11.

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Leer notas finales...

Era sábado en la noche, dia de fiesta. Por justo esta razón, Forest Street se encontraba casi deshabitada. Era bien sabido por todos los residentes, lo que implicaba vivir cerca de los Subaku No.

Y definitivamente todos querian poder dormir, aunque sea un poco, esta noche.

Hinata se acerco a la baranda y tomo su bolsa junto a sus sandalias.

—¿Vamos a cambiarnos?—sugirió la Hyuga.

—Adelantense, cuando llegue mi novio las alcanzo—respondió Temari.

Las chicas asintieron y se encaminaron a los baños.

Segundos después, sonó el timbre. Temari corrio a abrir la puerta, imaginando quien podia ser.

—¡Shika!—exclamó tirandose a sus brazos.

El chico se tambaleo un poco antes de sostener fuertemente su cintura.

Sonrió.

—¿Como estas?—preguntó cerrando la puerta tras de sí.

—Bien, Ve a cambiarte—le pidió.

—ok, pero antes—la jalo del brazo, dandole un castro beso en los labios.

Lo llevó al baño de su habitación y espero a que se cambiara, para después ir a la alberca.

Al acercarse, se escucharon las risas de sus amigos.

—¡Ya llegoooo!—grito Temari emocionada.

Estos voltearon y sonrieron.

—¡Llego mi cuñado!—exclamó Gaara, saliendo de la piscina.

El Nara sonrió y choco puños con el pelirojo. Gaara lo tomó de los hombros y caminó con el hacia la piscina, mientras Temari iba a cambiarse.

—Chicos el es Shikamaru Nara, el hermano de Matsuri—lo presentó entrando al agua.

—Hola—lo saludaron con las manos alzadas.

Shikamaru rió levemente al notar sus rostros sonrojados, producto del alcohol.

...
Pov's Shikamaru.

Mire todo el lugar, deteniendome en el grupo de chicas. ¡Joder! ¡Todas son hermosas!

Negué divertido.

Los titanes tendrian una buena cacería, eso ni dudarlo.

—Vamos a jugar—escuche la voz de Temari, atras de nosotros.

Volteo lentamente y tragué grueso.

Traía un conjunto de baño dos piezas en negro, y joder, como me gusta ese color.

—Y... ¿Como me veo?—susurro frente a mi.

¿Como se ve? ¿Qué como se ve? ¡Esta jodidamente sexy Dios!

—Ah... Bien.

—¡al fin! Hay que activar esto urgente—exclamó el Inuzuka con su botella en mano.

—¡¿Podemos pedir mujeres?!—se escucho la voz de Hidan al fondo.

Las chicas lo miraron incrédulas.

—Es una fiesta, no un prostíbulo—respondió la rubia, dueña de la casa.

Solté una carcajada.

Hidan bajo la cabeza deprimido, mientras Sasori iba a consolarlo.

Los demás se esparcieron en la piscina, dejando bastante espacio entre cada uno, por lo grande que era esta.

¬KNOCKOUTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora