Prólogo: Salty Omega

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Hace 9 años

¿Que es un Omega dulce? —preguntó el chico castaño sentado frente al doctor, en la silla a su lado, donde normalmente debían estar los padres no había nadie. El beta de bata blanca frente a él rascó su barba, no es que le fuera difícil describirlo, pero incluso él sabía que debía haber alguien más con aquel niño para dar aquella información.

Un Omega dulce es alguien que —la puerta se abrió de golpe entonces, había un hombre de cabello gris con una chaqueta en su mano, entró disculpándose y se sentó en acariciando el cabello del muchacho.

Lo siento, yo no podía encontrar a Bella ¿Estas bien? —pregunto al niño, aunque su cara no había cambiado demasiado una ligera sonrisa se había instalado en él cuando asintió "¿Qué dicen los resultados de sus exámenes, doctor?"

El hombre habló más tranquilo y usando palabras más complejas, Matt aún no entendía lo que esa cosa significaba pero por la cara de Ron no parecía algo bueno en absoluto. Salieron de la clínica en silencio, el doctor les había entregado un frasco de píldoras "Lo siento" susurro el pequeño mirando al piso mientras caminaban al subterráneo.

El hombre mayor solo sonrió de lado— No es tu culpa, Matt... Solo la vida es así—así que si era malo.

Ron era el padre de su último hogar de acogida, ellos eran buenos, una pareja de betas que habían perdido a su hijo en un accidente, le habían acogido con tanto amor que Matt al fin sentía que pertenecía a algún lugar, que tenía un hogar. Sin embargo, luego de esas palabras todo cambió. Eres un Omega dulce, dijo el doctor con una cara dura, Ron se lo dijo a Bella también; ella cubrió su boca y le mandó a su cuarto ¿Por qué está a castigado? El doctor dijo que no era su culpa, ron dijo que no lo era, pero todos actuaban como si él fuera tan malo.

Nadie lo explicó, sólo dijeron que debía tomar esas pastillas todos los días desde ahora, y le devolvieron al hogar, como un muñeco que ha perdido su garantía.

Y cuando dejó de tomar las pastillas entendió lo que realmente estaba mal en él.

Apenas había durado dos semanas en aquel lugar, odiaba a los otros niños, él era demasiado pequeño y delgado lo que parecía ser la razón perfecta para que todos se metieran con él, más ahora que los asistentes habían decidido que Matt no podía ir más a la escuela; a él le gustaba ir a la escuela ¿Por que no podía ir? ¿También estaban enojados su profesores? Estaba llorando, su compañero de camarote había lanzado sus medicinas por el suelo riendo y él sabía que no había dinero para comprar unas nuevas. No lo soportaba más, el quería ir con Ron y Bella, él quería volver a su casa, iba a pedir disculpas, prometería no enfermarse más... El haría lo que fuera por volver allí.

La calle era oscura y aunque eran cerca de las once de la noche Matt estaba sudando, tenía mucha calor, mientras más apresuraba su paso más sentía que su ropa se mojaba de sudor, realmente estaba enfermo, probablemente fiebre. Limpio su frente cuando sus piernas flaquearon, apenas tenía diez años y solo quería ir a un lugar seguro, sólo iba a volver a casa y Bella prepararía su sopa favorita, el ya no tendría fiebre. Alguien se estaba acercando por su espalda, no venía especialmente rápido, Matt intentó correr, pero de alguna forma sus piernas no querían acompañarle— ¡Espera! —era una voz amable, era un adulto y aunque él sabía que no debía hablarle a desconocidos se giró porque estaba perdido. Era un hombre sonriente, parecía agradable y extendía su mano— ¿Que haces solo por aquí?

Había un olor, era como si llenara todo el lugar, ¿Madera mojada? Ni siquiera había llovido esta semana, aquel hombre volvió a hablar y él no puso atención porque ¿Se había hecho pipí? Su ropa estaba empapada y dolía, dolía su estómago incluso más abajo.

BitterSweet Omega/ Omega Agridulce (OMEGAVERSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora