Capítulo 27 || Amor sin Límites

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De nuevo caí en sus manos, hice el amor con Edson hasta quedarme sumamente agotada, me dormí enseguida en sus brazos, estaba demasiado cansada como para pensar o hablar.

A pesar de que Edson le hizo el amor a Galilea, él estaba molesto por que él sabia que ella estaba enamorada de Diego, pero no molesto con ella, sino con Diego, que por su culpa no puede consolidar su relación con ella. Estaba despierto, pensativo con Galilea dormida sobre su pecho, cuando el celular de ella suena en el sillón, se levantó, se puso su pantalón y fue a atender sin saber quien estaba del otro lado de la linea.

— ¿Hola? -atendió. Nadie contesto solo se escuchaba una respiración, Edson enseguida se dio cuenta de que era Diego y enfureció- ¿qué mierda quieres cabrón? ¿para que la llamas? -dijo furioso.

Diego dio una carcajada.

— Que mierda te importa a ti para qué la llamo -dijo riéndose.

— Soy su novio ¿eso no te dice nada? -dijo enseguida.

— Si eres su novio, sé ve que no la satisfaces en lo que ella quiere, porque conmigo si lo disfruta -dijo malditamente. Edson estaba rojo de furia.

— No te acerques a ella, será mejor que no te vea ni a cien metros de ella por que te juro que te mataré infeliz -decía mientras miraba que Galilea no se despertara.

— No te tengo miedo ni a ti ni a nadie y ¿sabes? no me alejaré de ella por que la amo y ella me ama a mi.

— ¡Eso no es cierto! -gritó furioso.

— Si lo es, pregúntale lo que me decía cuando yo le hacia el amor -dijo riendo. Edson no le contestó y le cortó, se llevó el teléfono de Galilea al baño y lo lanzó al inodoro apretando el botón de descarga.

Volvió y se sirvió un poco de nuvo para tranquilizarse, se sentó en el sofá aún enojado, él estaba dispuesto a hacer lo que fuera con tal de no perder a Galilea, por eso algo se traía en mente.

~~

— Buenos días princesa, despierta -dijo besándola y sirviéndole el desayuno en la cama.

— Buen día -le dijo algo incómoda, era raro hablarle bien, hace días que no lo hacíamos.

— ¿Cómo estás? -dijo acariciando mi mejilla.

— Bien ¿por? -lo miré rara.

— Por nada bebé, oye, ¿por que no faltas al trabajo hoy y te preparas y en la noche vamos a cenar? -dijo sonriendo esperanzado.

— Es que tengo varios archivos que terminar y... -me interrumpió.

— No te preocupes, yo los termino por ti -dijo amable.

Pues no era por maldita, pero no quería ir a cenar con él y la única excusa era esa, pero él se ve que esta muy interesado.

— Oye Edson, si haces esto para que te perdone, no tienes que hacerlo -dije seria.

— Lo hago por que te amo, eres mi princesa bella y quiero complacerte en todo -dijo sonriéndome y dándome un beso. Le sonreí a medias y baje la vista incómodamente.

— Bueno, debo irme ¿si? cuidate, te amo -dijo besándome y agarrando las llaves de su auto.

En cuanto a mí, me levanté, me di una ducha, ya que no iría al trabajo hoy, me puse ropa cómoda y encendí la radio para escuchar un poco de música. Me pareció raro no ver mi celular sobre la mesa si yo me acuerdo bien que lo dejé ahí anoche, lo busqué y lo busqué, di vueltas toda la casa pero no pude encontrarlo, muero si llego a perder mi celular, no podría recibir llamadas de Diego y no sabré de él.

~~

— Señor, usted sabe que cuenta conmigo, pero no quiero perder mi trabajo por hacer eso que usted me pide...

— Tranquilo, yo te pagaré el triple de lo que ganas aquí, tú solo tienes que hacer lo que te dije y nada mas -dijo Edson misterioso.

La ansiedad de Edson por atrapar a Diego era inmensa que estaba dispuesto a cometer semejante cosa como la que tenía en mente.

~~

— Mi amor, llegué -dijo Edson dejando su arma sobre la mesa.

— Ah, hola, ya estoy lista -dijo Galilea luciendo un vestido azul algo corto pegado a su cuerpo.

— Wow, te ves hermosa -dijo acercándose a ella y besándola en los labios.

Me aparté de él.

— Gracias, oye ¿no viste mi celular? -dijo seria.

— Eh... No, no lo he visto -dijo nervioso- me doy una ducha y nos vamos -dijo ignorando lo que ella le dijo.

Le pregunto por mi celular y él como si nada, ¿y ahora que hago si Diego me llama? Oh, me siento de muy mal humor.

— ¿Vamos? -dijo saliendo listo, lucía bonito vestido de negro.

— Si, vamos -dije levantándome de mala gana del sofá.

En el camino un poco de música hizo que el ambiente no fuera tan tenso ya que ninguno de los dos hablaba, llegamos y nos dieron una mesa al lado de la ventana, trataba de disimular mi mal humor pero me era imposible.

— Galilea ¿no te gusta el lugar?

— si, si me gusta -dije seria.

— ¿Y por qué tienes esa cara mi amor? -dijo Edson desilusionado.

— Es que me duele un poco la cabeza -mentí.

Después de cenar le dije que me llevara a casa, lo que al principio había sido una mentira, ahora era verdad por que empezó a dolerme mucho la cabeza. Subimos al auto, arrancamos y nos fuimos, me sorprendí al ver un auto que paso muy cerca de nosotros a toda velocidad.

— Ah, estos pendejos que toman la calle para correr carreras -dijo molesto Edson, dí una leve risa, él me miró sonriente pero de pronto me asuste mucho cuando...

Corregido ✅

Amor Sin Límites || Diego Laínez y Edson Álvarez (Adaptada) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora