XIX

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Yoongi

Tengo planeado pedirle el permiso a nuestra madre hoy sobre lo de la Academia de Jimin, pero no tengo ni la menor idea de como hacer para que ella le de el visto bueno para salir de esta casa, tendré que poner de todo mi ingenio para poder sacar a Jimin de este lugar el lunes por la tarde.

Aún no comprendo la mente de aquella mujer, como puede dejar que su hijo no salga a la civilización por 17 años, ni que fuera "todo, todo" Como para que por una enfermedad no pudiera tocar el exterior. Nunca he escuchado de su boca una razón coherente con respecto al porque de la estadía en cárcel de lujo en que vive Jiminniie, y espero escucharla hoy, además me sigue rondando en la cabeza la imagen del sujeto que trajo a mi madre a casa, no me trae ninguna buena pinta, al contrario, solo me produce un extraño malestar, solo espero que sea paranoia mía y que aquel hombre sea solo uno más.

No espero que ella me cuente sobre él y sinceramente no me interesa su vida amorosa si es que esta no influye en la mía. No es que no me importe ella, mi madre me importa, si, pero no le tengo el amor maternal que la mayoría de los niños le tienen a sus madres, sean biológicas o no como para estar pendiente de cada detalle de su vida.

Unos pequeños y regordetes dedos aparecen en mi campo de vision y me traen al presente. La cara de Jimin a pocos centímetros de la mía, ambos recostados en mi cama, abrazados y disfrutando de lo que sea que estemos haciendo. Sus dedos acarician desde mi cien hasta mi mejilla para luego volver hacia mi cien y repetir el movimiento.

-¿En que pensabas Yoongi? -su voz fue suave, casi como el roce de una pluma. Una pequeña sonrisa se posó en mis labios.

-En ti.

Jimin abrió los ojos y detuvo el movimiento de su mano por un segundo mirandome ruborizado. Era una imagen muy encantadora.

No mentía al decir que pensaba en él, pero tampoco decía toda la verdad, era mejor mantener distancias entre Jimin y los problemas, no quiero que se preocupe por nada.

-Estas mintiendo, ¿verdad? -volvió a retomar el movimiento, era como si quisiera mantener mi rostro por siempre en su cabecita, me observaba tan minuciosamente que era adorable. Sus ojos brillaban de lo concentrado que se encontraba.

-Yo nunca miento Jimin. -le contesté, tomando su mano que acariciaba mi rostro y entrelazando los dedos. -Así que espero que tu tampoco me mientas nunca, Jiminniie.

El menor miro las manos entrelazadas y luego fijo la vista en mi. No pude evitar sonreír al ver como sus pequeños ojos se volvían una sola línea al sonreír para mi. -Yo nunca te mentiría Hyung.

-Eso espero Hermanito-acaricie con mi pulgar el dorso de su mano, mientras admiraba la belleza de persona que tenía enfrente de mi.

-Creo que deberíamos dormir, mañana mamá llega temprano y será mejor que no nos encuentre juntos ya que hará muchas preguntas-me dijo Jimin lo cual me dejó un poco sorprendido, a veces Jimin pensaba mejor que su hermanos mayor, tampoco teníamos tanta diferencia de edad, yo tengo 19 y sigo en la escuela ya que repetí un año. Una mala pasada solamente. Este es mi último año, al igual que el de Jimin, solo que este último no lo vivirá como el resto y eso me preocupa.

-Claro, vamos a dormir. -me acerque a su frente y la bese lentamente-buenas noches Jiminniie.

El me sonrió y me de devolvió el beso, pero de manera más rapida-Buenas noches Hyung.

Hice que Jimin se diera la vuelta para que su espalda quedara contra mi pecho, nuestras manos aún seguían entrelazadas y no quisimos soltarlas por lo que yo lo abrace por la cintura y puse mi rostro entre su nuca y su cuello en donde me hinunde con su aroma para después caer en los brazos del Morfeo.

Fratrilagnia [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora