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Mantuvo su mandíbula tensa.
Se sentía muy herido.
Suspiró, como si en ello pudiera liberar un poco del dolor que le provocaba lo que acababa de suceder.
Tan solo un instante se detuvo a comprar un bocadillo en aquel kiosco.
Pero ni en Japón estaban libres de las maldades que provocaban las personas crueles.
En ese caso había sido algo con un, levemente, alto valor monetario.
Pero más doloroso era por el valor sentimental.
Se culpó mil y una veces en el transcurso de regreso a casa.
Y puede que Akira Suzuki fuera todo un hombre ya serio y adulto, pero era un enamorado, y un ser muy sensible en su sentir.
Era de esas pocas cosas que no todo el mundo conocía, sobre su persona.
Aunque su compañero era muy consciente del sensible corazón que poseía el rubio.
Llegó.
Se aseguró de que la moto quedara en el lugar que correspondía con su seguro y alarma encendidos.
Suspiró con las bolsas de compras en mano.
—Llegué... —Dijo lo más natural que pudo, aunque el tono decaído fue muy evidente para cierto vocalista y diseñador que andaba en su mundo.
—Bienvenido. —Dijo cálidamente, dejando de dibujar en aquel lienzo para poder acercarse a ayudar con las compras a su amado.
Tomó un par de bolsas, levantando una ceja, mientras veía y comenzaba a guardar las cosas en las alacenas.
—¿Pudiste conseguir todo? —Inquirió. Ya sospechando. La actitud del rubio no era así de callada en situaciones como tales.
—Mm... Creo que sí. —Respondió el aludido, encogiéndose de hombros.
Takanori tomó unas cuantas verduras para guardarlas en el refrigerador.
—¿Hay algo que deba saber?
Directamente investigó sobre la duda que ya tenía.
Le miró con una ceja levantada y una mano en su cadera. Sosteniendo la bolsa de verduras en su mano libre.
Akira sintió el corazón en la boca.
Ruki le conocía demasiado para ocultárselo.
Reita asintió con la cabeza, como niño que había sido descubierto.
Takanori comprendió que definitivamente no era algo bueno, ya que se hizo evidente la tristeza del rubio en su expresión.
—¿Qué sucedió, Aki? —Preguntó apenado por el semblante decaído que llevaba su compañero.
—Había encargado hacer un reloj diseñado para ti... —Expresó. Ruki sintió que su interior daba un vuelco, su corazón latiendo acelerado. No dijo palabra, con una expresión de sorpresa se limitó a escuchar todo el relato en silencio. — Y me detuve en un local, para comprar algo de comer. Dejé tan solo un instante mi motocicleta con el regalo, me lo han robado, Taka..  Perdón. —Se disculpó profundamente triste por todo aquello. En verdad había estado esperando ansioso la hora de entregárselo. Amaba ver a su novio feliz.
Ruki sonrió, comprendiendo, iba a regañarle por dejar aquello tan a la deriva, sin embargo, no podía. No podía si quiera verle triste.
No dijo nada, dejó la bolsa que cargaba a un lado y se acercó a Akira, tomándole de una mejilla para que le mirara.
En silencio le miró a los ojos y así rodeó el cuerpo del mayor con sus brazos.
Formando un abrazo.
Un abrazo consolador para Akira, sabía que Ruki no estaba molesto.
Takanori valoraba el regalo aunque no pudiera tenerlo en manos. E intentaba transmitirlo en aquel cálido abrazo. Abrazo que sin dudas reconfortó a Akira...

50 Maneras de Decir 'Te Amo' Sin Usar Palabras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora