Mankind- Una Secuela de Steven Universe

Otoño- Ray

Aunque por fuera lo parecía, Haven en realidad estaba muy poblado. 451 habitantes era mucho, no?

Para Ray y Elena, su esposa el número no importaba, podían ser hasta China si podían pero las circunstancias hacen que no venga mucha gente. Con que solo la especie humana sobreviviera era suficiente.

Ray llevo a su hermano y sus acompañantes a lo que parecía ser una central hidroeléctrica.

La planta hidroeléctrica no estaba tan deteriorada como la mayoría de las casas en Haven. Aún tenía la promesa de seguir funcionando, pero a Ray y su equipo se le dificultaba la tarea de reparar las turbinas.

Cuando entraron, Ray vio a su hermano un poco.

—Eh, Elena. Puedes guiar al resto por la central, tengo que hablar con mi hermano un poco.

La esposa de Ray se veía un poco nerviosa de guiar a Tess y su grupo por la presa hidroeléctrica pero tomo confianza.

—Vengan chicos, dejemos que Ray hable con la Maquis—dijo Elena.

Ray y Joseph quedaron solos. Entonces el hermano menor guió a su hermano mayor a lo que era la oficina del director de la central.

—Para que me necesitas hermano?—pregunto Joe—No estoy de tiempo para los juegos.

Ray miro por la ventana por un minuto antes de empezar.

—Escucha... hace poco vino un hombre, un científico. Diciendo que te conocía. Que tenía está idea loca sobre las Gemas.

—¿A quien te refieres? ¿Está aquí?—preguntó el líder de las Maquis.

—Pues... le dimos asilo hasta que fuéramos a Farbanti, pero cómo estás aquí, creo que le diré.

A Joseph le entro entonces una ansiedad enorme al averiguar qué hombre lo conocía. Entonces tras pensarlo finalmente lo averiguo. Podía ser Burke, un sujeto que conoció en su entrenamiento para las Maquis. Si por qué no. Joseph estaba casado con su hija, Raine e incluso ya tenían un hijo.

—Bueno... más tarde lo podrás traer?

—Claro hermano—respondió Ray.

Cuando ese diálogo termino, la lámpara eléctrica, apagada por casi 10 años volvió a encenderse y el rugido de las turbinas volvió a escucharse. La planta hidroeléctrica había sido reparada.

—Que se haga la luz hermano—bromeó Joseph mientras salía.