Mad Hatter

Perderás la Cabeza

Silencio...

Silencio, es lo que reinaba en ese momento.

Yagari observó preocupado a Zero.

El peliplata estaba cabizbajo y con sus palillos movia desganadamente lo que había en su plato. No había probado bocado aún.

-Zero estas bien? - dijo el pelinegro a lo que el menor sólo asintió con su cabeza y siguió jugando.

-seguro?-preguntó Kaien a lo que Zero dejo caer sus palillos al suelo.

-Mad Hatter fue cruel... el...el no entiende...el coquetea con cualquier sujeto y objeto...- dijo Zero con voz preocupada.

-Zero... ese tal Mad Hatter no es real...-dijo el rubio.

-pero aun así me ha llegado a gustar! - exclamó dando golpes a la mesa.
Levantó su rostro dejando ver como las lágrimas caían de sus ojos.

-Zero...-murmuró Yagari.

-Mad Hatter sólo estaba jugando...- dijo para romper en llanto a lo que el de ojo azul se puso de pie, se acercó al menor y lo abrazó.-ya Zero... todo estará bien... -

-Mad Hatter estaba siendo como Yuuki... prefirió a la Reina en vez de a mí...-murmuraba -por...p-por siempre soy yo el que debe llorar?...quisiera ser feliz... creí que en mis sueños sería diferente pero...-

-ya... ya pasó, Zero -

¿qué importaba su orgullo?... lo tiró a la basura en esos momentos, se había roto... dolía...dolía sentirse encadenado a una realidad en la que sólo existía la angustia para él.

-Mad...c-crei que yo...era espacial...- murmuró costosamente entre llanto.

Yagari sólo lo apegada más a él. Giro su rostro y miró a Kaien -...creo que Zero necesita descansar.... dormirá en el cuarto que estoy ocupando...-

Kaien sólo asintió, viendo como el pelinegro cargaba a Zero como si fuese un pequeño niño y se lo llevaba de allí.

Una vez que llegaron, Yagari lo recostó sobre la cama y cubrió con las cobijas.

-quiero a mi conejo...-murmuró apretando la almohada entre sus brazos.

-ya lo traigo...aguarda -dijo Yagari.

-si...papá...-murmuró el menor cerrando los ojos.

El de ojo azul se sorprendió al oír la manera en la que zero le había llamado. Sonrió de medio lado y salió del cuarto para buscar el dichoso conejo.

Lo vio en el sillón y se acercó a el para tomarlo.

-bien...muñeco diabólico...-murmuró receloso al sentir la mirada roja del peluche sobre el. -Zero quiere que duermas con el-

Dio un suspiro y se dirigió al cuarto donde dejo a su pupilo.

Al entrar vio a Zero hablarle a la almohada.

-Zero? -preguntó, llamando la atención del peliplata.

-Yagari-sensei... ella me dijo que mate a la reina roja...-murmuró para luego volver su vista a la almohada.

El pelinegro suspiro y negando con la cabeza se acercó al menor y sentó en la cama.

-esta bien... si crees que es lo correcto...-

-es lo correcto! ...La Reina de Corazón los asesina sólo por que se equivocaron y plantaron rosas blancas en vez de rojas...ademas quiso degollarme sólo por que le gane en su juego de "la reina pide"-dijo para luego hacer un puchero.