Tenía una pinta lamentable, de eso no tenía ninguna duda, especialmente cuando su cara quedó completamente expuesta a la luz del baño de su casa. Agradecía con toda mi alma que Zoey y los padres de Alek no estuvieran en casa aunque se acabarían enterando tarde o temprano.
-Deberíamos ir a un hospital a que te revisen, podrías necesitar puntos- se dirigió a grandes zancadas hacia el baño de su habitación, cogió el botiquín y lo puso sobre la cama para luego abrirlo y sacar lo necesario para curarse el labio, partido una vez más -¿Piensas hablarme al menos?- se dio pequeños toques sobre la herida y trató de esconder una mueca de dolor mientras se giraba para mirarme.
Estaba enfadado, era evidente. Quiero decir, ¿A quién diablos le gustaba tener la cara de esa manera?
-No Skyler, no vamos a ir al puto hospital, ¿vale? Así que ya puedes largarte.-
Normalmente, lo hubiese enviado a la mierda y me hubiese ido de inmediato después de gritarle lo imbécil que era, sin embargo, y tras contar hasta diez, me acerqué a él y lo miré a través del espejo mientras se limpiaba la herida. Era increíble lo guapo que era, hasta con la cara en tales condiciones.
-Dame eso.- le cogí el pequeño algodón que sostenía y le señalé la cama con la cabeza para que se sentara ya que era más alto que yo. Sorprendentemente me obedeció y se sentó en la cama. Comencé a curar la herida lentamente mientras mi otra mano reposaba ligeramente en su mandíbula. Su semblante se relajó mientras me observaba con atención. El hecho de que su mirada estuviera completamente fija en mi cara me ponía de los nervios y en ese momento solo pude rezar para no tener un moco o un grano del tamaño del Everest en la cara. - Si esta mañana me hubieran dicho que terminaría en tu casa curándote un labio partido por segunda vez...- Observé un atisbo de sonrisa en su cara e inmediatamente una se instaló en la mía. -Definitivamente le hubiera creído.- reí y seguí dando pequeños toques suaves.
Nos quedamos callados por un minuto mientras yo terminaba mi trabajo. Moría de ganas por saber que le había pasado. Estaba a la vista que se había peleado pero quería preguntarle con quien y por qué.-Lo siento- me aparté de él tirando el algodón a la basura y me senté a su lado.
-¿Por qué lo sientes?- no despegué la mirada del suelo. No quería que se pusiera a la defensiva y se cerrara como una almeja como usualmente hacía.
-Por todo, por lo de Fred, por ser un capullo contigo, en fin, por todo.- levanté la vista y le miré. Pude ver lo morado que tenía el ojo izquierdo haciendo que este se cerrara ligeramente. -Es solo que no sé como debo actuar cuando estoy contigo, es complicado. - apartó la mirada e imitó mi acción anterior dirigiéndola al suelo.
Entendía perfectamente cómo se sentía porque yo estaba exactamente igual.-Yo también lo siento. Digamos que tampoco te lo he puesto nada fácil.- sonrió burlón sin despegar la vista de la moqueta -Además, yo no...no quería que Fred y tú os pelearais por mí, de verdad que te agradezco lo que has hecho, muchísimo, pero... No quiero que perdáis vuestra amistad por mi culpa.-
-¿Qué?- negó con la cabeza, -No es culpa tuya, es decir lo que pasó con Jenny fue una de las razones pero, su actitud, todo lo que me dijo... Siento que ya no le conozco. De cualquier manera tú no tienes nada que ver.- asentí nada convencida puesto que seguía pensando que era la culpable y, claro que lo era. -Skyler, mírame- subí mis ojos a los suyos mientras una de sus manos se instalaba con delicadeza en mi mejilla. -No tienes la culpa de nada, ¿de acuerdo?- movió su dedo pulgar alrededor de mi pómulo dibujando pequeños círculos. Estábamos muy cerca y de verdad que me estaba poniendo extremadamente nerviosa. Sabía que íbamos a besarnos y a pesar de las malditas ganas que tenía de hacerlo, no debía. No quería enamorarme de Alek y a pesar de que todavía no estaba enamorada de él, sabía que me gustaba y que iría a más sino lo detenía aquí. Teníamos que ser solo amigos. Sería más fácil así. Así es como debía ser.
Me separé de él bruscamente mirando la hora en el móvil y me levanté de la cama con él imitando mi acción -Creo que debería irme, es tarde y mi padre estará como loco-
POV ALEK
Se levantó y yo hice lo mismo. No quería por nada que se fuera. Resultaba abrumador tenerla tan cerca, perdía completamente el juicio y solo podía pensar en sus labios sobre los míos.
La seguí a la puerta principal en un incómodo silencio y me sorprendí cuando depositó un beso en mi mejilla cerca de la comisura de mi boca. Me tenía loco, quería besarla. Tenía tantas ganas de besarla que tuve que contenerme mucho para no hacerlo, puesto que ya me había dejado en claro que ella no quería.
Justo en el momento en que abrí la puerta, el Mercedes de mis padres apareció delante de casa.-Mierda- Skyler me miró aterrorizada y escaneó mi cara una vez más. Si otra hubiera sido la situación me hubiese hasta reído de ella. Mi padre llevaba a una dormida Zoey en brazos y mi madre iba a su lado ajustándole la chaqueta para que no tuviera frío. Skyler y yo estábamos completamente inmóviles mientras mis padres se acercaban a nosotros y se iban dando cuenta del estado de mi cara.
-¡Alek, cariño! ¿Que te ha pasado?- mi madre se acercó corriendo a mí y
tocó mi ojo hinchado con preocupación. Mi padre dejó a Zoey rápidamente en su habitación y luego bajó de nuevo lanzándome una mirada acusatoria -¿Que te ha pasado?- me quedé callado sin saber que decir -¿Te has vuelto a meter en otra pelea, verdad?- soltó entre preocupado y cabreado. Miré a mi madre, que tenía los ojos vidriosos sabiendo que en cualquier momento se largaría a llorar.Joder.
-No, señor Hills, Alek y yo fuimos a patinar sobre hielo y el muy torpe se cayó y se dio de lleno con uno de los bancos que había en las esquinas de la pista- no me acordaba de que Skyler seguía ahí hasta que había escuchado su voz. Me miró para que le siguiera el juego. -Le insistí para que fuéramos al médico pero no hubo caso, y me prometió que iría mañana- el semblante de mis padres se relajó. -¿Verdad, Alek?- asentí ligeramente algo confuso.
-Sí, ella me trajo a casa y me curó-
-Querida, muchísimas gracias.- mi madre le cogió ambas manos -El bruto de mi hijo no tiene remedio. Y tranquila, ten por seguro que mañana iremos al médico a que le revisen- me fulminó con la mirada.
-¿Vosotros dos sois pareja?- soltó mi padre repentinamente. Skyler abrió mucho los ojos y comenzó a negar con la cabeza repetidas veces a la vez que movía sus manos con nerviosismo. Reí.
-No papá, solo somos amigos- el asintió lentamente con una sonrisa burlona.
-Ya veo. Bueno, por las molestias que te has tomado y como "amiga" suya, y si vienes el domingo a cenar a casa?-
-¡Claro! Es una estupenda idea, cariño. Además Zoey estará encantada.-mis padres miraron a Skyler esperando una repuesta y ella solo buscó mi mirada. Le sonreí de la forma más convincente que pude.
-Si les dices que no, me echarán la culpa a mí- reí al llevarme un zape por parte de mi padre.
-Bueno... Está bien- sonrió algo tímida y me miró. Le guiñé un ojo provocando que se ruborizara.
La idea de que Skyler viniera a casa a cenar con mi família me había puesto del mejor de los humores. Mi día se había arreglado en tan solo dos horas con ella.
¿Qué narices me estaba haciendo?
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¿Qué hay con esa?
JugendliteraturA causa de la muerte de su madre, Skyler Wait se ve obligada a dejar su ciudad natal para mudarse a Los Angeles. Es una chica difícil de manejar, orgullosa, cabezota y tal vez un poco entrometida, cosa que no gustará para nada a Alek Hills, un apues...