Muerte.

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Fue nada más calmarse para que el castaño comenzara a leer los informes con toda información del ataque, los heridos, las zonas afectadas, y la mujer que era desde el principio su objetivo, y por más que ya no se relacionara con ella le dolía saber que una persona en alguna época muy importante para él estaba en un estado crítico y sin salida de las faces de la muerte.

Miró a Phantom en busca de permiso para hacer lo que quisiera por esos momentos, a costo de un buen castigo más tarde, a lo que este chasqueó la lengua sin otra opción, por lo menos tenía la certeza de poder castigarlo de su forma más espartana posible  después.

El castaño sonrió agradecido, aún con la preocupación reflejada en sus ojos y salió de ahí acompañado de su fiel mano derecha y los guardianes detrás, seguidos de su padre.

Pidió el favor a Nana de cuidar a los niños en su ausencia, pues tenía asuntos muy importantes que discutir en Namimori y de paso podría volver a ponerse en contacto con Haru para su protección.

Robby se decidió a ayudarla para hacerle compañía y también protegerla, aún sabiendo que la mujer podría  hacerlo muy bien sola, pero nunca estaba de más prevenir.

Los dos Sawada y compañía tomaron el vuelo más rápido a Japón que estuviera en sus manos y se dirigieron de inmediato al hospital donde  sabían Kyoko pasaba sus últimos momentos.

Al llegar a la sala de espera cerca de la habitación de la chica se encontraron a un alterado hermano mayor discutiendo el poder verla con una de las enfermeras encargadas de ella, y las cosas parecían haberse vuelto desastrosas porque hombres lo contenían y la familia también hacía su esfuerzo para detenerlo.

El fundador de Abedelli ignoró todo contacto con los Vongola, porque tenía la mirada incesante de su tutor sobre él y si se relacionaba  todavía más, el castigo se iría más allá de uno de los normales, y si estos eran ya muy fuertes, no ansiaba descubrir los de más alto nivel, aunque algo le decía que no importaban sus acciones, sólo buscaba intimidarlo, después de todo lo castigaría muy duramente.

Gloria intentó con todos sus medios animarle en lo que restaba de las horas de espera para poder hacerle una pequeña visita para verla en sus últimos minutos, pero el castaño no dedicaba ni la más pequeña de sus sonrisas de tan mal que se encontraba.

Ella lo había herido emocionalmente, un amor de tantos años para después ser rechazado así le dolía aún, pero había sabido superarlo a su manera.

La mente del joven estaba distorsionada, y con la llegada de Hiroyuki a su lado todavía más, así que lo mejor para él fue ignorarlo hasta que sus guardianas perdieran la paciencia y lo echaran a patadas, y como no tenían mucha esto se cumplió a los pocos segundos.

Finalmente Ryohei pudo pasar a la habitación de su hermana, todos supieron lo que había sucedido al oír el llanto incontrolable y muy ruidoso de este al momento de salir.

Tsunayoshi sintió pena por su ex-guardián y amigo, mas sabía que ahora no le convenía decir nada y salieron de ahí en busca de sus más allegados.

Haru quedó en observación las veinticuatro horas, protegida por hombres de élite más fuertes de sus grupos por órdenes de Tsuna al igual que los demás amigos que vivían ahí, y Mochida se quedó también en Japón bajo protección.

El Sawada mandó a construir bases por lugares recónditos del país y sus conocidos estaban también en una vigilancia estricta de todo el día a toda hora.

Los ataques iban en aumento y las cosas apuntaban a más problemas futuros que nadie quería.

La búsqueda de Reborn aún continuaba y los ex-arcobalenos se alteraban más con cada segundo que pasaban sin él.

En Italia, el primogénito de los Sawada recibió un gran castigo. Su tutor le obligó a vivir algunas horas en un cuarto lleno de bombas en las que si se movía volaría por los aires en mil pedacitos, después  hizo que tomara clases especiales de entrenamiento todavía más duras que las del mismísimo Hitman número uno, y le enseñó a vivir en la cárcel por un día rodeado de molestos reclusos. Cabe destacar que tuvo que luchar contra él por dos o tres horas.

En Vongola, Hiroyuki hacía de las suyas sin tener compasión alguna por el sol con su reciente hermana fallecida y sus planes de venganza se llevaban a cabo perfectamente.

— Caerás tan pronto que ni te darás cuenta, Sawada Tsunayoshi~ —murmuró para sí, observando con una sonrisa la fotografía del castaño en su posesión.

Ciao.

Espero que les guste este capítulo que acaba de llegarme.

Si se dan cuenta me inspiro por las horas más raras, pero así soy (?

Los amo, gracias por su apoyo y demás, la historia avanza rápido y no lo esperé, muchísimas gracias <3

Tsuna, no eres el décimo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora