Capítulo XII

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Esa tarde Guillermo y yo la pasamos jugando videojuegos y comiendo algunas frutas que su madre había mandado, me sentí como un adolescente el cual comparte el almuerzo con sus amigos. Aun cuando sabía, y aceptaba, que Guillermo me atraía, principalmente me gustaba mucho como amigo, como persona. Cuando comenzó a oscurecer preferimos ver una película en una plataforma de Internet que yo no conocía, pero que sin duda visitaría más seguido.

A las diez de la noche él se puso de pie y me miró con una sonrisa.
—Debería irme  a casa ahora. —Imité su acción.
—Claro. No hagas que tu madre se preocupe.— El soltó una corta risa.
—Me siento como si estuvieramos en unas de esas películas americanas de adolescentes. —Me reí porque yo había pensado algo similar.
—Ya lo creo. —Caminé detrás de él hacía la puerta
—¿Entonces ahora es cuando debería pedirte que vayas conmigo al baile? —Abrió la puerta por si mismo y después me sonrió recargado en el marco de ésta.
—Está bien, acepto. Pero nada de limusinas. —
—Eso le quitaría lo cliché. —
—Podrías venir por mi en una bicicleta, es más saludable para tu corazón.—Pude escuchar su risa y como intentaba contenerla.
—Bien, debería ir a arreglar eso para la gran noche. — Me sonrió de nuevo y yo realmente quería apretar esos cachetes.— Mañana... ¿Tienes algo que hacer mañana? —
—No realmente.—
—¿Quieres salir mañana? —Bueno, a ésto si estaba seguro que era una cita.
—Claro.—Por un momento nos llenó el silencio así que con urgencia buscaba qué más decir. —Sería genial salir por ahí. —
—Vendré por ti a las once, ¿estás bien eso? —
—Sí, está bien. —Se quedó parado un momento frente a la puerta en silencio y después de compartir miradas rió un poco.
—Nos vemos mañana, Samuel. —Dio la media vuelta y salió de casa. Sentí que me estaba perdiendo de algo. Fui a la cocina a preparar un sándwich y mi móvil vibró en mi bolsillo.

"No olvides cenar algo. Buenas noches"

Decía aquél mensaje y el remitente era Guillermo, no pude evitar sonreír.

A la mañana siguiente desperté muy temprano, me tomé la tarea de abrir las cortinas de casa por mi mismo, Samantha tenía razón cuando dijo que faltaba algo de luz, cuando Santiago vivía las cortinas siempre estaban abiertas, a él le encantaba la luz del sol.
Y me di cuenta que por primera vez pude recordar a Santiago sin sentir dolor. Y la felicidad me invadió, porque yo amaba a mi hermano y no iba a olvidarlo, pero él no iba a volver y por primera vez creí que realmente podría aceptarlo.

Eran casi la doce y comencé a pensar en si Guillermo había olvidado nuestra cita... o lo que sea que fuera... Tampoco me enviaba algún mensaje o algo, eso me tenía un poco nervioso , pero si le enviaba un texto no quería ser pesado, después de todo él es más joven, tal vez ahora se hacían así las cosas... así que seguí esperando en mi sala.

Cuando mi reloj decía que era la una y trece minutos mi móvil vibró en mi mano, abrí rápidamente el texto y era él.
"¿Puedes salir de casa? " Solo eso decía el mensaje, me levanté del sofá y fui hasta la puerta, la abrí y él no estaba ahí, caminé hacia afuera y él me hizo una seña con el brazo desde el patio y reí sin creerlo.
Guillermo se encontraba parado justo ahí con dos bicicletas, una a cada lado de él y sonreía mientras me saludaba.

Éste chico realmente era demasiado.





Y eso me gustaba.


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Bueno, aquí la actualización, espero que les guste y la disfruten :3

Sí, es cortito, pero no quiero que me pase lo mismo de la vez pasada 😂😂😂

Igual en unas horas les subiré otro 😏😏 así que estén atentos 💜

De nuevo, espero que les guste 😂💜💜

Comenten, comenten 💜

🌚🌚🌚🌚🌚🌚🌚👏



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Dr. De Luque  {WIGETTA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora