Capítulo 2: Un brazalete y una casualidad

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Al otro día desperté pensando en mi brazalete azul y en como me trató ese chico ayer.

-Emma: (¿Por qué ese chico me dijo bella? ¿Por qué me miraba así? ¿Acaso le doy lástima o qué? Mejor pienso en otra cosa o sino me voy a volver loca.) -pensé mientras me levantaba de la cama y me preparaba para ir a la escuela.

De camino a la parada del autobús;

-Carolin: Emma, ¿todavía estás triste por tu brazalete?
-Emma: Un poco.
-Carolin: Ojalá lo encuentres pronto -dijo poniendo su mano en mi hombro.
-Emma: Si -sonreí.
-Carolin: Mira, ya llegó el autobús.

Luego de subir al autobús comencé a hablar con Carolin hasta llegar a la escuela. Carolin y yo desayunamos y al terminar comenzamos a buscar el brazalete hasta que sonó la campana. Pasaron varias horas de clases hasta que sonó la campana indicando el almuerzo. Salí del salón y mientras caminaba hacia la cafetería miraba al suelo para ver si de casualidad encontraba mi brazalete. Antes de llegar a la cafetería me encontré a Ana y me acerqué para saludarla.

-Emma: Hola Ana
-Ana: Hola, ¿cómo estás?
-Emma: Bien y tu.
-Ana: Bien, oye Emma, ¿quieres almorzar conmigo?
-Emma: Si. Ana de casualidad no has visto un brazalete azul con un diamante azul y alrededor de color oro.
-Ana: Bueno hasta ahora no y además, así no es tu brazalete preferido.
-Emma: Si así es, se me perdió ayer.
-Ana: ¡Oh..! Que mal, pero ¿cómo se te perdió?
-Emma: Creo que cuando tropecé con un chico al salir apresurada del salón.
-Ana: ¡Tropezaste con un chico ayer! -abrió los ojos como platos- Pero, ¿cómo era, alto, bajo, lindo, feo, guapo, atractivo? ¿Cómo era? -Dijo con desesperación y muy ansiosa- Ven siéntate -dijo mientras me llevaba a una mesa en la cafetería - Ahora si cuéntamelo todo y con detalles -me dedicó una sonrisa de oreja a oreja.
-Emma: Está bien, tranquila te contaré todo -dije entre risas.
-Ana: ¡Yey!, y ¿qué te dijo luego de a ver tropezado con él?
-Emma: Pues se quedó callado mirándome a los ojos y luego de disculparme como por segunda vez me dijo que la culpa era de él por a ver tropezado con un chica tan bella como yo.
-Ana: ¡En serio dijo eso! -dijo con mucho asombro- ¿Y que tú hiciste?
-Emma: Me puse nerviosa y le dije que me tenía que ir.
-Ana: Y saliste corriendo, ¿verdad? -levanto una ceja.
-Emma: Si, como lo... -me interrumpió.
-Ana: Te conozco muy bien y me imaginé que saldrías corriendo. Pero, ¿por qué lo hiciste?
-Emma: Bueno en primer lugar no sabía que hacer y segundo tenía que buscar mi autobús antes de que me dejara.
-Ana: Bueno, pero era guapo o qué.
-Emma: Pues si, si era guapo.
-Ana: ¡Mmm! A mi me parece que .... -la interrumpí.
-Emma: Ni se te ocurra decirlo Ana.
-Ana: Está bien pero ¿cómo se llama?
-Emma: No lo sé.
-Ana: Que mal pero ¿tiene novia?
-Emma: Que se yo, creo que si. ¿Por qué?
-Ana: No por nada -dijo desviando la mirada.

Seguimos hablando durante el almuerzo hasta que sonó la campana.

-Campana: Ring...Ring...Ring...
-Ana: Ya sonó la campana, vayámonos a la clase -me agarró de una mano para no perdernos en la multitud de personas.

Mientras caminaba con Ana en el pasillo, un chico llegó corriendo y tropezó conmigo tirándome al suelo.

-¿?: Perdóname no te vi -dijo ofreciéndome una mano- Oye, ¿que no eres tú la chica con la que tropecé ayer?
-Emma: Si, si soy yo.
-¿?: Que casualidad que volviera a tropezar con la misma chica no.
-Emma: Si verdad.
-Ana: Siento interrumpir, pero nos tenemos que ir -me tiro de un brazo.
-¿?: Adiós.
-Emma: Adiós -dije mientras comenzaba a correr para llegar a la clase.

Narra el chico:

Luego de despedirme de ella se acercó mi mejor amigo Adrián y me tiro de un brazo para entrar a la clase.

-¿?: (Tengo que volverla a ver. Esa chica realmente es hermosa.) -pensé.
-Adrián: En que piensas Leo.
-Leo: En nada, ¿por qué?
-Adrián: No por nada.
-Leo: (Definitivamente tengo que volverla a ver. Se me olvido devolverle su supuesto brazalete porque no estoy seguro de que sea de ella.) -pensé.

Juntos por un lazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora