"lo único que me duele de morir es que no sea de amor" -Gabriel García Márquez

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PARA EL CHICO DEL ANDÉN


Son las siete seguramente, sin duda habrás llegado al andén, me habrás buscado como lo hacías tú, con esos ojos chocolate, endulzando el andén con el recorrido de tu mirada que imprecisa y excitada va en busca de la mía. 

No me encontraste, lo sé, el vigilante te observo, presenciando tu búsqueda te llamó, te diría seguramente que tiene algo para ti, que no es su labor pero las circunstancias le empujaron a ello, y así con esa simpleza que le rodea, con esa amabilidad tan suya te entregó esta carta y mi corazón en ella. 

No me verás más, nadie lo hará, nuestro andar en la tierra es un Flash en la inmensidad del universo, mi luz comenzó hace años ya y seguramente para cuando tengas esto en tus manos habrá pasado el momento en que se extinguió, mi cuerpo cansado, enfermo no podía avanzar, me acongojaba dejar a mi alma sin hogar, vagando en la inmensidad, pero apareciste y todo cambio.

El primer día que te vi, mis ojos buscaron los tuyos en el vagón, encontré en ellos esa fuerza, esa vitalidad que buscaba para mi alma y así sin preguntar te la entregue sabiendo que la tomarías y la acunarías, que la volverías tuya, ese era mi destino, pues el cuerpo no es más que el empaque de ese tesoro que estamos destinados a entregar y eso hice, me entregué a ti.

Tú intromisión en mi vida, en la rutina de esta, fue la luz que me apaciguo en mi sufrir. Un día sin esperanza alguna un chico vestido como sólo él es, tan igual a tantos por fuera, tan único a la vez, jeans y una playera era algo muy casual pero sin dudar las botas, esas fueron las que me mostraron la puerta hacia ti, y supe al ver tus ojos que eras tú, siempre habías sido tú...


Te había buscado toda mi vida y ahí estabas cuando creí que jamás te encontraría.


Eres el chico al que di mis últimas sonrisas, me las robaste, pero, ellas sabían que te pertenecían, corrían en tu búsqueda.

Perdóname, jamás te hablé, pero fue lo mejor, porque sabiendo la tortura del día final, era injusto prometer lo que no podría dar, cuantas veces desee hacerlo, cruzar el vagón y hablar, de Verne o Cortázar, te vi observarme al leer, sabía que les conocías, pero no lo pude hacer, y aunque deseaba que tú lo hicieras y lloraba cada noche por ese doble sentir de la situación, sé que fue lo mejor, no lo hiciste y si así te dañó sé que es menor.

Te pido perdón nuevamente, me introduje en tu vida sin dar aviso, sólo para dejar un pedazo de metralla dentro. Sé que me amas, lo sé, ¿sabes cómo?, porque yo también te amé, así en pasado porque mi muerte pondrá fin a mi futuro, ese que amaría compartir contigo, pero amor (sólo quería decirlo una vez, aunque sea una sola dirigida a ti, tu eres el único merecedor del título), este sentir no muere, se suma a la infinidad y ahí te aguardará.

Gracias por llenar de luz los días que amenazaban de oscuridad, por enseñarme a amar cuando creí que jamás lo haría y sobre todo, por darle un poco de sol a mis días nublados.

Siempre tuya, Aún en la eternidad, JUNE.


P.S. Lista de cosas por hacer por June A.

- ver una belleza natural 

-bailar hasta caer 

-gritar muy fuerte 

-Obtener un titulo 

-amar intensamente 

-caminar bajo la lluvia 

- ampliar la lista 

-vivir intensamente!!

A través de tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora