Capítulo I EL SECUESTRO

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Andrés Lombardi

      _ Andrés despiertas tienes que ir al colegio_ Me llama mi madre. Hoy inician mis clases en el colegio San Martin donde curso el último año de secundaria... -no veo la hora de terminar, aunque voy a extrañar a mis compañeros, pero ya quiero terminar....-.
      _Andrés por favor vamos a llegar tarde... ya tu padre y yo estamos casi listos...
      _Ya bajo mama, me estoy vistiendo... ya bajo.
      Le miento, me levanto de la cama y corro al baño,  considero hacerme una paja pensando en mi amigo Santiago, Santi como le decimos de cariño, un joven de mi edad, rubio, cuerpo trabajado en el gimnasio, ojos azules como el mar caribe -Solo en pensar en esos cuadritos de sus abdominales y esos bíceps  se me pone...-.  Pero no lo hago porque mi madre es capaz de entrar al baño para apurarme.

      Mi nombre es Andrés Lombardi, hijos de los reconocidos arquitectos Andrés y Ana Julia Lombardi, nací en España, pero vivo en Caracas Venezuela desde que tenía diez años de edad, soy de contextura más o menos atlética ya que  asisto al gimnasio -pocas veces, pero lo hago, bueno creo que solo cuando Santiago me arrastra hasta allá-. Amante de los  deportes extremos que realizo a escondidas de mis padres -si los dejara, estaría en una caja de cristal solo para protegerme- _ piel blanca, cabellos rubio a juego con mis ojos azules herencia de mi descendientes Alemanes, estatura 1.75 cm, nariz recta, labios atrayente, incitadores y carnoso -según la descripción de Maura mi mejor amiga- pienso riéndome... en resumen y como solían llamarme mis amigos más cercanos -cara de niña- por mis características faciales. Soy gay desde los doce años - ¿que como lo sé?- porque siempre me han gustado los chicos, sus piernas... sus músculos...  todo... estoy próximo a cumplir la mayoría de edad.
      En cuanto a las chicas siempre me buscan por mi aspecto físico, he logrado salir con algunas de ella pero no ha pasado más allá de una bonita amistad... nunca he mantenido relaciones sexuales ni con hombres ni con mujeres -es triste, lo sé-  soy virgen casi a los dieciocho años.
      Alejandro Solís, mi primer amor platónico. Desde el día que Maura su hermana y mi mejor amiga nos encontró besándonos es la única de mi círculo de amigos que sabe la verdad de mis preferencias sexuales...  me apoya desde entonces, algunas veces y a solas me llama cuñis, aunque mi relación con su hermano no llego a nada, ya que el partió a Alemania inesperadamente después del beso que nos dimos en la sala de su casa, Maura me comento que cursa estudios universitarios allí. Nunca le dije o le reproche que su hermano es un  cobarde... por no querer afrontar las críticas y los prejuicios de sus padres. Así lo dejo escrito en la carta que me hizo llegar unos días después de irse.

      _ Andrés ya es tarde tu padre y yo te estamos esperando para desayunar. Si no bajas ya, nos marcharemos y no lograras comer_ irrumpe mi madre en mi habitación.
      _ ya bajo mama... estoy listo_ respondo tomando mi bolso del sofá, Cuando paso al  lado de ella me detengo y la sorprendo dándole un fuerte abrazo y un beso en la mejilla_ te amo mama_  le digo, se sonroja un poco... ella y mi padre son todo para mí, soy su único hijo -tal vez por eso me protegen tanto- mi madre es una mujer de cuarenta y tres años de edad, piel morena, ojos color miel, alta de unos 1,80cm de estatura, esbelta -claro a punta de gimnasio y cirugías estéticas- me digo riéndome, mi padre adora a mi madre y le cumple todos sus caprichos, son el uno para el otro.

      Bajamos las escalera hablando de mis vacaciones en España, y de cómo están los abuelos... llegamos a la mesa del comedor donde ya se encuentra mi padre leyendo el periódico mientras nos espera, al vernos, se levanta y me abrasa dándome un beso en la cabeza.

      _ Bendición papa, ¿cómo estás?
     _ Dios te bendiga hijo, bien ¿y tú? ¿Cómo te preparas para regresar al colegio?
     _ Ahí padre, me toca acostumbrarme nuevamente_ le respondo mientras nos sirven el desayuno. Mi padre, un Español de cuarenta y nueve años de edad, de 1.89 cm de estatura, piel blanca, cabellos rubio canoso, ojos azules idénticos a los míos, nariz recta, labios carnoso, mandíbula cuadrada casi siempre con su barba rubia canosa de dos días que le dan un aspecto de hombre distinguido, respetado y de fuerte carácter, aunque lo último no es así, -mi padre es un pan de Dios-_ ¿cómo va el trabajo en la empresa?_ pregunto.
       _ Bien hijo, ahora mismo estamos en el diseño, para la construcción del centro comercial en el este _me responde con ojos brillantes de emoción al hablar de lo que tanto le gusta hacer.
      _ Me alegra que hagas lo que tanto te gusta papa... y que los dos estén tan complementados en casa y en el trabajo_ les digo a los dos sinceramente, mi padre le toma la mano a mi madre y la besa. Los dos trabajan juntos en la constructora que fundaron cuando llegamos de España.
      _ ¿Ya decidiste lo que quieres estudiar Andrés? _ pregunta mi madre.
      _Si mama _ respondo, -hasta aquí la plática- me digo poniendo los ojos en blanco, aún no me decido si estudiar lo que ellos quieren que estudie. A pesar de que no me dicen que estudie arquitectura, sé que ese es el sueño de ambos, para que luego me haga cargo de la empresa... o medicina que es lo que me apasiona. Decido que va siendo hora de que se acostumbren_ estudiare medicina_ ambos ponen mala cara, aunque no dicen nada al respecto.
      _ ¿En España? _pregunta mi padre
      _ No lo sé aun... tengo todo en este país, no quiero irme por tanto tiempo _ respondo cortante para que no sigan con la insistencia.

ESTO ES AMOR. Mi Guardaespaldas y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora