¿Qué hay con esa?

Capítulo 19

SKYLER

-Creo que esto es demasiado...- me miré al espejo una vez más tratando de convencerme de que iba adecuada para la ocasión -Es una cena con mi padre, no con la reina de Inglaterra - Lizzie y Kate me habían llamado por skype hacía ya unas dos horas. Habíamos hablado sobre nuestras posibles parejas y vestidos para el baile de otoño. Les había comentado que esa noche saldría a cenar con mi padre y básicamente habían elegido lo que llevaba puesto, un vestido celeste de tirantes que me había regalado Isa, una amiga de Canadá, para mi cumpleaños del año anterior.

-¡Es perfecto! Como te lo cambies, juro que salto por la ventana de Dan y te lo pongo de nuevo a la fuerza.- rodé los ojos divertida y levanté las manos en señal de derrota. Al fin y al cabo era un vestido bastante bonito.

-Te queda genial, Sky. Es perfecto.- Liz me sonrió a través de la pantalla a lo que yo le devolví el gesto. Me parecía increíble como chicas como Kate y Lizzie me soltaran siempre ese tipo de piropos cuando ellas en realidad eran unas verdaderas diosas, impresionantemente guapas.

-De acueeeerdo, me dejo este. - sonreí a mi ordenador una vez más.

-Cuando acabes de cenar ¿vendrás al Golden Mile? Hemos quedado todo el grupo allí para beber algo y pasar el rato.- Kate me miró esperando una respuesta, al igual que Lizzie, que acariciaba a su gato mientras miraba detenidamente la pantalla.

-Quizá me pase un rato, depende de mi padre.- me encogí de hombros.

-De todas formas, avísame y te vendré a buscar.- me replanteé la propuesta de Lizzie, ya que podría llevar yo mi coche pero terminé por aceptar. Tras unas cuantas llamadas por parte de mi padre desde el piso de abajo, me despedí de las dos chicas y bajé lista para irme.

-¿Nos vamos ya, cariño?- dijo un poco inquieto. Fruncí levemente el ceño ante su tono nervioso pero acabé asintiendo sin darle muchas vueltas.
A decir verdad, se había estado comportando raro desde que me había dado el colgante. Nos subimos al coche y tardamos unos diez minutos en llegar al restaurante. Mi padre me estaba poniendo de los nervios. Para lo único que hablaba era para responder a alguna de mis preguntas o comentarios con simples monosílabos. Estaba empezando a pensar que me había traído a cenar para darme una mala notícia, pero vamos ¿qué tan mala podía ser?

***

-¡Hola, Skyler! Pero que guapa estás.- tras salir de mi trance al ver a Vanessa  caminar hacia nosotros, traté de sonreír, pero apuesto a que mi intento de sonrisa había parecido de todo menos lo que en realidad debía ser, una sonrisa. Estaba cabreada. Muy cabreada.

-Papá ¿podemos hablar un momento?- la miré por un instante -A solas- añadí entre dientes. Vanessa se dirigió a la mesa en la que supongo que cenaríamos aquella noche. Mi padre asintió algo inquieto y comenzó a caminar detrás de mí hacia una esquina del restaurante.

-Skyler...-

-¿Se puede saber que hace ella aquí?-

-Bueno...- bufé esperando a que lo soltara ya, por lo menos podía ser claro. -me apetecía que...bueno, ya sabes, cenáramos juntos. Es solo una amiga  Sky.- suspiró -Por favor, quédate, lo pasaremos bien, ella es una buena persona.-
Me lo replanteé durante unos instantes, no porque me apeteciera a mí, sino por mi padre. Además, obviamente era una simple cena de amigos, habían quedado como tres veces, era imposible que tuvieran algo más. Suspiré y me dirigí a la mesa  donde una Vanessa con una gran sonrisa nos esperaba. Me senté y saqué el móvil. Era cierto que iba a quedarme a cenar, pero no pensaba unirme a la conversación de estos dos. Vanessa seguía sin darme buenas vibraciones y no creo que eso cambiase. No por el momento.
La cena transcurrió tranquila, ellos habían hablado, yo había estado con el móvil (escuchando su conversación de vez en cuando), todos contentos. Aunque como siempre, algo tenía que pasar.