Andrew POV.
Fui a enfermería, para que me vendaran los cortes que me había hecho con la roca cuando caí y, aparte de eso, me curaran los otros golpes.
Aún no terminaba de entender a qué se refería el felino con lo que había dicho anteriormente.
—¡SIEMPRE LO TENÍAS JUNTO A TI! ¡SÓLO ÉL SE ACERCABA A TI! ¡SIEMPRE ÉL ESTABA A TU LADO! ¡NO TE DABAS CUENTA DE NADA! ¡ERES UN IDIOTA!— Gritó Rick antes de empujarme y golpearme en el suelo.
—¿Por qué fue eso?— Pregunté en voz baja.
Escuché un grito desgarrador en enfermería, lo que me sacó de mis pensamientos inmediatamente.
—Eres un llorón. Tu querido amigo, Wolf, le hacía más al conejo al que atacaste y él se reía— Regañaba la enfermera.
Entré en el cuarto de enfermería y vi al felino, mientras la enfermera le colocaba los huesos de los dedos en su lugar correcto.
—Hola, Andrew— Me saludó la enfermera con una sonrisa en el rostro.
—Hola, enfermera Anna— Saludé igualmente, sólo que cabizbajo.
—¿Qué te hizo Rick para que Matthew reaccionara así?— Preguntó, señalando una de las manos de Rick.
—Nada importante— Dije, mientras me sentaba en una de las camillas que ahí había.
—Rick ¿qué pasó? ¿Por qué lastimaste al conejo?
—Estaba molesto, eso era todo— Respondió molesto.
—¿Por eso?... Estoy empezando a pensar que debería dejarte las manos así— Se mofó.
—Sinceramente, no quería lastimarlo. Sólo pasó porque tuve un ataque de ira— Explicó.
—¿Qué demonios te hice yo para que reaccionaras así?— Pregunté confundido.
—Pareciera que lo haces a propósito... Desde que eras pequeño sólo tienes ojos para Matthew... así como Matthew sólo tiene ojos para ti— Seguía viéndome molesto.
—Ah... Creo que te confundes de conejo. Yo conocí a Matthew cuando él entró acá— Le devolví la mirada de furia, ya que había sido herido por su maldita confusión.
—No, Andrew, sé perfectamente que eres tú.
—No sé a qué demonios te refieres, no conocía a Matthew de antes.
—¿Quiénes eran tus amigos antes?
—Freddy, Lisa, Carol y Carl. Ellos han sido mis amigos de toda la vida, no he tenido más amigos.
—Andrew... ¡MALDITA SEA! ¡Deja de aparentar!— Gritó.
—Cállate si no quieres que la mano te duela más— Amenazó la enfermera.
—¿Aparentar qué? No sé de qué hablas— Me defendí.
Rick me observó por un rato, para luego bajar la cabeza y rendirse, quedándose callado.
Observé para el suelo, quedándome callado también.
La enfermera estuvo un rato con Rick y, luego de varios minutos, terminó con él y comenzó conmigo.
—Andrew, tienes que tener cuidado con cortes en tus brazos. Recuerda que aún tienes la piel afectada por la vez que quedaste inconsciente— Me advirtió mientras seguía vendándome.
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Contigo A Mi Lado
Roman pour AdolescentsAndrew, un inseguro chico de 15 años ha estado gran parte de su vida rodeado únicamente de sus amigos Lisa y Freddy, pero cuando un chico nuevo llega al colegio, su vida tomará un completo giro. Con enemigos, secretos y memoria en contra de él, deb...