliza de su vida.
No puedo volver a perderla de vista. No habrá una segunda vez. Que se atreva. Saber que Shannon no estaba del todo consiente, bebida y sin capacidad alguna de defenderse, me calienta la sangre. Tengo la mandíbula tensa y los puños apretados.
Le diré. No me gusta esconderle cosas así que una vez que tenga al capullo en el hospital, le diré. Y estará a salvo y segura.
— ¿No tienes suficientes fotos ya? —Pregunto.
Se incorpora y se sienta justo en frente de mí con la cámara en alto.
— ¿Por qué? ¿Estás aburrido? —Las comisuras de su boca se levantan un poco.
Ahh, eso está mejor. Ya no está enfadada. Doy unos cuantos golpes al aire internamente. Por fuera sonrió.
—Nah. Es divertido ver cómo te conviertes en una bruja. El viento no favorece mucho a tu pelo. —Cojo un mechón de su pelo alborotado y le doy vueltas con el dedo índice.
Se aparta e intenta peinarse con las manos. Intento reprimir una risita pero no lo consigo. Cuando se da cuenta de que me estoy burlando de ella me da un puñetazo en el hombro. Me río aun más.
Levanta la cámara que colgaba de su cuello y la punta hacia mí. Levanto mi mano hacia la lente justo en el momento donde toma una foto.
— ¡No! ¡Shannon! —Intento esquivar sus intentos de tontas instantáneas.
—Esta es mi venganza, buahaha. —Pone voz de malvada.
— ¡Para! ¡No, no! —Le quito la cámara y la pongo en la arena.
— ¡Ehh! —Protesta.
Intenta coger la cámara otra vez pero la detengo agarrándole las muñecas.
—Te tengo. —Trato de que deje de retorcerse y escapar de mi.
— ¡No!
La tumbo contra la arena con sus muñecas a cada lado de su cabeza. Me acerco a su rostro.
—Oh, sí. —Susurro.
Shannon
Acerca su rostro al mío y murmura.
—Oh, sí.
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Destinada a ti
Romance"Lo admito, tenía miedo al amor. No sólo el amor, sino a amarla. Ella era el océano y yo sólo un niño que amaba a las olas pero estaba completamente aterrorizado de nadar ". - Christopher Poindexter