Encadenada Oscuridad.

Capitulo XIII

Diciembre 26, 2017.

Cuando era pequeña había un deseo que estaba penetrado en mi mente; que mi familia saliera de excursión, al cine, a comer... o simplemente ver una película en casa todos juntos. Pero jamás pasó. Mi padre era un gran maestro de literatura. Cuando yo tenía diez años y George tenía trece años, mi padre consiguió una pasantía en UCLA, Universidad de California, Los Ángeles. Al parecer nos mudaríamos para allá. Pero fueron pasando cosas y nunca sucedió. Mi padre viajaba cada fin de semana a casa, bueno lo hacia todos lo fines de semana hasta el tercer año. Luego lo hacía solo un fin de semana al mes.

Un año antes de que George falleciera, mi padre dejó de quedarse a dormir en casa (los pocos fines de semana que iba a casa), nos recogía a mí y a George fuera de casa para pasar un sábado o domingo fuera... era oficial, su matrimonio había terminado. No me molesto, era una relación que dañaba todo a su paso. No recuerdo que fueran a un evento junto como pareja, tampoco recuerdo que ellos se dieran un beso, no dormía en la misma habitación desde que yo tenía nueve años. Eran solo nuestros padres.

Febrero 14, 2017.

― Paul me invito a salir-escucho el susurro de Carisa.

Estábamos en clase de la señorita Green, química. La veo de reojo, esta sonrojada.

― ¿y tú le dijiste...?-le pregunté en voz baja, ella se mordió el labio inferior.

― Si.-sonrió- Es hoy.

― Genial.

― Pero...

― ¿Pero?-repetí

― Le dije que mejor una salida de cuatro-vaciló-Él y yo-suspiró-y...

― ¿Y?-esto me olía mal.

― Tú y Lucas.

Detuve en seco la pluma sobre la libreta, gire mi rostro y la vi con los ojos entrecerrados-¿Qué dijiste?

Ella cerros lo ojos y suspiró-Lo siento, en serio lo siento...

Me puse de pie y salí del salón.

No sé porque actué así. Ni tampoco porque me aterra la idea de estar con Lucas en una cita, porque será una cita ¿cierto? Bueno, yo no tengo experiencia en eso de la citas, pero si alguien sale con una persona, es eso, una cita. Oh ¿no?

Esto lo empeora que hoy sea día de san Valentín.

Lo empeora todo porque mi primera y última cita fue un día de San Valentín. La mejor cita de mi vida. La mejor cita en la historia de las citas.

Me acerco a mi casillero, meto unos cuantos libros.

― Lo siento, Chess-escucho decir a Carisa a mi espalda. No estoy molesta con ella, pero tampoco feliz. Tal vez es conmigo por ser una maldita bipolar.

― No importa.-cierro el casillero, me giro y me apoyo en él.

― Te juro que no fue algo intencional-suspiró-yo... tenía miedo, tengo miedo de salir con un chico de nuevo. Solo se me ocurrió eso.

Eso hizo un nudo en mi garganta. Sus ojos marrones estaban llenos de una neblina de miedo y frustración.

― Solo te puedo decir una cosa-la mire, pero no con frialdad, la mire con cariño-Él no es Marcus, tampoco los demás chicos, ellos son diferentes. Como tú y yo. Tu eres una chica dulce, carismática, alegre, y bla, bla, bla,-se le escapó una risita- todo lo bueno. ¿Yo?, Yo soy una perra malhumorada que no puede dejar atrás el pasado, vivo en el pasado. No te puedes cerrar a ser feliz por lo que te hizo Marcus, él no lo vale. No te niegues a ser feliz.

Se me abalanzo y me abrazo, mis brazos se quedaron un tiempo a mis lados, no sabía cómo reaccionar, levanta el derecho, pero lo volví a bajar. Qué ironía, daba un consejo, pero me quedaba sin él.

Vivo en el pasado.

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-Viviendo en la realidad de las letras-