Diciembre 27, 2017.
Estoy recostada en el colchón. Haciendo pequeños sonidos con las cadenas, prefiero escuchar eso a solo mi respiración.
Recuerdo un día de San Valentín, cuando tenía 14 años, nueve meses después murió George.
Ese día fui a comer con mi papá, solo yo. George estaba con Alise. Al terminar de almorzar él me dijo que si me molestaba irme sola a casa, tenía que regresar a California inmediatamente.
― No hay problema, papá-lo tranquilicé. El me miró y sacó unos billetes.
― Ten, vete en taxi.-dijo, sonreí.
― Claro.
Lo abrace-Ven con cuidado, papi.
Sonrió-siempre ando con cuidado, nieve. Llamaré a la casa en una hora, eso es lo más que te puedes tardar en llegar.
― Ves, necesito un celular.-hice un falso puchero
― Aun lo estoy pensando. Vete con cuidado.
Después de despedirnos me encaminé hacia la recepción del restaurante para pedir que me llamaran un taxi, en el camino me lo pensé mejor, no era necesario, por el sendero que tomo para ir a la escuela me toma una hora, y es de día, nada me pasará. Y lo mejor que me quedaba el dinero.
Cuando llevaba caminando un par de cuadras, un auto gris muy conocido se detuvo a mi lado. Se de quien es, sonreí con solo saber que veré. Se bajó la ventanilla del acompañante.
― Hola, Chesna-sonrió mostrando esa hermosa sonrisa-¿a dónde vas?
― A casa.
― Sube, te llevo.
No dude, abrí la puerta y me subí. Mire a Andrew. ¡Dios! Es tan lindo.
― ¿De dónde vienes?
Un segundo después de haber procesado su pregunta me vino a la mente uno de los tantos consejos que me había dado Sierra al haberse enterado de mi enamoramiento por Andrew, espero no arrepentirme de esto.
Consejo #08: darle celos.
― De una cita.-dije reteniendo el aliento en espera de su reacción.
― ¿Una cita, eh?-dijo él, lo miré y estaba con la comisura de sus labios levantadas.
¿Me cree? No, lo dudo. Mi nerviosismo aumento.
― Aja-dije viendo hacia la ventana.
― ¿Quién es el afortunado?-preguntó.
¿Afortunado?
Reprimí una sonrisa-No lo conoces.
― Y... George no lo sabe, ¿No es así?-dijo deteniéndose en el auto servicio de un restaurante.
¿George? Oh Dios, ¡George!
― No-dije-¡Se volvería loco!
― Sí, eso pensé- suspiró- ¿Ya comiste?
Espera, ¡Jesús! Andrew Roe me invitará a comer... mejor aún, me invitará a comer en el día de San Valentín. ¿Esto es...?
¡¿Una cita?!
― ¿Chesna?
― ¿Qué?
― Te preguntaba si ya comiste-dijo con una sonrisa, sabe Dios qué expresión tengo ahora mismo.
― No, no he comido.
― ¿Te apetece una hamburguesa?
― Está bien para mi.- sonreí.
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Encadenada Oscuridad.
Mystery / ThrillerUn destello de luz llegó a través de la delgada tela carmesí, solo un pequeño, pero fue lo suficientemente poderoso para que mi corazón despertara, para que mi alma regresara de la profundidad de la soledad, ese destello me regresó de nuevo a la vid...