Amor Sin Límites || Diego Laínez y Edson Álvarez (Adaptada) ✓

Capítulo 21 || Amor sin Límites

— ¿Qué? no voy a hacer eso Galilea -dijo caprichoso.

— ¿Se te ocurre una mejor idea? -agité mis brazos.

La única idea para poder ayudar a Diego a que escape -si a que escape, no se que estoy haciendo pero, no quiero que lo atrapen- era de que saliera conmigo delante de los policías tomándome como rehén, pues otra alternativa le era entregarse y eso no era lo que él quería.

— ¿Estás lista? -dijo agarrando su arma.

— Si, vamos -dije decidida.

Diego se acercó a mi y me besó tiernamente en los labios.

— Te prometo que volveremos a vernos -dijo cerca de mi boca. Yo solo le sonreí y me gire para que me tomara por detrás.

Afuera todos los policías estaban preparados con sus armas esperando la señal de Edson, pero él al ver que Diego salía con Galilea tomándola de rehén, se puso como loco.

— No hagan nada, tiene a Galilea -gritó.

— Así que tú eres el famoso Edson ¿verdad? -dijo Diego riéndose malditamente.

— Suéltala imbécil, ella no tiene nada que ver, entrégate no tienes alternativa -dijo Edson apuntándole con su arma.

— Tú no me das miedo, ni tú ni todos esos polizontes... -dijo haciendo una mueca.

— ¡Sije que la sueltes! -gritó acercándose a ellos con toda furia.

— Heey, quieto ahí -apretó el percutor del arma -un paso mas y le disparo -dijo amenazante, pero no era cierto, no le dispararía a Galilea por nada en el mundo.

— Te mataré, lo juro -dijo entre dientes sosteniendo su arma.

— Diles que bajen sus armas y le tiren donde pueda verlas -le ordenó. Yo no decía ni una palabra, solo quería que Diego escapara.

Edson  lo miró fulminante, la rabia que tenia era inexplicable.

— ¡Hazlo! -le gritó Diego.

— Háganle caso -le indicó Edson a los policías que lo obedecieron enseguida.

— Tú también, ¿piensas que soy idiota? -dijo burlonamente Diego.

Edson dejó su arma en el suelo.

— Ahora suéltala -le dijo suplicando.

Diego solo dio una carcajada

— ¿La quieres? ahí la tienes -dijo empujando a Galilea sobre Edson para poder escapar corriendo.

— ¡Disparen! -gritó Edson agarrando su arma del suelo.

— ¡No! -empujé a Edson haciendo que tirara su arma para que no le dispara. Edson me miró fulminante, y salió detrás de Diego junto con los demás policías pero de todos modos no pudieron atraparlo.

Me quedé recostada en el frente de la patrulla, algunos policías a mi alrededor procurando de que me encuentre bien.

— Estoy bien, gracias -dije fría. Edson se acerco a mi.

— ¿Estás bien? -me miró serio.

Baje la vista

— Si, solo quiero irme a casa -Edson me abrazó pero lo sentí distante en ese abrazo.

Llegamos a casa y me di una ducha y nos acostamos a dormir, Intenté hablarle pero él solo me dijo que estaba cansado y que quería dormir.

En la mañana desperté y no vi a Edson a mi lado, me resulto extraño... me vestí y salí para hablar con él, tenía que aclarar todo lo sucedido y de seguro me regañaría.

~~

Estaba en mi despacho viendo unos archivos cuando recordé lo que había pasado entre Diego y yo, anoche y una sonrisa salió de mi... sonará loco explicar como pasas de odiar tanto a una persona a desearla como lo hago con Diego, él ahora no es mi enemigo... es mi fruto prohibido.

— Galilea, el señor Peláez quiere verte.

— Ok ya voy -dije seria.

Esta bien, ahora si me regañará ese viejo amargado, pensé mientras salía de mi oficina. Golpee antes de entrar

— Pasa.

Entré y vii a Edson ahí, solo me dió una mirada fría y luego la bajo.

— ¿Quería verme señor?

— Siéntate Salazar -dijo serio- tengo nuevas órdenes para ti -dijo recostándose sobre su silla. Miré a Edson de reojo y él solo tenía la vista baja.  

Corregido ✅