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  sí, voy a intentar escribir de otra forma en este cap. no sé por qué, dejenme.

   
—Joder Liam, sí voy a cuidarlo.– Louis cerró la puerta de su departamento y caminó hasta el sofá, tirándose en él.—No te preocupes y ve a trabajar, maldito vago.– tomó el celular que estaba entre su hombro y su oreja, colgó sin esperar respuesta de Liam.

Su amigo trabajaría doble turno y le pidió cuidar a Harry; Louis aceptó al segundo, porque estar con el menor todo el día no le molestaba.
—¿Harry? ¿Estás en el cuarto, bebé?– gritó, tomando el control para encender la televisión.

—¿Liam eres tú? ¿No tenías qué--.?– Harry se calló en cuanto entró a la habitación y vio a Louis, se sonrojó tanto que hasta creyó que moriría.
Es que él no podía haber elegido otro momento para vestirse así; con una camisa blanca suelta y una de sus faldas favoritas, rosada con unos corazones.
Pensaba qué estaba solo, dios.

—¿Harry? Yo, mmm...– Louis no sabía que decir, no se esperaba ver a Harry así, pero no le molestó para nada.– Vine para cuidarte, bebé.

¿Qué debía responderle? se notaba demasiado la incomodidad del otro chico, ¿debería decirle qué vestido así es la cosita más hermosa que vio? ¿qué así daban ganas de follarselo?

—L-lou yo no sabía que venías, d-digo es tu departamento pero, pensé que estaba solo.– estaba tan sonrojado, solamente quería golpear a Liam por no decirle nada.

—No pasa nada, bebé. Te ves hermoso así ¿Te gusta usar faldas? Ven conmigo.– palmeó el lugar vacío a su lado.

Harry quería correr y esconderse, pero no podía hacer eso, quedaría como un estúpido. Así que caminó hasta donde estaba Louis, mirando el suelo.–Sí, me gusta mucho usarlas.– tomó asiento junto a él.

—¿Y por qué no las usaste en nuestras cit--salidas? De verdad me hubiera gustado verte así antes.

—No sé, yo pensé qué a ti o a los demás no les gustaría.– se encogió de hombros, recostándose en el respaldo del sofá.

—No digas estupideces, Harry. Todos aquí te queremos.– posó su vista en las piernas del menor, descubiertas y, según él, perfectas. Debía dejar de hacer eso, mirarlo de esa forma. –¿Sabes? Tengo hambre ¿Quieres comer algo? – se levantó y caminó hasta el refrigerador.–¿Qué quieres, Harry?– gritó.

Estaba seguro de que él le había respondido, pero no escuchó bien.

—¡No te escucho, bebé!– sacó del interior un queso, lo apoyó en la mesa del centro y buscó el pan.

—¿Lou?– Harry entró a la cocina y fue al refrigerador, viendo dentro.–¡Quiero ese chocolate!

Y mierda.
Tenían que guardar justo el chocolate debajo de todo ¿No? porque cuándo Harry se agachó fue que Louis pudo ver que éste traía bragas, bragas blancas. Es que él sabía qué si se calentaba podría llegar a hacer algo que no estaba bien.

Harry en apoyó en la pared, revisando el chocolate.—¡Tiene maní, Lou! No me gusta el maní. ¿Ahora qué como?– dejó el chocolate en la mesa e hizo un puchero con sus labios.

Louis tragó duro.—Yo sé qué puedo comer.– se acercó hasta Harry.

–¿Eso qué estas por prepararte?

—No.– negó con la cabeza y puso sus brazos a los costados de Harry, acorralándolo.–Algo más dulce.

—¿A-algo cómo qué?– dijo, sonrojado y mordiendo su labio.

—Joder, bebé, no hagas eso porque no sabes cuánto me pone ahora mismo.

–Louuu.– Harry se acercó más a Louis, dejando un rápido beso en sus labios.

El mayor llevó su boca a la oreja del otro. —Comportate bien, bebé.— susurró, bajó hasta su cuello y chupó.

—¡Sí me comporto, papi!– no quiso decirlo, pero lo dijo. Harry tenía un fetiche con querer llamar a Louis así.

