Mad Hatter

La travesura es mas divertida si se hace de a Tres

Frunció el ceño y apretó los dientes sin apartar su virada violáceo de la tela azul cielo que tenia en manos, la afilada aguja de clavaba, hundía y era retirada incontable de veces, uniendo un corte de tela con otro.

-esto no es así, no, no lo es... es horrible!- Mad Hatter observó con total desaprobación su trabajo, se puso se pie y luego de quitar la aguja y dejarla aún lado comenzó a destrozar la prenda que con confeccionaba.

-Señor Mad Hatter? -la voz del conejo hizo que se detuviera de destruir la prenda.

-Shiro... no es nada...- murmuró para luego echarse a reír como un desquiciado. - mi pequeño Alice...no, mi pequeño Zero todo debe ser perfecto! -dijo subiéndose a la mesa, tirando la vajilla, pasteles y todo lo que estuviera a su paso.

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Los ojos de los vampiros estaban fijos en Zero.

Lo miraban como si fuese un bicho raro, asombrados y curiosos seguían insistentemente los movimientos que el peliplata hacia.

Zero comía alegremente una tarta de manzana, desgustando el dulzor como un niño pequeño, mientras mantenía una hermosa sonrisa en sus labios.

Kaien lucia algo incómodo en ese momento al igual que Maria.
Muy a lo contrario de Yagari, el cual solo se hallaba sentado de brazos cruzados y su mirada fija en los vampiros, en especial en los dos Kuran.

Se podía sentir la tensión en el ambiente, aunque era ignorado completamente por Zero, cuya atención estaba más centrada en su tarta que en su alrededor.

Kaname no había apartado su mirada de Zero en todo ese tiempo. Ver al pelis lata actuar de esa manera era realmente increíble.

- director...-Yuuki fue la única que se atrevió a preguntar.

El mencionado posó sus orbes avellanas en la castaña. -si?- dijo sonriendo.

-que... ha ocurrido? - pregunto inquieta la sangrepura para volver su mirada a Zero. -es raro... ver su actuar...-

-p-pues... Z-Zero...-tartamudeo Kaien

Zero fijo su mirada en Yuuki y para sorpresa de todos le sonrió.

La Kuran lo miró con angustia.
"Ese " no era el mismo Zero que conocía. No le gustaba ese Zero.
Mil veces hubiera preferido que el peliplata la amenazara con Bloody Roses que ver un sonriente y extraño chico que lucia exactamente igual a su hermano adoptivo.

¿A caso no le gustaba verlo feliz?.

Frunció el ceño y apretó sus puños, esperaba que no fuera esa la razón.

-Ichiru...-llamó Zero una vez que terminó de comer.

-s-si?- Maria volteo a verlo. Realmente esperaba que su "hermano mayor" la sacara de esa situación tan incómoda, Y como si su plegaria hubiera sido escuchada, el peliplata se puso de pie, tomándola de la mano.

-vamos a jugar a mi cuarto-dijo Zero.

-jugar en... Su cuarto?...-murmuró Yuuki un poco ruboriza, ya que lo había pensado mal. -e-espera... Zero!-

Todos los presentes dirigieron su atención a Yuuki y a Zero, el cual se había detenido sin soltar la mano de Maria.

-que ocurre... Yuuki? - dijo con una expresión neutra y a la vez con aire infantil.

-t-tu... a caso estas... en una relación con Maria-san? -dijo la de ojos granates.

-Maria? ... - repitió el peliplata-... no se de quién hablas... - dijo fríamente Zero.