❣️Bitter Omega: Un exitoso Omega, activista de los derechos igualitarios y que odia la idea de depender de un Alpha conoce a su 'pareja destinada' en un conservador Alfa mientras su mejor amigo se enamora cada día más de él.
❣️Sweet Omega: Un profes...
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Por Fiet
Cuando el entro a la oficina debí saltar por la ventana, habría sido mucho mejor que esto.
─ ¿Soy un omega? ─interrogue a mi reflejo en el espejo, la mordida en mi cuello era horrorosa, casi podía sentir el aire pasar bajo mi piel, pero increíblemente no dolía.
Alexander, el chico de diecisiete años que la había hecho y que no estaba seguro de que se llamara así de todos modos me contesto─ Si, mi omega.
Mire mi reflejo una última vez y le mire a él incrédulo de su descaro mientras se colocaba los pantalones─ ¡Es imposible! ¡Soy un beta, voy a casarme en unas semanas y yo nunca he tenido un celo!
El chico moreno bajo la vista unos segundos mirando la fotografía en mi escritorio, mi novia y yo abrazados luego de que ella aceptara el anillo─ Casi te casas sin saber nada de ti mismo, de nada.
─ ¡Te denunciare por violación! ─reclame tomando el abrecartas de mi escritorio, salte sobre el dispuesto a clavarlo en su cuello, pero todo lo que termine haciendo fue frotar mi mejilla con su pecho olisqueándole, momento que el aprovecho para quitarme mi arma de protección dejándola en Dios sabe dónde─ ¿Qué demonios se supone que haga ahora?
─Dejarme ir, primero que nada, llevamos tres horas con esta escena y tu teléfono no ha parado de sonar ─Entonces recupere mi propio cuerpo nuevamente, enterrando mi tobillo en su entrepierna.
Yo un hombre de veintitrés años ser mordido por un mocoso.
¿Mordido? ¿Y que se supone que significaba mordido? Era como una marca de los omegas a los alfas, luego desaparecía ¿No? Algo así recordaba de las clases de sexualidad.
Si alguien me hubiese dicho que era un puto omega hubiese puesto atención en la clase de sexualidad.
─ Es una unión, no podrás rechazarla porque estamos destinados.
─ Destinados dice ─tome el marco de la foto señalándole a Gemma─ Ella es mi destino, no tu jodida mierda hormonal ¡Eres un mocoso! ¿Hace cuánto dejaste el preescolar si quiera?
Nos quedamos mirando largos segundos, quería romperle la maldita cara.
Hace tres horas yo era un ser humano normal, trabajaba en mi proyecto y pensaba en mi linda novia esperándome cuando llegara a casa, luego este disque alfa entro a mi despacho y no recordaba mucho más... o lo que recordaba no quería recordarlo realmente.
Si, tenía algo de culpa, yo me levante y le empuje al sofá para poder frotarme con él, yo le ordene cada cosa que hacer. Lleve mi mano a la mordida en mi cuello mordiendo mis labios con un puchero, si él tenía razón, era un omega y esto, esto iba a ser mi vida de ahora en adelante.
Comencé a llorar como un crio sin siquiera pensármelo─ ¿De verdad no sabías que eras un omega? ─interrogo él señalándome la decoración en mi oficina.
─ Me gustan las cosas artísticas, mi madre siempre dice que soy bohemio.
El abrió la boca un par de veces, pero no dijo nada y solo me abrazo palmeando mi espalda, de pronto el olor de su pecho volvía a hacer que mi cabeza flotara, era tan bueno y antes que pudiera decir algo estire mi lengua repasando su pecho, el hizo lo mismo con mi mordida y se sentía tan bien.
─ ¿Qué mierda? ─ambos nos volteamos hacia la puerta donde Gouthier, el primo mi jefe estaba mirándonos como un par de bichos raros─ Sabía que tenía que decírtelo, algún día iba a pasar.
Alexander le gruño cubriéndome con su cuerpo─ Tu ni siquiera hagas un escándalo, eres el más irresponsable idiota que esta familia ha tenido alguna vez, mira como le has dejado ─Se acerco a mí, mi disque alfa volvió a gruñir, pero el doctor Masson ni se inmuto mirando mi herida.
Yo hice un puchero inconsciente─ No soy un omega ¿Verdad?
Gouthier, mordió su labio inferior─ No uno soltero al menos ─susurro recogiendo la camiseta de Alex del piso y colocándola en sus brazos─ Vuelve al trabajo, le llevare a curaciones y si me gruñes una vez más llamare a tu hermano y Khal no será nada amable.
El rubio asintió saliendo por la puerta y de pronto comenzaba a sentir unas ganas de llorar tan grandes─ No, no, no, Fiet él va a volver, tienes que calmarte, cariño.
Cariño.
Tienes que calmarte.
Omega.
Mordida.
De pronto hasta las ganas de llorar me abandonaron y me deje caer con mis ojos en negro.