Él podía ser inocente, tierno y tímido, lo era, pero cuándo estaba caliente a todo eso se le sumaba más atrevimiento.

Louis tardó unos segundos en reaccionar, eso lo había calentado demasiado, Harry no sabía lo que hacía. —¿Sí, bebé? ¿Vas a ser bueno para papi?— Louis levantó a Harry de los muslos, cargándolo y apoyando su espalda contra la pared.

Jadea, pasando sus piernas por la cintura de Louis.—S-sí, siempre lo soy.— Enredó sus brazos al rededor del cuello del mayor, acercándose, dejando escapar varios jadeos cuando él empezó a besar y marcar su cuello.—Beso.

Louis se separó de Harry con el ceño fruncido, pero al verlo sonrojado, con los ojitos cerrados y sus labios fruncidos en su dirección supo que Harry quería que lo besara, dudó un poco sobre si eso estaba o no bien, pensando en que él era el primo de liam y aún era menor, no podía.
Pero todo eso dejó de importarle cuando Harry comenzó a frotarse contra él, casi saltando encima, entonces lo besó; fuerte y rápido, mordiendo su labio inferior y soltándolo para después chuparlo.

—L-lou, más.— él quería tanto esto, desde que vio a Louis le pareció muy lindo y caliente, ya había perdido la cuenta de la veces en las que se había tocado pensando en él.

—Mierda, Harry. No te imaginaba así, amor. Estas como una putita para mí. — Harry gime, buscando otra vez la boca del mayor.—¿Te pone que te diga así, eh? ¿Quieres qué te bese? No te escucho, princesa, y me gusta escucharte gemir.

El menor llevó su boca hasta el cuello de Louis, cerca de su oreja. —S-sí, papi, besame, t-tocame.— susurró, para después chupar en esa zona.

Louis comenzó a besarlo desesperado, pasó sus manos por debajo de la falda de Harry y gruñó cuándo sintió la tela de sus bragas.–Vas a ser bueno y se la chuparas a papi ¿Sí, bebé?

Harry asintió, frotando más sus bultos.—S-sí.

–Te quiero de rodillas, gatito, tomarás de tu leche.— bajó al menor, dejándolo en el suelo. Levantó su falda y pegó un azote en su culo.

Harry se sobresalta por el golpe y gime.–¡Lou!— mueve su cadera para atrás, buscando que Louis lo vuelva a tocar.

Sonríe, toma del cabello de Harry y lo hala hacía abajo.–Vamos bebé, de rodillas.— él asiente, cayendo de rodillas al suelo.– Tan sumiso, me encanta así.

Él sonríe.– Para ti, papi.— desabrocha el pantalón de Louis, bajándolo de un tirón.

—Chúpala, amor. Papi no puede esperar más.

Harry besa sobre el bulto de su erección, encima de la tela del boxer y Louis gruñe.– S-sí.– jadea, toma de la cintura del bóxer.

Y cuándo está por bajarlo, se escucha la cerradura siendo abierta.—¿Hola? ¿Chicos?– la voz de Niall resuena en la sala.

Louis se odiaba en ese momento, por qué tener que darle las malditas llaves a Niall.

—Mierda, mierda. Jodido puto.– aún agitado, levanta su pantalón y toma a Harry de la cintura.–Vete arriba, lo último que quiero es que vean algo que es mío.– Harry asiente y corre escaleras arriba.

—¿Louis? Hola, amigo.– entra a la cocina y deja las llaves sobre la mesa.

—Bajo en un momento.– caminó rápido hasta las escaleras, ocultando su erección, subió y entró en la primera puerta del corto pasillo.–¿Harry?— éste ya tenía puesto un pantalón negro, estaba de espaldas y no contestó.–No seas un mal chico, bebé.

Voltea a ver a Louis, toda su cara está roja.—Perdón, Lou. Yo...--.

—No tienes que disculparte, amor.– camina hasta Harry, lo acerca tomándolo de la cintura.

Muerde su labio.—Iré a ver a Niall.– besó rápido los labios de Louis y casi corriendo salió de la habitación, riendo.

Louis sonrió, aunque sea ahora tenía algo claro; le gusta Harry.

❝dulce harry❞ « larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora