II

6.4K 469 42
                                    

Jimin

Al salir de mi habitación tenía el corazón en mi garganta, baje a toda prisa las escaleras mientras pensaba en lo que pasaría si en vez de ir a clases me hubiera quedado junto a Yoongi y la idea no me desagrado para nada, pero tenía un deber y siempre tengo que anteponer aquellos deberes ante los juegos. Me fijé en mi corazón, el cual iba a mil por hora y sin darme cuenta antes mi miembro seguía duro y eso me incomodaba, de verdad que me gustaba jugar con el pero las consecuencias no eran mis favoritas y tampoco ese extraño deseo de quedarme a su lado y saltar las clases.

Toque la puerta de la sala de estudio intentando calmar mi respiración y secando el sudor de mi frente. Necesitaba tranquilizarme si quería entender la clase del Señor Chang.

-Adelante Jimin.-escuche la grave voz del maestro y entre. -Llegas justo a tiempo, te felicito Joven. Ya era hora de que comenzaras a llegar como lo hacías antes.

Si... Hace ya unos días que llegaba tarde a clases, todo era por culpa de Yoongi pero no podía decirle a nadie. El me lo prohibía.

-Gracias.- respondí sentándome en la única butaca de la sala frente al escritorio del Señor Chang.

°°°

La clase fue interesante, hablamos sobre la segunda guerra mundial lo cual me fascinó un montón, una de las materias que más me gustaban, después de la música claro, era Historia.

Subí a mi habitación mirando para todos lados para ver si me topaba con Yoongi. Pero para mi desgracia o buena suerte no lo encontré en ningún lado. Entre en mi habitación y cerré la puerta suspirando. Lo primero que haría sería tomar un descanzo hasta mi próxima clase que comenzaba en media hora.

-Así que dejandome solo, eh Jimin?

Yoongi, pensé y me di vuelta para encararlo, sentía el aire comprimir mi pecho de los puros nervios al verlo, ¿estará enojado?. -T-tenía clase Yoongi, no podía llegar tarde otra vez por tu culpa- especifique poniéndome a la defensiva de inmediato, ¿que pasaba conmigo?

Hace ya unos días que Yoongi jugaba conmigo y mi cuerpo, desde que comenzó a hacerlo cada vez me encantaba sentirlo y experimentar cosas nuevas mas seguido pero somos hermanos... Y eso no es lo que hacen los hermanos, ¿verdad?

Mordí mi labio. Estaba nervioso. Muy nervioso para ser exactos.

El mayor mantuvo su mirada fija en mi hasta que finalmente habló -Ven acá...-abrió los brazos regalándome lo que parecía un simple abrazo.

¿Un abrazo? No sabia si aceptarlo o rechazarlo, una parte de mi quería sentir su piel en contacto con la mía, pero la otra parte, la sensata me gritaba y advertía que no lo hiciera, que esto no era normal aún que Yoongi solo fuera un hermano no de sangre, de igual manera era de la familia. Además, el esta enojado.. ¿No?

A la mierda mi sensatez, me acerque temeroso a él y a sus brazos, sentía mi corazón palpitar rápidamente contra mi pecho y me dio vergüenza que el también pudiera oír los fuertes latidos.

-No seas tímido Jiminnie, ven aquí.-me agarro ligeramente de la cadera y me refugió en sus brazos, eran tan suaves que sentí que podía volar, su olor era embriagadoramente dulce y pude jurar que sentí como mi corazón se iba a salir de mi pecho. Hundí mi cabeza en su cuello y enrollé mis brazos en su espalda apretando con mas fuerza, no quería soltarlo.

-Estas perdonado hermanito...-susurro Yoongi, acariciando mi cabeza con extrema delicadeza.

-No se que me perdonas, tenía que ir si o si a clases aún que tu hoy tuvieras día libre Hyung.-hable sobre su cuello dejando levemente húmeda su piel de porcelana. Me gustaba hacer eso, ¿deberia hacerlo más seguido?.

Su abrazo dejo de ser tan tierno y suave como antes, bajo sus manos a mi trasero y lo apretó haciendo que jadeara inconscientemente.

-Yoongi...-susurre apretando su camisa la cual hace algunas horas se la había sacado desesperadamente y lo volvería a hacer con mucho gusto. -Tengo clase en media hora...

Uno de sus juegos era este. Me provocaba de tal manera que mi cuerpo respondía a todos sus tactos de forma mecánica y a mi me hacia sentir muy bien.

Más que bien, me encantaba sentir aquellas manos recorrer todo mi cuerpo a su gusto.

-Me debes una mamada Jiminnie... Y tu sabes que con cinco minutos te hago tocar el cielo.-susurro en mi oído apretando nuevamente mi trasero esta vez mas fuerte. Gemí con los labios juntos y asentí.

Era mi turno, y la verdad es que cuando el juego lo manejaba yo no era tan divertido como cuando el lo hacía, pero tampoco es que no me gustara, al contrario, me gustaba que el disfrutara de su juego como yo lo hacia cuando llegaba su turno.

-Fuera ropa.- me ordeno y obedecí sin reclamar un tanto ansioso de lo que se aproximaba.

Fratrilagnia [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora