Amor Sin Límites || Diego Laínez y Edson Álvarez (Adaptada) ✓

Capítulo 38 || Amor sin Límites

— ¿Pero qué haremos? -lo miré confundida.

Diego se fue, me dijo que en unos días todo cambiaría para siempre, que él regresaría por mí y que cuidaría a mi bebé fuera de quien fuera.

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Edson llegó y mi actitud fría y distante con él no cambiaba, aunque él no lo aceptara.

— Oye, ¿cómo crees que le pondremos de nombre? -preguntó sonriente mientras cenábamos, él rompió el silencio que había.

— No lo sé Edson, todavía no hace un mes, aun no sabemos si sera nene o nena -reí a medias.

— Si es nena me gustaría ponerle Alishared ¿qué te parece? es un hermoso nombre -dijo mirándome feliz

Suspire pesadamente

— Edson... -pero me interrumpió.

— Si es nene me encantaría ponerle Arath -siguió hablando.

— Esperemos a saber el sexo ¿si? -dije más tranquila.

— Galilea, estoy tratando de ser amable contigo y solo me tratas con frialdad -dijo molesto.

— Es que estás apurando las cosas Edson, por favor, déjame respirar -le supliqué.

— Está bien Galilea, está bien, lo siento, no quise ponerte mal -dijo culpable.

— Gracias -me levanté de la silla dispuesta a retirarme de la mesa y él solo se quedó pensativo un largo rato.

En cuanto a Diego, él ya sabía lo que Edson iba a hacer, por eso hizo ese plan con Galilea para el día del operativo, pero ahora había otra cosa que lo preocupaba ¿quién es el que lo traicionó? desconfiaba de muchos pero no quería creer que él... él, su mejor amigo, podía haber sido el que lo traicionó, Haret no, no podía ser él, todos menos él... su amigo, su hermano del corazón, como le decía, no podía ser él quien lo haya entregado con el FBI.

— ¿Qué tienes? ¿por qué esa cara? -le preguntó Haret mientras lo veía entrar.

Diego lo miró y el pensamiento de que podía ser él el que lo haya traicionado lo ponía mal.

— Nada, no te preocupes -le contestó frío y se metió en su despacho.

Haret sacó su teléfono y llamó a Edson y le dijo que Diego regresaba de ver a Galilea. Pero Diego no podía aguantar lo que sentía, entonces volvió a salir dispuesto a hablar con él pero se encontró con otra cosa.

— Que si Edson, Diego fue a ver a Galilea, deja que averigue que se trae y te llamo -dijo Haret colgando y levantándose sonriendo de lo que estaba haciendo- pero Diego estaba ahí mirándolo.- hermano, yo puedo explicarte... -le dijo mientras Diego se acercaba furioso a él.

— ¿Explicarme qué? ¿qué eres la mierda que me entregó con el FBI? -le gritó y Haret sólo bajó la vista un momento y la volvió a subir.

— Diego, tú te lo buscaste por meterte con esa policía -lo desafió- te advertí que no te metieras con la mujer de un policía y tú como idiota caíste.

Diego estalló de furia y al terminar de hablar lo golpeo en la cara haciéndolo caer al piso. Otros de sus hombres entraron alarmados por el ruido.

— ¡¡llévense a esta mierda de mi vista!! -gritó fuera de si.

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— Que si Edson, Diego fue a ver a Galilea, deja que averigue que se trae y te llamo -dijo Haret.

— Ok, gracias por decirme -dijo Edson con la mirada fría y con la ira a punto de estallar.

— Edson ¿no viste mi libreta? -dijo Galilea despreocupada.

— No, no la vi -respondió frío.

— ¿Qué te pasa? -frunció el ceño.

— Nada Galilea, nada, es que estaba pensando en que mañana cambiare las cerraduras -dijo yéndose.

— ¿Pero por qué? -le preguntó mientras se iba.

— Porque si.

Galilea no entendía que le pasaba, hizo como si nada y se acostó a dormir, le dolía mucho la cabeza.

8 DÍAS PARA EL OPERATIVO:

Al otro día, Edson y Galilea fueron por algunas cosas para la casa, Galilea estaba viendo si comprar una batidora nueva o una nueva tostadora y se acercó al chico que atendía ahí, era bonito pero Galilea no estaba para esas cosas.

— Ah, entonces ¿tú dices que esto es mejor? -dijo riendo refiriéndose a la tostadora.

— Si claro, aunque a ti cualquier cosa te quedaría bien -dijo coqueteandome ¿acaso no veía que estaba embarazada?

Solo le sonreí incómoda y vi a Edson acercarse serio.

— ¿Todo está bien? -dijo abrazándome y mirando serio al chico.

— Si si todo bien -sonreí a medias.

— Disculpa, ¿tú eres...?

— El que te arrancará los ojos si te vuelves a acercar a mi novia -dijo acercándose desafiante.

— Basta, vámonos -lo jalé, si lo dejaba un segundo más no se que pasaría.

Salimos del lugar y yo me sentía algo mareada así que le pedí que me lleve a casa. Me acosté y me quede profundamente dormida y cuando desperté sus manos rodeaban mi cintura, mas bien mi vientre, las quité disimuladamente y me giré a verlo, pensaba en lo tonta que fui al creer que él iba a ser el hombre de mi vida... verlo dormir me recordó la primera vez que estuvimos juntos y ahí fue cuando Diego no había aparecido en mi vida como lo hizo ahora... pero también me doy cuenta de que si Diego no aparecía, yo me hubiese quedado con Edson y no me hubiese dado cuenta de como es él realmente.

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La furia y el dolor de Diego al darse cuenta de que Haret lo había entregado, era inmensa que aunque le doliera en el corazón hacer lo que iba a hacer, Haret se lo tenía merecido.

— Señor ¿Qué haremos con Ortega? -preguntó uno de sus hombres.

Diego guardo silencio un momento y respondió de repente...

Corregido ✅