❣️Bitter Omega: Un exitoso Omega, activista de los derechos igualitarios y que odia la idea de depender de un Alpha conoce a su 'pareja destinada' en un conservador Alfa mientras su mejor amigo se enamora cada día más de él.
❣️Sweet Omega: Un profes...
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Por Fiet
Me quedé mirando los papeles en las manos de Alex sin saber que decir realmente, sabia que tenia que levantarme de su regazo, pero me sentía adormilado, mi cuerpo estaba relajado como hace semanas no podía estarlo ni siquiera en mi cama, mi ojos se cerraban lentamente hasta que su voz me interrumpió—¿Qué piensas hacer?
Me levanté entonces, mis nervios reaccionaron como un resorte, toda la energía de mi enojo contra él había vuelto, comencé a tomar los papeles que había regado por mi escritorio sin mirarlo— No es tu asunto lo que yo haga, es más ¿Que haces aqui? No se entra a la oficina de alguien sin tocar —de pronto, a medida que mi tono de voz subía, mi cabeza iba recordando que todo lo que iba mal en mi vida ahora mismo no iba a arreglarse con él, es más todo iba mal por él.
El se levanto de mi silla y solo entonces pude notar que no vestía como la vez pasada, sin uniforme y con aquella camiseta estaba... Más como un alfa ¿Que mierda de descripción era esa? Yo ni siquiera sabía la diferencia entre un alfa y un omega. Debían ser las hormonas, si se veía igual de chiquillo, claro que si.
Tienes razón, no es mi cuerpo ni mi asunto, yo no quise molestarte —mencionó él apenado, me dio algo de lástima al ver su cara de decepción ante mi reacción— Solo sentí que estabas triste y —hizo una pausa mirándome, yo fingí no ponerle atención, razón por la que supuse había dejado la historia hasta allí volviendo a hablar— No me llamaste.
Dijiste que te llamara si necesitaba verte, no lo he necesitado —mentí.
Pero el lazo, no se rompió —su voz sonaba apagada, rota.
Levante mi cabeza de los papeles que estaba recogiendo, no lo merecía, era un adolescente que había perdido la cabeza por culpa de sus hormonas, tanto como la había perdido yo, pero una vez que mi enojo comenzaba a salir no podía detenerlo y a la vez algo en mi sentía que tenía que odiarlo, debía odiarlo, porque si dejaba de hacerlo lo que venía luego era dejarme ir a mis hormonas, asi que solte mis palabras— ¿Crees que quiero tener algo que ver con un mocoso? ¿Solo por que la biología dice que somos compatibles? ¡Me cago en la puta biología! Yo no soy un simio como tu, puedo querer cosas diferentes a lo que mi entrepierna me dice —Estaba enojado, pero también sentía un nudo en mi garganta ¿Por que? yo no quería llorar. Cállate, Fiet, ya cállate. Así que definitivamente no fue porque yo quisiera que esta mierda se quedó, intente todo para que se rompiera, me inyecte hormonas, tuve sexo e incluso quise quemar esta maldita piel, asique no creas que alguien me pregunto si esto podía quedarse... Y tu no vas a quedarte en mi vida, perdí a mi prometida, perdí mi vida, perdí el respeto de mis empleados por ti ¡No vas a quedarte en mi vida!
El se quedo mirándome con sus enormes ojos negros, entonces supe de dónde venían esas ganas de llorar, no eran mías, y tan pronto como lo supe quise disculparme, no queria decirlo de esa forma, no quería gritarle todo eso, pero justo ahora mi boca si iba quedarse cerrada, el abrió la puerta mirando sus zapatos —Lo siento por haber venido a trabajar ese día y arruinar tu vida, si necesitas que firme la autorización del aborto dejare mi correo con tu secretaria.
