¬KNOCKOUT

18.

...

—¿Qué pasa?—ahora la nerviosa era yo—Sueltalo ya, no puede ser tan malo.

—Tu madre vendrá en un mes.

O si que podía.

—¡¿Qué?!—exclame levantandome de mi asiento.

...

La pelirrosa cerró el libro con frustración y tomó sus cabellos con fuerza . Kakashi había empezado una nueva clase de historia y muy a pesar de que esa materia le encantaba, su mente no ocupaba otra cosa que no fuera la conversación de hace unas horas.
...

—No puedes estar hablando enserio—Negué con molestia.

Tsunade suspiro.

—Hable con ella esta mañana, ya tiene todo su viaje planeado.

¿Y a mi que diablos me importaba? Inhale y exhale repetidas veces tratando de calmarme.

—¿Donde pretende quedarse?—pregunte con temor, ya imaginando su respuesta.

—En tu casa.

—¡No, no, no, no y NO! Ve preparando una habitación en tu mansión, porque por mi duerme en la calle.

—¡Sakura!—exclamó enojada—sabes que a Lasha no le gusta estar en mi casa por los niños.

Los pequeños Senju eran unos verdaderos demonios.

—bueno que se busque un hotel o yo que sé pero no la quiero en mi casa—le recalque molesta, levantadome de mi asiento.

Tsunade se levanto de igual forma.

—Escuchame mocosa malcriada ¡En algún momento tú y mi hermana tendrán que arreglar sus diferencias y dejar de pelear como niñas de cinco años!—frunci el ceño.

—¡¿y tú que sabes?! —le grite haciéndola callar.

Suspire y me dirige a la puerta. No iba a pelear con ella.

—Sakura ¿A donde vas? aún no he terminado de hablar contigo.

—Yo creo que si—salí dando un portazo.

Ahora ella estaba allí frente a ellos, probablemente para darles un anuncio o a consideración de los famosos seguirles jodiendo la existencia.

—Realmente no lo merecen, pero... voy a compadecerme de ustedes—empezó a hablar la rubia caminando de un lado a otro.

Los integrantes del aula la vieron extrañados.

—¿A que se refiere directora Tsunade?—preguntó Tenten.

Está suspiro.

—A partir de hoy, tienen el acceso permitido a la cafetería.

Las jóvenes celebridades abrieron sus ojos de sobremanera sin poder creerlo, Kiba fue el más afectado, él había entrado en un estado de shock.

—No es una broma, verdad?—preguntó Sasori nervioso.

Tsunade rodo los ojos ante la falta de confianza a sus palabras.

—No. Les estoy hablando enserio.

Se miraron entre si, no sabiendo como reaccionar ante ello, hasta que el Inuzuka salió de su shock y salto con fuerza de su asiento.

—¡Si! ¡Al fin llegó mi momento de gloria cabrones!