Verano- Tess

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A la mañana siguiente, los tres sintieron un gran alivio al saber que el vagón donde habían dormido, no se hallaba en movimiento ni había sido invadido por alguien más. Lo único que quedaba eran los restos de la fogata y algunas latas de frijoles y atún.

[I]La nueva chica, Tess, fue la primera en levantarse. Los rayos del sol le daban lentamente en sus ojos color ámbar. Entonces tuvo el pensamiento de dejar a Jeffrey y Anna a su suerte.

—No.—se dijo a sí misma—Estos dos tontos necesitan alguien que sepa guiarlos.

Jeffrey se despertó casi después de que ella terminara de decir esa frase. El chico entonces la acompaño afuera del vagón donde aún seguían varados.

—Así que... Jefferson, alguna vez has encontrado el amor?

—Primero: ¿Por que el "Jefferson"? y segundo, no.—respondió el chico.

—Jefferson, es por qué me recuerdas a un amigo que así se llamaba.

—Oh, ya veo. —dijo el chico algo confuso—Pero... por qué la pregunta relacionada con el amor?

—Digamos que es la curiosidad—le dijo entonces la mujer—Normalmente nadie ve a un chico como tú con ese cabello avellana.

El joven se sonrojó ligeramente, aunque no le importaba mucho, puesto que tenía sospechas de que Anna lo amaba en secreto desde que se conocieron en Moklahoma.

Los dos pensaron un poco sobre si Tess conocía al General Hale antes de todo. No le tomó mucho a Anna despertarse por las pláticas.

—Al fin despiertas—dijo el chico viendo a Anna.

—Si...—dijo la joven algo dormida.

Tess, al ver a la joven ya despierta, pensó que ya era hora.

—Bien... empaquen todo.—dijo la mujer—Hay que irnos antes de que esas rocas nos encuentren.

A partir de ahí, comenzaron su viaje hacia Farbanti, Indiana. Sabiendo que las carreteras estaban vigiladas celosamente por una Diamante y sus gemas, el grupo fue a la segura y siguió las vías del tren hacia Farbanti, esperando una posible nueva aventura.

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Farbanti, Indiana

1123 km de Ciudad Playa

Tras una travesía de 3 días en los devastados paramos terrestres, el grupo de tres personas finalmente había avistado el circuito de las 500 millas de Farbanti.

Está ciudad, alguna vez viva, ahora estaba reducida a hienas que crecían en las grietas de los edificios, inundada en algunos lados y vigilada celosamente por las Gemas, pues sabían que aquí había vida.

—Chicas... ¿alguna vez habían visto esta clase de cosas?—dijo Jeffrey casi agotado.

Jeffrey se refería a una estructura metálica que sobresalía de Farbanti. Más alta que el edificio más alto del mundo. Era una Torre Gema.

—Ah, eso. Las llaman Torres Gema. Ahí nacen las mayores abominaciones de la Gran Autoridad del Diamante. Es como el sitio de creación de nuevas gemas—contestó Tess.

—Y por qué está no funciona?—pregunto el joven.

—Quizás la desactivaron... pero la pregunta es quién?—respondieron las dos chicas.

Tras la conversación sobre que o quienes pudieron desactivar una Torre, llegaron a la parte este de la ciudad derruida.

Había un bloqueo de coches abandonados, impidiendo el paso al centro de la ciudad. El grupo decidió seguir a pie hasta llegar al centro de la ciudad. Cerca de unos edificios escucharon disparos y detonaciones.

—¡Ahi vienen más! ¿Que nunca estás gemas nunca se cansan? —dijo una voz masculina aguda.

—Pues parece que no querido Ellis.—siguió una voz de Europa Oriental.

—Pueden dejar sus discusiones para después.—termino una voz femenina latina—Tenemos un VTOL que defender.

Mankind- Una Secuela de Steven UniverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora