VII.

408 46 2
                                    

Finalmente he logrado acostumbrarme al instituto, que ya no es una novedad para mi tanto como yo dejé de serlo para sus alumnos. La rutina se ha establecido y yo solo puedo esperar a que finamente sean las vacaciones para poder descansar un poco. Los exámenes se acercan y no puedo evitar que mi cabeza se enrede entre materia y materia. Hace poco que he tenido el hábito de quedarme un poco después de clases para estudiar, suelo sentarme en las escaleras al final del pasillo, y debo admitir que una de las razones de mi elección del lugar es para escuchar los ensayos que Lysandro y Castiel tienen a esa hora en su "aula secreta". Castiel siempre se burla de mi e intenta provocarme cuando terminan el ensayo y yo siempre finjo que no hay ninguna intención oculta al quedarme en las escaleras.

-¿Y por qué no estudias en la biblioteca?-me preguntó Castiel un día miércoles sentándose a mi lado.

Vi a Lysandro salir del aula, compartimos una breve mirada y se marchó sin decir nada. Me pregunté porqué no habíamos vuelto a hablar desde esa vez en la tienda mientras recordaba su mirada triste que había tratado de ocultar.

-Ya sabes, Nathaniel suele estar ahí y si me ve estudiando tal vez intente entrometerse y conociéndolo hará aun más grande el enredo en mi cabeza.-me sentí mal por inventar una excusa así pero en realidad ni yo misma tenía muy claro el porqué de permanecer allí todas las tardes.

-Tienes razón, estás mucho mejor aquí.

Yo ya tenía conocimiento de la rivalidad existente entre Castiel y Nathaniel aunque para mi no tuviese ningún sentido.

-Deberían superarlo.

-¿De qué hablas?

-Lo que sea haya pasado entre tú y Nathaniel.

-No hables de lo que no sabes.

Dicho esto se levantó y comenzó a irse sin embargo luego de dar tres pasos se dio la vuelta, caminando hacia mi con una expresión sumamente seria, se agachó frente a mi quedando su rostro muy cerca del mio, acercó su mano y en un solo movimiento cerró mi libro de texto.

-Mucho estudio por hoy.-dijo recobrando su sonrisa de siempre para luego alejarse esta vez de verdad.

Seguí su consejo pues mis pensamientos estaban demasiado revueltos como para concentrarme en cualquier cosa. Había algo que me había estado molestando hace tiempo y no sabía que era, pero si sabía que tenía que ver con Lysandro. Comencé a guardar mis cosas dentro de mi bolso cuando mi libro de texto cayó, antes de que pudiera recogerlo otra persona ya lo tenía entre sus manos, Ámber.

-Vaya ¿se te ha caído esto?-preguntó en tono irritante mientras movía el libro frente a mi cara.

-Deja de hacer preguntas tontas y devuélvemelo.

Intenté arrebatarle el libro de las manos pero en un rápido movimiento lo alejó de mi alcance riendo.

-Te vendría muy bien ser un poco más amable.

-No creo que valga la pena contigo.

-Muy bien, no es que no me esté divirtiendo pero no tengo intención de alargar esto. Solo vengo a darte un pequeño aviso, más bien una orden. No quiero que te acerques a Castiel ¿entiendes? no tienes posibilidad con él así que solo aléjate.

-No se quién te crees para...

No pude terminar mi frase ya que en ese momento Ámber abrió mi libro de texto y comenzó a arrancar y a desgarrar las páginas. No supe que hacer, estaba estupefacta, no creía que ese tipo de personas existiesen en realidad.

-Y esto solo es advertencia, que sepas que puedo hacer de tu vida un infierno.

Ámber tiro mi o que quedaba de libro al suelo y se fue con una sonrisa de satisfacción en el rostro. No sabía que expresión tenía yo, allí parada sola en el pasillo, las paginas esparcidas por todas partes y el libro a mis pies, solo me decían una cosa: Esa chica está loca.

Sad Song (Lysandro cdm)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora