35. ¿ Qué diablos has hecho, Alexander?

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Capítulo dedicado a;
luiccilu
DIANNAJAVIERSANTANA
Vale07777
EstherJjeanpierre6

Pov Alexander

El silencio me da la bienvenida una vez ingreso a mi casa, sin necesidad de encender las luces me abro pasó por las escaleras hasta mi solitaria habitación, me tiro sobre la cama boca arriba cubriéndome el rostro con las manos, suelto un fuerte gruñido por haber ocasionado que ahora mi mujer no pasé la noche aquí.

Todo empezó el lunes por la noche, de eso hace tres días, cuando llegue a casa y me tropecé con uno de los juguetes de Sophy, no estaba de buen humor y termine desquitándome con mi hija, Ashley intentó tranquilizarme pero también recibió un poco de mi mierda.

Por eso se contactó con mi padre ya teniendo una idea del porque mi mal humor, el señor Miguel Miller irrumpió en mi despacho, su expresión no fue fácil de deducir pero el tono que utilizó para hablarme fue más que suficiente. Estaba molesto.

- Ninguna de las dos tiene la culpa de lo que está pasando, Alexander, arregla las cosas con esa mujer y no permitas que aquellos problemas traspasen la puerta de tú hogar, no permitas que acaben con la paz y tranquilidad de tu familia.

Y con eso se fue.

Las únicas veces que Ashley y yo cruzábamos palabra era sólo para discutir, por eso regreso a dormir a su antigua habitación y todo es mi culpa, lo admito, era yo quien buscaba la excusa más absurda para formar una discusión, y todo porque el tema de mi ex-esposa estaba pudiendo más conmigo, pero el verdadero motivo era que no podía enfrentarme a ella y confesarle lo que pasó en mi oficina, estos tres días......especialmente ayer.

La culpabilidad me carcome por ocultárselo, a pesar de que si lo permití fue para dejarle en claro a cierta persona que nada en mí reacciona a su contacto, que la única dueña de mi ser es otra y que le pertenecerá por siempre. Pero eso no evitará el daño que le voy a causar cuando se lo diga.

Porque tengo que contárselo.

Yo

Nadie más.

- ¿ Qué diablos has hecho, Alexander? - Pregunto en voz alta - Te has comportado como un completo imbécil.

Esta mañana Ashley no me dio los usuales buenos días, ni si quiera me miro cuando ingresé a la cocina y tome asiento listo para desayunar, estuve atento a cada uno de sus movimientos y me extrañó no verla fluir como suele hacerlo normalmente por el pequeño espacio. Ama cocinar y mas si es para nosotros pero esta vez sus movimientos eran desganados, casi robóticos.

Tenía muchas ganas de preguntarle si se encontraba bien, pero estaba completamente seguro que lo que menos quería era dirigirme la palabra, talvez para evitar cualquier discusión pero me estaba matando no poder oír su voz y saber lo que le sucedía, por eso sin pensarlo mucho tome como excusa, las fallas de mi desayuno.

- La próxima vez elije bien las naranjas - Pinche por ahí pero no reaccionó - Y se trata de tostar el pan, no de quemarlo.

No hubo respuesta de su parte hasta después de un par de minutos, cuando colocó sobre la mesa una jarra con mas jugo, un plato con más tostadas, bien hechas y mermelada. Tomó asiento a mi lado izquierdo y antes de llevarse el vaso a los labios, respondió.

Y De Pronto Apareciste Tu. ©.   - EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora