50 Maneras de Decir 'Te Amo' Sin Usar Palabras.

»~27~«

💝6/6🍲

—Yo te lo advertí, Kai te lo dijo también. —Takanori hablaba mientras movía las cortinas, y abría las ventanas, dejando ingresar aquel aire marino por las mismas. —Pero aún así insististe. ¿Ves las consecuencias de tus actos sin pensar?
Ruki no miró a Reita, tomó su móvil, avisándole a los chicos que no saldrían con ellos hoy.
—Debes dejar de pasar tanto tiempo con Kai, ya suenas como él. —Una voz rasposa y un poco gangosa respondió.
Reita sintió frío, por lo que se hundió en las sabanas.
Takanori, al terminar su texto, observó su accionar, por lo que tomó una de las cobijas, que había sobre un mueble de madera pulcramente blanca, y se dirigió a cubrirle por completo con la misma.
—¿Tienes frío? —Ante una respuesta afirmativa, el menor asintió, dirigiéndose a donde su bolso.
Tomando un termómetro de un necesser con estampado animal prime.
—¿Existe algo que no lleves en tu bolso? —Preguntó Akira risueño, aunque con voz débil.
—Es mejor ser precavido, no como tú. —Respondió Takanori con una ceja levantada, programando y colocando el termómetro.
—Avisame cuando esté. ¿Duele algo?
Reita asuntió.
—La cabeza, y la garganta un poco.
Taka, con cuidado, posó su mano en la frente del rubio, quien se deleitó en el tacto suave, cerrando los ojos.
Frunció sus labios.
—Tus ojos brillan de más, y estás muy tibio... —Murmuró, tomando el termómetro, y, efectivamente, Akira tenía fiebre.—Tienes 39° —Informó. —Traeré algo para el dolor, y también para bajar un poco tu temperatura.
Akira se limitó a afirmar con la cabeza, mientras suspiraba.
Odiaba enfermarse, sin dudas.
El menor sin más vueltas vio entre sus cosas hasta dar con antigripales que siempre llevaba en su botiquín de bolsillo. Así también tomó una toalla de mano, junto a un recipiente y agua a temperatura natural.
Un vaso de agua, la cápsula pasó con facilidad por la garganta del rubio.
—Por favor que haga efecto rápido... —Chilló Akira sufriendo por el dolor de cabeza que sentía.
Una sensación de alivio fue recibida con gozo por el mismo rubio, al sentir la toalla húmeda sobre su frente y sienes.
Suspiró cerrando los ojos.
Sonrió cansadamente.
—De nuevo, otro día que pierdes por mi culpa. —Susurró tan a penas, que solo gracias al silencio a medias, es que Takanori pudo percibir las palabras.
—Siempre es un placer estar contigo. —Le consoló el menor, tomando su mano para acariciarle, sonriendo aunque su novio se mantuviera con los ojos cerrados. —Además, hoy está perfecto para pasar el día viendo alguna película en esa bonita pantalla que tiene la habitación. ¿A que si? Ya pedí la comida.
El tono animado con el que Matsumoto expuso todas sus ideas hizo que Akira le observara embelesado.
Agradecía tenerlo en su vida.
Su trato era tan suave que le recordó a su madre, cuando de niño, le cuidadba de esa manera minuciosa...
—Gracias Taka...
El menor se limitó a darle una sonrisa completamente sincera.
—Deberias darte una ducha tibia, seguro ayuda a que el malestar se vaya un poco. —La mano que sostenía Takanori fue tomada por ambas propias. Akira asintió. —No te moverás de la cama en todo el día. —Advirtió por último. Y dejó la mano en su lugar.—Prepararé algo para beber...
—Yo me ducharé ahora así luego solo nos tiramos juntos a ver algo.
Ambos asintieron y así mismo hicieron.
Tras unos veinticinco minutos estaban con un desayunador cada uno, bebida y aperitivos, control remoto, tirados en le cama, Akira acurrucado debajo de las cobijas, sus bocadillos intactos sobre la mesa de noche debido a que no tenia hambre; Takanori estaba tan sólo cubierto por una sábana.
Y el silencio relativo que se había producido en cuanto la película había comenzado se vio interrumpido por el susurro del mayor...
—¿Sabes qué Taka...? —El tono inocentón de la pregunta llamó la atención de Takanori, quien llevó su vista de la pantalla a Akira, masticando una papa frita. Los ojos del pequeño vocalista clavados en los suyos, indicó a Reita que contaba con su atención y prosiguió. —Dicen que hacer el amor es bueno para hacer pasar un resfriado o gripe...
Matsumoto abrió los ojos un poco más, y una carcajada no pudo evitar salir de sus labios.
Una pequeña almohada fue a parar contra el rostro de cierto bajista.
—¡Tonto! —Chilló el menor dejando su desayunador en su mesa, mordiendo su labio inferior.
—Yo digo que deberíamos intentarlo. —Dijo una vez más el mayor, encogiéndose de hombros, y Takanori no pudo evitar sonrojarse entre las risas.
—Ya, yo digo que deberías dormir...
Y aunque todo finalizó con esas palabras... Los besos no pudieron ser rechazados, los labios de Akira eran demasiado hasta el punto de llevar lejos la cordura del menor...

»~~~«
((͡° ͜ʖ ͡°))
»~~~«

—¿Vienen hoy? Vamos a visitar algunos lugares de la ciudad. —Expuso un pelinegro, con dos asentimientos detrás de él.
Akira se encogió de hombros.
—Es que hoy Taka es quien enfermó...
Los tres restantes suspiraron.
—Lo veía venir. —Concluyó Kai y las palabras que vendrían a continuación se vieron interrumpidas por un grito débil...
—¡Es tu culpa Akira!
Ese día le tocaba al rubio ser enfermero personal de su novio.
No es como si la idea le disgustara al fin y al cabo...

»~~~«
Fiiin del maratón!
¿Les gustó?
Disfruté de escribirlo ♡♡♡ y va con amor de sobra para los seguidores de esta historia 😚
¡Ya pasamos la mitad de la historia!

Muchísimas gracias!!