50 Maneras de Decir 'Te Amo' Sin Usar Palabras.

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El empleado que estaría a cargo del trabajo hablaba con fluidez sobre lo que les convenía a la hora de realizar su elección.
Ruki hojeaba en el catalogo mirando seriamente los diseños, patrones y estampados disponibles, buscando la mejor opción para el lugar.
Reita escuchaba al hombre, comprendiendo poco y nada sobre el material de no-se-qué anti humedad, aislante acústico y otras cosas que no procesaba.
¿Tanto enriedo había para elegir el empapelado de la sala?
Aquel hombre, concluyó su discurso con un 'Los dejo que decidan tranquilos, estaré en la camioneta ante cualquier consulta'.
Y a penas cruzó la puerta de entrada, Akira se dejó caer en él sofá, arrastrando a Takanori, quien cayó sobre él, algo asustado por tan repentino acto, riendo al entender, y finalizando por acomodarse sobre las piernas de su mayor.
-Mira. -Matsumoto señaló un diseño en el catálogo, un bonito azul francés con un salpicado abstracto en grises y blanco, algún que otro matiz azul celeste completaba el encanto del mismo. -Me enamoré a penas lo vi, queda perfecto, el sofá se vería genial contrastando con este color ¿No?
Akira se encogió de hombros, asomándose sobre los hombros del menor, para buscar en el catálogo aquel único estampado que le había gustado.
Un rojo sencillo, con formas geométricas en distintos otros colores.
—Ese me gusta, combina con las cortinas. —Comentó encogiéndose de hombros, recargando su mentón en el espacio entre el cuello y hombro de su novio.
Ruki levantó una ceja.
—Akira, combinar no significa que sea del mismo color. —Explicó y finalizo frunciendo los labios, rodando los ojos.
El rubio se encogió de hombros, restándole importancia.
—De todos modos, creo que es mejor que el azul... Siento que ese es muy frío para una sala, ¿Por qué no algo más cálido?
Ruki suspiró. Tenia razón, no podía sencillamente enojarse e imponer su opinión. De todos modos era la sala de ambos.
Mordió y succiono suavemente su labio inferior, pensando. Cedería un poco, aquel azul era hermoso, pero era el hogar de Takanori y Akira, no de Takanori solamente.
—Un rojo tan intenso como ese no sería nada relajante, mejor seria algo suave como hmmm... —Lo pensó un poco mientras buscaba en el catálogo.
—¿Un gris con bordó?
—Me parece buena idea. Quizá hasta con ocre.
—Sí, algo ocre haría un contraste bonito.
Akira señaló un nuevo diseño que no estaba tan mal. Takanori asintió con una sonrisa.
Después de todo, era su hogar ideal siempre y cuando se tuvieran el uno al otro ¿Verdad?