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Chocolate
🍶🍫🍶🍫


Con JiMin llorando en mi hombro mientras le doy suaves caricias a su espalda para tranquilizarlo miro una serie en Netflix aunque cabe aclarar que los sollozos y absorbidas de mocos no me deja escuchar bien.

Con esto de las trasnochadas el horario de dormir está completamente desorganizado, ya son las dos de la tarde y el almuerzo hasta ahora lo pedimos.

—Calmate ya bebé— le dije a JiMin. 

—Pe-pero n-no...Puedo— dijo en medio del llanto.

Lo mejor será que se desahogue todo lo que quiera. Tomando el control remoto le subo un poco más al televisor para escuchar porque si no creo que me dará un ataque de pánico.

—Tú n-no me quieres.

—Claro que te quiero, olvida lo que dije— le dije mientras lo tomo de las mejillas.

—¿Entonces por qué lo hiciste?

—Por YugYeom, BamBam nunca lo quiso así que no quería que nos viera felices.

—No sé si parecerme lindo de tu parte u odiarte.

—Haz lo que en verdad quieras.

Y con esas palabras empieza a llorar de nuevo desesperadamente en mi hombro, aferrándome a él preparado para transmitirle calidez el timbre resuena en todo el lugar. Con quejas de su parte me separo de su cuerpo hasta llegar a la puerta abriéndole a la chica con nuestra comida.

—Gracias— le dije cuando sale de la habitación.

Con el carrito de comida me acerco a una mesita cercana; la verdad espero que sea comida deliciosa porque tengo muchos hambre. Sacando la tapa de encima de los platos mi estómago ruge por el delicioso olor que desprende la comida.

Poniendo toda la comida y lo demás que hayan traído en la mesa me siento en la silla, tomando los cubiertos empiezo a comer algo de ramen, pero no cualquier ramen si no el original de Japón.

—JungKook— escucho decir a JiMin en un susurro.

—¿Qué pasa?

Observando su rostro pálido acompañado con sus ojos rojos por llorar observo como su brazo se extiende señalándome algo, sigo su dedo hasta darme cuenta lo que me señala.

—No— le dije.

Con un sollozo de su parte miro la caja a JiMin,  JiMin a la caja y así unas varias veces, la verdad no sé si pueda tomar lactosa. Miro su rostro con un puchero y lágrimas.

—Toma— le dije extendiéndole la caja.

—No puedo.

Si no estuviera mirándome JiMin me pegaría un zape por lo estúpido que soy al no recordar su reciente herida a causa de la cirugía. Acercándome a él paso mis manos junto a mis brazos por debajo de su cuerpo para levantarlo entre mis brazos estilo recién casada, acto seguido llevarlo hasta la silla donde me siento con él sobre mis piernas.

Como si fuera flash toma entre sus manitas la caja de leche, que con un golpe en el pecho empieza a tomar del contenido, un poco embobado siento como sus piernas se balancean hacia atrás y hacia adelante como si fuera un niño que recibió un juguete para tranquilizarlo.

—Gracias— dijo JiMin dejando un casto beso en mi mejilla.

Al sentir sus labios en mi mejilla mi ojos se van hacia sus piernas desnudas, tragando pesadamente saliva me acerco a unos de los platos para seguir comiendo.

—¿Quedaste satisfecho?— le pregunté a JiMin.

Con una afirmación de su cabeza sigo sin observar su rostro en mi cuello, creo que le pagaría a alguien para que nos sacara una fotografía; él encima mío con una chaqueta de mi propiedad que tapa a penas su trasero, su cabello lila algo desordenado pero manteniendo su corte mientras que yo con unas bermudas de mi hermano acompañado de una camisa blanca.
Quitando disimuladamente a JiMin de encima mío recibo una queja por parte de él.

—No me quieres— dijo JiMin —solo te quieres apartar de mí.

Algo cansado de sus primeras palabras tomo con algo de rudeza su cintura acercándolo al máximo a mi cuerpo mientras que con mi otra mano libre tomo su mentón para unir sus labios con los míos. Dejando atrás un simple beso, mi lengua se introduce dentro su boca saboreando todo hasta encontrarme con su cálida lengua comenzado movimientos  excitantes e húmedos, de su boca sale un pequeño gemido provocando un escalofrío en todo mi cuerpo haciendo que aprete más el agarre en su cintura.

Dejando de lado su cintura me apartarto de él un poco pero sin dejar de darle besos hasta posicionarlo con una de sus piernas sobre mi cadera quedando yo entre sus piernas, los dos frente a frente. Con otro beso húmedo y chasqueante mis manos bajan hasta su trasero, que acariciándolo un poco me doy cuenta que ya no tiene bóxer, de su boca salen pequeños jadeos, bajo despacio mi bermuda sin dejar de acariciar con una mano su trasero.

De un rápido movimiento acerco su cuerpo más al mío quedando prácticamente pecho y pecho juntos para luego subir la chaqueta hasta la cintura que gracias a su pierna en mi cadera me deja el espacio sufiente para que de un solo movimiento introduzca mi pene en su entrada.

—¡Aah! N-no...Duele mucho JungKook—dijo casi sin aliento.

—¿Qué te duele?— le pregunté algo preocupado.

—Dos cosas.

Preocupado por su herida me quedo quieto hasta sentir su cuerpo menos tenso, con movimientos lentos empiezo las embestidas escuchado los lamenteros gemidos y quejidos de dolor en mi oido.

—Jimin te adoro.

Con esas palabras empiezo los movimientos bruscos sacando gemidos más altos, sus manos aferrándose a mis hombros mientras que con cada embestida gracias a la posición llega más profunda.

—Ahhg Jung.

Silenciando sus gemidos con mi boca cambio de posición quedando encima de él dando más fuerte mis embestidas. El aire haciéndonos falta me separo lentamente de su boca observando las expresiones de su rostro gracias al placer acompañado con lágrimas de sus bellos ojos.

—¡Ah ah ah!

Observo como su cuerpo se retuerce mientras su espalda se encorba dejando ver rastro de algo húmedo salir de la chaqueta, acerco una de mis manos hasta empezar con un vaivén lento en su pene.

—¡Justo ahí JungKook!

Obedeciendo su mandato doy justo donde me dijo sacando más gemidos fuertes de su boca, el placer, el sudor, las lágrimas y el perdón traen un potente orgasmo para los dos haciendo que JiMin deje salir un pequeño grito mientras que yo jadeo extasiado.

Sintiendo cosquillas en una parte muy íntima me muevo incómodo de un lado hacia otro algo fastidiado por no poder dormir. Miro hacia mi lado izquierdo entre sueño y sueño para ver el espacio vacío donde debería estar JiMin; sorprendido y con los ojos abiertos de par en par alzo las mantas encontrándome con una escena bastante comprometedora.

—¡Ah! ¿Qué haces JiMin?

—No encontré leche así que quiero probar si esto sabe igual— dijo con voz inocente.

Milk (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora