Mankind- Una Secuela de Steven Universe

Invierno- Los Yermos

Mientras el tren seguía pasando por tramos abandonados de Mohio y se acercaba a la frontera estatal con Keystone, el grupo seguía moldeando el plan.

Era simple: detenerse en Quaker City, tomar suministros y en un día o dos, llegarían a las congeladas puertas de Ciudad Imperio.

Algo llamó su atención más adelante, tanto que provocó que el tren frenará poco a poco. Aunque fueron a revisar, creyendo que se trataba que ya no había vías, en cambio fue otra cosa:

Una guardería Epsilon

Una de las primeras guarderías instaladas por las Gemas tras el Primer Impacto. Ahi se creaban Esmeraldas, Hessonites, Peridots y Cuarzos.

Aunque las vías del tren estaba por encima de la guardería, los supervivientes humanos temían de sus vidas por si las invasoras notaban la locomotora de vapor.

El tren empezó a moverse lentamente por el puente encima de la guardería Epsilon. Las taladoras y las gemas no parecían notar el tren pasar por encima, cosa buena puesto a que un tren podía causar mucho ruido.

Con la suerte de su lado, ninguna gema o otra amenaza pudo escuchar como el tema llegaba al otro lado de la guardería Epsilon. Cuando el tren se alejaba de la misma, los jóvenes ya tenían cierta curiosidad de saber cómo una de esas cosas funcionaba.

-¿Es curioso, no?-dijo entonces la joven Anna aún mirando los bordes de la guardería.

-¿Qué cosa exactamente?-pregunto su novio Jefferson.

-Que estás cosas dañen el planeta y nosotros culpando a la naturaleza.

Los jóvenes siguieron hablando sobre ese tema mientras los adultos trataban de encontrar meticulosamente el letrero de bienvenida de Keystone.

Unas millas más adelante, envuelto por plantas y fragmentos de Turquesas y Ágatas, ahí lo contemplaron mientras el tren lo pasaba:

"Bienvenidos a Keystone"
"El gran estado"

Un rostro de victoria momentánea invadió la cara de casi todos cuando la locomotora trasera, dónde estaba Charlie el perro, pasaba el cartel de bienvenida y entraban en Keystone.

"Lo logramos" pensaron todos casi al mismo tiempo. "Ojalá el chico con todos los dones viera esto"

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Un atardecer lluvioso esperaba más allá del letrero de bienvenida de Keystone. El tren ya había pasado por toda clase de adversidad.

Joseph estaba en la cabina del tren, contemplando un paisaje casi desolador pero hermoso mientras la naturaleza gema y humana avanzaba sobre las ruinas.

-Joseph...-dijo entonces su suegro removiendo sus lentes-He cometido varios errores en mi vida. Ser mal padre, no preocuparme en lo más mínimo de mi hija, todo esto.

-Tanto tú, como yo- respondio su yerno con un pequeño guante en la mano.

-No lo queria decir enfrente de todos pero, hay muy poca probabilidad de éxito en Ciudad Imperio. Hace 7 años, la Liga de Naciones trato de atacar eso de lo que te hable allá en Indiana. No hubo éxito. Tal vez y no vuelvas a ver a tu familia.

Joey apreto con cierta fuerza el guante de su hijo, ocultandolo en su puño.

-Pero-dijo entonces el anciano científico-Hay una forma de derrotarlas. Las gemas sin excelentes máquinas de conquista... Solo hay que usar eso en su contra.

El hombre miró casi escéptico a su suegro pero entonces oyeron un llamado.

-¡Socorro!-sono a una distancia enorme del tren pero audible para todos.

Casi todo el grupo vio hacia el paisaje, donde el llamado de auxilio provenía. El aire impactaban sus rostros mientras creían lo que veían.

Se trataba de una mujer casi similar a Tess pidiendo el auxilio a quien fuera, no importase si era humano o gema. Solo quería huir de algo o alguien... Al menos hasta que un hacha le destrosase la espalda y está mujer cayera al suelo.

-Santas Estrellas-dijo entonces el anciano Bouchard ante tal situación.

El hacha fue sacada de la espalda de la mujer por un brazo fuerte y tatuado, qué pasó a apuntar al tren.

-Quedate aqui-dijo el líder de las Maquis mientras salía de la cabina y preparaba su arma.