Amor Sin Límites || Diego Laínez y Edson Álvarez (Adaptada) ✓

Capítulo 35 || Amor sin Límites

Galilea no veía la hora de tener los verdaderos resultados y saber si el bebé que tenía en su vientre era de Diego o no, mientras tenía que seguir soportando que Edson la sofoque.

— Mira lo que traje princesa -dijo entrando con un carrito para bebés.

— Edson, esto es... -la interrumpió.

— Es hermoso, lo sé -dijo sonriente.

— Es muy adelantado... -dijo de brazos cruzados.

— No, claro que no mi amor -la besó- esa pancita crecerá rápido.

Galilea rodó sus ojos, Edson la sofocaba con sus locuras, en poco tiempo se convirtió en una persona totalmente diferente a la que era.

Mientras Edson dormía plácidamente, Galilea estaba en la terraza, no podía dormir, su mente estaba confundida, se sentía agobiada, puso su mano en su vientre y las lágrimas le caían, no soportaba la idea de que Edson sea el papa de ese bebé.

— Tú no tienes la culpa, te amaré seas de quien seas -dijo sonriéndole, hablándole a su bebé.

Necesitaba a Diego, y la idea de tener que ser ella quien lo atrape, hacía que su corazón se rompiera en mil pedazos. Nunca en su vida imaginó que se enamoraría de un criminal, alguien totalmente contrario a ella, pero Diego le demostró quien en verdad era y se ganó su corazón. Pero ahora sentía que lo perdería para siempre, al decirle que el bebé no era de él lo perdería para siempre y ella estaría atada de por vida a Edson. También se sentía sola, tener que estar en medio de dos hombres diferentes, y no poder saber que hacer con sus sentimientos.

Edson la atormentaba, ya no la hacía sentir como una princesa, como él decía, ahora ese amor que en un principio él sentía, ahora se transformo en una obsesión cada vez mas fuerte.

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— ¡Deja de gritarme!

— ¡No estoy gritándote Galilea, tu estás gritando! -dijo Edson alterado.

— No aguanto esto... -comenzó a llorar.

— Es demasiado tarde para volver atrás Galilea, sólo acepta que tú y yo estaremos siempre juntos -dijo obsesivo.

— ¡Es que yo no quiero estar contigo! -le gritó y él la tomó del cuello- estás lastimándome -lloraba.

— Eres mía y de nadie más ¿entiendes? -le gritó cerca de la cara y Galilea sintió por primera vez pánico y miedo, Edson se veía furioso y temió de que la golpeara.

— Suéltame por favor -decía llorando, y Edson volvió a la realidad, la situación se le estaba yendo de las manos.

— Lo siento, lo siento ¿ves lo que me haces hacer Galilea? -dijo alterado. Ella lloraba, sentía un gran dolor, lo que él le daba no era amor- perdóname -la abrazó y ella permaneció inmóvil entre sus brazos.

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Ya pasaron 5 días de que Galilea se hizo de nuevo los estudios, sólo queda esperar la verdad y cuando todo parecía estar bien, Edson y ella no hablaban desde aquella discusión en la que él la tomó del cuello bruscamente. Pero cuando todo parecía calmarse para Galilea, lo que menos quería que llegara, estaba por suceder.

— Tenemos que hablar Galilea -le dijo Edson cuando ella estaba de espaldas en el balcón.

— No quiero discutir de nuevo.

— No es para discutir Galilea -dijo alterado enseguida.

— ¡Déjame! no quiero hablar ¿no entiendes? -dijo mirando hacia la nada.

Edson se veía serio.

— Era para decirte que el operativo para atrapar a Diego se pondrá en marcha mañana -dijo yéndose y Galilea lloró al escucharlo decir eso.

10 DÍAS PARA EL OPERATIVO:

— Lo que haremos es infiltrar a alguien para que coloque una cámara en el lugar, tú Miguel entrarás, fingirás ser un cliente y te meterás por las tuberías y pondrás la cámara ¿entendido? -dijo Edson.

— ¿No se dará cuenta?

— No, es tan idiota que no lo notará, creeme -dijo burlonamente.

— Pero ¿cómo sabemos que él volverá aquí?

— Él tiene a alguien que no está muy conforme con él y nos esta ayudando -dijo refiriéndose a Haret.

— ¿Y no crees que Galilea intentará ayudarlo?

— Eso es seguro, pero estoy arreglando ese asunto. -dijo sonriendo maliciosamente mirando a otro de los oficiales.

Edson volvió al departamento y al entrar la vió dormida en el sofá, se acercó a ella y la miraba detenidamente.

— Eres tan hermosa princesa, eres mía aunque ames a otro... juro que lo que hago lo hago por que te amo -le decía mientras ella dormía. Se alejó de ella para atender el teléfono que estaba sonando.

— Dime... ¿qué? no, no ella no puede saberlo... oye te dije que no pasará nada, deja de llamarme... todo saldrá bien, si va a funcionar. -decía pero no se dio cuenta de que Galilea estaba oyéndolo todo.

— ¿Qué es lo que funcionará? -dijo mirándolo con el ceño fruncido.

Él se giró exaltado sin saber que responderle...

Corregido ✅