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Chocolate
🍶🍫🍶🍫

—No deberías ni tratarme con cuidado— dijo JiMin.

—No voy a cumplir tu deseo de morirte— le dije a JiMin.

—Algún día me tendrás que dejar solo y es ahí donde aprove...Aprovecharé para morir—no sabe lo aue habla.

—Debería reír porque no estás cien por ciento cuerdo pero no será así porque nunca te dejaré solo.

Lo observo para admirar su reacción ante mis palabras, solo veo como su cabeza se balancea de un lado hacia otro mientras está extendida hacia atrás haciendo ruiditos extraños.
Entrando a la habitación que reservé camino con JiMin hasta dejarlo sobre mi cama compartida con BamBam, que por cierto no creo que esté ya que no se escucha ruido alguno.

Con un surpiro estiro mis brazos para quitar el dolor que haber traído a JiMin en mis brazos, quito mis zapatos, pantalón y camisa dejándolas por ahí para acostarme bajo las mantas con JiMin al lado.

—Tengo hambre— dijo de repente.

Observo su rostro pálido y con ojeras demostrando lo cansado que debe estar, su cabello cortado en un honguito perfecto mientras que gracias a la ventana con cortinas corridas, la luz de otros edificios entra iluminando la oscura habitación y su cabello purpura platinado. Sus ojos cerrados dejando apreciar sus negras, largas y espesas pestañas y que de sus labios grandes con un color rosa pálido salen sonidos extraños pidiendo algo de comer.

Con una melancólica sonrisa limpio con mi antebrazo las traicioneras lágrimas que salen de su lugar; me arrepiento de haberle hecho tanto daño, él nunca tuvo la culpa porque nunca supo mis sentimientos, antes quiso contistarme. Con mi mano temblorosa tomo su cintura para acercarlo más a mí, tener de nuevo su calor junto al mío, alguna vez pensé que no lo volvería a tener.

—Haré cualquier cosa por tu perdón.

Me siento con cuidado para acercar mis dos manos al Jean que tiene quitándoselo para mejor comodidad dejando sus piernas a mi vista, la chaqueta mía de Adidas negra le llega a medio muslo así que no veo problema alguno. Levanto un poco las mantas cubriéndonos a los dos, escodo mi rostro en su cuello percibiendo esa calidad que me hacia falta.

—Jun-JungKook—susurra JiMin.

Saco mi cabeza de su pecho para mirar su ojos cerrados demostrando que todavía duerme, su rostro tranquilo me llama demasiado la atencion, jamás me tomé el tiempo de admirarlo así pero veo como ese azul oscuro del cielo poco a poco aparece trayendo con el la mañana. Llevo mi mano hasta la mesa de noche para cerrar las cortinas para dormir un poco.

—JiMin despierta— le susuro.

Removiéndolo un poco recibo quejidos por su parte, por mi lo dejaba dormir un poco más pero ya es hora de que coma algo, obviamente que se adapte a su gusto y saludable.

—Mmmhhh ¿qué pasa?

—Hay que desayunar.

Dejo el desayuno a un lado para tomarlo de su cintura ayudándolo a sentarse, tomo la badeja del desayuno dejándola sobre su regazo.

—Jungkook, no puedo desayunar solo.

Con una sonrisa sarcástica me acerco a su lado tomando el plato con fruta empezando a darle despacio para que no se atore.

—¿Quedaste satisfecho?— le pregunté a JiMin.

—Si.

Con un silencio incómodo me levanto de la cama hacia la cocina.

—JungKook.

Lo miro sobre mi hombro, ahora acostado palmeando un lado de la cama, si no fuera por la cordura que tengo hubiera dejado caer los platos al suelo. Dejo las cosas por ahí y lentamente me acerco a su lado.

—No tengo herpes— dijo JiMin.

Dudando un poco me acuesto a su lado seguido de taparnos con las mantas, bendita sea, estoy más incómodo que las sillas de un hospital.

—¿Qué pasa JiMin?

—¿Por qué me dañaste?

Sin responder algo agacho mi mirada.

—¿Por qué no me mandaste a la mierda? y ya, sin ningún dolor.

Levanto mis ojos encontrándome con los de él; llorosos y rojos con lágrimas como acompañantes de su descontento.

—¿Por qué me dijiste que me amabas si fue mentira?

—¿Quién dijo que no te amaba?

—Tú.

—¿Cómo sabes que fue verdad lo qué dije?

Tratando de reprimir una sonrisa melancólica siento como sus pequeñas manos en forma de puño me golpean en el pecho.

—¿Por qué eres tan cruel?— dijo con voz desgarradora.

Por su falta de energía a causa de la cirugía sus golpes son como los de un niño pequeño. Sin haberse calmado un poco lo acerco a mi pecho con un fuerte abrazo sin permitirle más golpes.

—¡Suelta...sueltamee~!— dijo un JiMin desesperado.

Con un grito de mi parte lo separo de un fuerte empujón casi haciéndolo caer al suelo, me hago a un lago un poco la bata dejando ver en mi pecho una marca roja de sus dientes.

—Casi me quitas el pedazo.

—Te odio.

Sin saber si tomarlo entre mis brazos o quedarme quieto tomo entre mis dedos un poco de su pelo empezando a darle vueltas.

—¿Te digo la verdad?

No escucho una respuesta de su parte así que lo miro encontrándome con sus hombros moviéndose hacia arriba  como niño caprichoso.

—Yo te adoro....Por no decir que tengo una obsesión contigo, así como tú la tienes con la leche.

Dedicado a : Spark0626

Milk (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora