Encadenada Oscuridad.

Capitulo XI

Diciembre 26, 2017.

Pequeños rayos de luz entraban por los pequeños espacios de la ventana, seguía en el mismo lugar, solo miraba la bolsa que yacía en el suelo, justo en el centro del cuarto.

Me acerque y la tomé, un delicioso aroma me llego a las fosas nasales, hasta ese momento fui consciente del hambre y sed que tenía. Abrí la bolsa: fresas, quesadillas, barras de chocolate, galletas de chocolate y una botella con agua.

Me sorprendí, eran mis bocadillos favoritos. Inmediatamente arroje todo a una esquina de la habitación, sentía mucha ira, me sentía traicionada.

Enero 21, 2017.

Entro al bar Roe, me siento en la barra y pido una cerveza. Busco a Carisa con la mirada, rápidamente la encuentro; esta en el centro de la pista bailando con un chico.

― Carisa creyó que ya no vendrías-me sobresalto un poco-nuestra mesa está por allá-me señala una mesa para cuatro cerca de la pista.

Asiento con la cabeza.

― Eres de pocas palabras ¿cierto?-pregunta. Lo miro, él me devuelve la mirada.

― Tal vez soy rara-digo recordando lo que escuche más temprano. Escucho como ríe.

― ¿lo escuchaste?-susurra Lucas-lo siento.

Niego con la cabeza-No te disculpes si en verdad no lo sientes.

― Oye, si lo siento, eh-sonrió, haciendo que un pequeño y discreto hoyuelo apareciera.

― ¿crees que soy rara?-le pregunto enarcando una ceja, no respondió-¿ves? No lo sientes

― Chesna, no tiene nada de malo ser... diferente a los demás, no me gusta las réplicas, me gusta la peculiaridad.

― Bien por ti.

― ¿vamos a la mesa?

― En un minuto voy.-

Dijo algo que no alcance a escuchar, no le tome importancia. Se levantó y se fue

Me gire en el taburete y apoye los codos sobre la barra.

Hoy no quería tomar tanto, hoy no lo quería, solo quería pasarla bien, solo quería olvidar  sin necesitar alcohol.

― Así que... ¿hoy si me hablaras? Hoy no me evitaras ¿cierto?

Esa voz provocó unos escalofríos por todo mi cuerpo. Gire mi rostro, sentado junto a mi estaba Andrew Roe, el mejor amigo de George, mi hermano.

― No te evito-miento-si no te quisiera ver, no vendría a tu bar.

Sonríe. Andrew Roe, heredo el bar -Roe- de su padre, el señor Roe era un gran amigo de mi padre, murió meses antes que él. Murió en primavera del 2014. Andrew tiene 21 años, la edad que tendría mi hermano.

― Ambos sabemos que eso no es cierto. Vienes porque solo aquí se te da alcohol, con 16 años-frunció el ceño-perdón. 17 años.

― ¿Cómo está el perro?-dije cambiando de tema. Sonríe ladeando la cabeza.

― Geo está bien-me dio una punzada en el corazón al escuchar el nombre- travieso como siempre.

Mi hermano y él rescataron un cachorro hace 5 años, los llamaron George ¿Por qué? Se parecía a mi hermano, el perro es una mezcla de siberiano y labrador, ojos azules y el pelaje de un lindo color caramero, así era mi hermano.

― Que bien-dije jugando con los dedos.

― Chesna, se lo doloroso que fue para ti perder a tu hermano y un mes después a tu padre-suspiró-pero no quiero que sigas refugiándote en el alcohol, todas las noches estas aquí, un día tomas dos o tres copas, pero otros Chesna, otros días te vas cayendo. El día de tu cumpleaños iba a hablar contigo pero una chica salió contigo, además no creía que era el mejor momento; estabas que caías. No te prohíbo la entrada porque puedes conseguir alcohol en otros lados, y puede ser peor, y no quiero que te pase...