Mad Hatter

La Reina Pide

Ante los ojos de Yagari, Zero parecía un niño pequeño ahora. Sin contar el hecho de haberse negado dejar al peluche de conejo en casa.

El primer lugar al que habían ido fue a una jugueteria.

Desde ya era raro ver a dos adultos comprando juguetes a un chico de 17 años pero, ¿que más daba?.

Kaien sólo observaba al peliplata correr por los pasillos o de un lado a otro.

Siendo así mas difícil el atraparlo. Y el primero en sufrir las consecuencias fue Kaien, quien terminó en el suelo cuando trató de detener a Zero en su carrera.

Y al igual que el rubio, paso casi lo mismo con Yagari. Solo que el pelinegro supo como atraer a Zero y hacer que se comportara.

Luego de todo el papelón que Zero les hizo pasar al fin habían salido del lugar infestado de niños caprichosos.

Al parecer su pupilo amaba los conejos de peluches ya que, ahora cargaba una bolsa con muñecos de conejos blancos más pequeño a comparación del que tenia ahora en brazos.

En la calle las miradas estaban puestas en Zero, en especial el de las chicas, las cuales decían lo adorable que se veía Zero o lo guapo que era.

-creo que seria mejor que le compremos ropa nueva - dijo Kaien.

-tienes razón -dijo Yagari para luego mirar a Zero. -Zero que tipo de ropa quieres? -

Zero dirigió su atención a su maestro y pareció pensarlo.

-como la de Mad Hatter!- exclamó haciendo que Kaien suspirara y Yagari riera algo forzoso.

El peliplata se adelanto unos pasos de ambos adultos en cuanto vio un lugar con adornos muy llamativos, los cuales en cierta manera le recordaron a los extraños objetos de sus sueños.

-quien es "Mad Hatter"?- preguntó Yagari volteando hacia el rubio. Éste sólo se encogió de hombros y negó con la cabeza.

Zero volteó su mirada amatista hacia los adultos, esperando a que se acercaran.

-ocurre algo, Zero?- preguntó Yagari al verlo con una mueca neutra en su rostro.

- entremos aquí...- dijo actuando más como el mismo para luego indicar los objetos tras la vidriera.

-bien...entremos- dijo Yagari.

A Kaien no le quedó de otra mas que seguirlos.

Decir que nuevamente tuvieron que correr de un lado a otro tras de Zero era muy poco, ya que literalmente casi lo echan a patadas del lugar.

Zero había tomado un adorno que habia alli y se lo había arrojado a Kaien, sino fuera porque Yagari la detuvo a tiempo esta se habría estrellado en la cabeza del vampiro sin colmillos.

Solo compraron algunas cosas y luego se habían ido del lugar, aunque no terminó allí.

Zero se puso como loco en cuanto entraron a un lugar a comprar pintura.

Yagari al principio tenía pensado en pintar el cuarto de Zero de color lila o azul suave. Pero lamentablemente eso fue descartado en cuanto Zero insistió en que fuera pintura blanca, negra y para sorpresa de ambos cazadores pidió rojo, y la cantidad fue más que las demás.

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Estresante, así fue como Yagari describió su "día de compras".

Ahora mismo Zero se encontraba dormido en el sillón, abrazando al según Yagari; el "escalofriante" conejo blanco de traje.

-crees que debemos comenzar ahora? - preguntó Cross.