En la noche de mis rezos
Te pertenece mi oración
Que devota envío al cielo
En mis labios tu canción
Que murmullo hacia la luna
Qué me recuerda a tu corazón
Ojalá cuide mi fortuna
De hacerme daño sin razónEl tiempo siguió su curso en el instituto Sweet Amoris, las clases, los exámenes, los profesores, los alumnos, todo transcurría normalmente. Pero mucho había cambiado en mí y en mí relación con Lysandro, éramos cada vez más cercanos y eso me hacía muy feliz, sin embargo, no estaba ni cerca de saber si mis sentimientos podrían llegar a ser correspondidos. No podía saber si era debido a su actitud reservada o a que simplemente no sentía nada por mi. Trataba de convencerme de que aquello no importaba pero lo hacía, nadie se daba cuenta de lo que estaba ocurriendo en mi interior, excepto una persona.
—Ya deja de babear por él y ve a decírselo.
Castiel, por supuesto, carecía de delicadeza.
—No puedo hacerlo. Ya déjame en paz.
Para mi él era la última persona que yo quisiera que se enterara debido a su personalidad y por ser un amigo cercano de Lysandro, sin embargo, llegó a darse cuenta sin que yo le dijera nada. Según Castiel, era evidente, cosa que me aterró al tiempo que me avergonzó.
Pese a tener que soportar sus burlas, el contar con alguien con quien poder hablar sobre ello había supuesto para mi un gran alivio.—Solo digo que es mejor que lo hagas cuanto antes, será menos doloroso.—se encontraba afinando su guitarra, Lysandro acababa de dejar la habitación mientras tomaban un descanso de su ensayo.
—Me rechazará ¿verdad? Por eso lo dices.
—Yo no se nada, tal vez lo haga, tal vez no.
—Eres su amigo, algo debes saber.
—Ya me cansé de esta mierda, has lo que quieras pero no me metas ello, tus asuntos no me importan.—dijo furioso y sin mirarme.
Su actitud me desconcertaba, me molestaba un poco esos cambios de actitud suyos, podía estar hablando tranquilamente y de repente estallaba de esa forma tan violenta.
—Está bien pero recuerda que tu comenzaste hablar de ello.—dije tomando mis cosas y yéndome.
Caminé molesta por los pasillos, estaba tan distraída que no noté que Nathaniel se acercaba con un paso más agitado que el mío. Chocamos con fuerza pero no caímos, aunque mi hombro quedó dolorido.
—Lo siento.—dije.
—Es mi culpa por no ver por dónde voy.
—¿Ocurre algo?, luces perturbado.
—Solo unos problemas con la directora...y los estudiantes. Para mi mala suerte estoy en medio de todo.
—¿De qué se trata?
—El equipo de baloncesto está quejándose porque no tienen los implementos adecuados para practicar, la directora dice que es su culpa por no cuidarlos bien, respuesta con la que por supuesto ellos no están contentos.
—Vaya...
—Para colmo, traté de interceder por ellos porque me lo pidieron, y la directora acaba de decirme que es responsabilidad del consejo de estudiantes reemplazar el material en mal estado. Y simplemente no contamos con los fondos.
—Realmente es un problema, pero tiene solución, podríamos organizar algo para juntar dinero ¿no crees?
—¿Algo cómo qué? Hemos intentado con ventas de comida antes pero no han tenido buenos resultados.
Mordisqueé la uña de mi dedo meñique mientras trataba de pensar en algo, un pensamiento fugaz atravesó mi mente pero pensé que sería mejor confirmarlo antes que decirle a Nathaniel.
—Tengo una idea, te tendré informado.
—¿Qué es...
Me devolví tras mis pies lo más rápido que pude temerosa de que los chicos hubiesen terminado su ensayo y marchado a sus casas. Cuando atravesé la puerta Castiel no estaba más Lysandro seguía allí. Mi corazón comenzó a latir intensamente en cuanto lo ví y me percaté que nos encontrábamos solos pero usé toda mi fuerza de voluntad para controlarlo y poder hablar.
—Yo... necesito un favor.—dije tomando aire debido al esfuerzo de correr.
—¿Qué es tan grave como para estés así de agitada?
—El consejo de estudiantes necesita dinero para los implementos del equipo de baloncesto.
—¿Es una especie de colecta?
—No... pero también es buena idea. En realidad pensaba en que podríamos organizar una especie de concierto en el instituto para recaudar fondos.
—Eso suena bien, pero ¿quién vendría a tocar?
—Estaba pensando en ti...y Castiel, su banda.
Lysandro permaneció en silencio mientras parecía considerarlo.
—Por mí parte, me parece bien, pero será difícil convencer a Castiel, él no ha tocado frente a un público antes.
—Me encargaré de él luego.—dije sonriendo.
—Es muy amable de tu parte ocuparte de esto, incluso cuando no tiene que ver contigo.
—Solo tuve una idea.—dije restándole importancia aunque por dentro me moría de alegría por la sonrisa que él me estaba dirigiendo.—¿Castiel ya se ha ido a casa? Mientras más rápido se haga todo mejor.
—Me temo que no lo se, parecía algo contrariado, se fue súbitamente y sin decir palabra.
—Es extraño, ha actuado de la misma forma conmigo.
—Pareciera que no supiese controlarse.
Iba responder afirmativamente a su comentario pero algo en su expresión me dio a entender que su frase escondía algo oculto a lo que yo lograba comprender. Se me ocurrió que pudieron haber discutido pero no me pareció oportuno preguntar.

ESTÁS LEYENDO
Sad Song (Lysandro cdm)
Historia Corta°Fanfic inspirado en el juego online Corazón de Melón. °Los personajes de esta historia no fueron creados por mí pertenecen a Chinomiko. ° #TeamLysandro