Capítulo XXII

1.5K 196 177
                                    

Cuando dieron las siete treinta salimos de casa, en el camino Guillermo me hablaba sobre un perro que tuvo de pequeño, el tema había salido cuando vimos a una chica paseando a cuatro perros, todos diferentes.

─Te juro que de lo pequeño que era siempre lo perdíamos dentro de casa, lo encontrábamos hasta que daba su hora de comida, siempre salía y se sentaba junto a su plato. ─ Estacionó el auto en la entrada del hospital.

─Me hubiera gustado conocerlo. ─

─Creo que si estuviera aquí igual no habría crecido. ─ Rió un poco. ──Supongo que Sebas lo está cuidando. ─Apagó el auto y me observó por unos segundos. ─ Me gustas Samuel. ─Sonreí

─Creo que he escuchado eso una diez veces el día de hoy. ─ Él rió. Su hermosa sonrisa.

─Y los que te faltan. ─Guillermo se acercó y me dio beso, uno muy corto, solo un roce. ─ ¿A qué hora sales hoy? ─

─Tengo guardia hoy. ─

─ ¡Vaya! Pasaremos nuestro primer día de novios en el hospital. ─

Pasaremos

─No tienes que venir, mañana saldré a las ocho, podemos hacer lo que quieras. ─

─Mañana estarás cansado después de la guardia tienen que dormir. Aunque si me invitas a dormir contigo puedo contarlo como una cita. ─ Rió. Vendré más tarde. ¿No hay problema con que me quede en tu oficina, verdad? ─

─No. Puedes venir cuando quieras. ─

─Perfecto, nos vemos más tarde entonces. ─ Abrí la puerta para salir y regresé a mi lugar, y después lo tomé por las mejillas para darle un beso.

─Nos vemos, guapo. ─ Sus ojos se cerraron cuando sonrió. Bajé del auto de prisa y justo cuando iba a entrar, alguien me tomó del brazo, no es que me hayan movido ya que no era tan fuerte, pero me hicieron voltear.

─Samuel. ─Samantha tenía esa característica sonrisa en su rostro. ─Cuéntame. ─ Se agarró de mi antebrazo y me llevó con ella hacia dentro del hospital.

─ ¿Qué sucede? ─

─Eso quiero que me cuentes, ¿qué sucedió ayer en tu cena familiar? ─Llegamos a registrar nuestra entrada y después a min oficina. ─Vamos, cuéntame. ─ Dejé mis cosas junto al sofá y me senté en la silla de mi escritorio. Samantha se sentó frente a mí. ─ ¿Y bien? ─ Insistió.

─Ayer fui a cenar a casa de Guillermo. ─ Ella me escuchaba muy atenta. ─ Su madre me ha tratado muy bien, no digo que antes me tratara mal, solo que <ahora se sintió diferentes. La comida estuvo deliciosa, parecía que veinte personas irían a cenar aunque solo éramos nosotros tres. Hablamos de diferentes temas y cuando era algo tarde Guillermo me llevó a casa. ─ Omití un poco de lo que pasó ahí. ─ Y como era muy tarde lo he invitado a quedarse, podría ser peligroso. ─

─ ¿Y se ha quedado? ─Samantha de repente se veía emocionada.

─Sí. ─

─ ¿Y qué ha pasado? ─

─Dormimos. Se ve tan hermoso durmiendo, se veía tan relajado, tan tierno, simplemente hermoso. ─

─Samuel, concéntrate. Cuéntame lo importante... ─ ¿Ella ya sabe que me pidió salir?

─Bueno, esta mañana cuando despertamos estuvimos hablando un poco y me pidió que fuéramos pareja. ─ Un chillido salió de la boca de Samantha... ─ Él me dijo que tenía planeado decírmelo esa noche cuando me llevara a casa, es tan lindo Sam. ─

Dr. De Luque  {WIGETTA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora