Comencé a caminar por el colegio, pensando en la competencia, teniendo un miedo que no me lo creía ni yo.
—Esto no va a estar bien si sigo así de nervioso— Dije mirando mis manos las cuales estaban temblando.
Fui al patio, directo al árbol donde siempre me sentaba, para ir precisamente a eso, a sentarme.
Estaba viendo el patio, completamente vacío, pensando de todo un poco.
—Hubiese sido bastante genial que Jack estuviese aquí...— Dije viendo al cielo— Después de todo, él sigue estudiando.
Mi móvil sonó, así que lo revisé, ya que de seguro se trataba del aviso para ir al teatro.
Me fijé que era un número desconocido, así que abrí el mensaje un poco inseguro.
"Pronto estaremos contigo, pequeño, así que deja de sentarte en el árbol de los recuerdos."
Al leer el mensaje me alteré un poco. No sabía de quién era y, al parecer, sabían dónde estaba.
—¿Qué demonios?— Dije con las orejas escuchando en todas partes, completamente alerta.
Me levanté de la sombra del árbol, estando un poco asustado del tema, ya que era la primera vez que me mandaban mensajes así.
Mi móvil sonó de nuevo, haciendo que me asustara aún más.
"No tienes porqué alterarte, conejo, no te haremos daño"
—¿Son varios?— Estaba tenso, demasiado tenso.
Vi el número, tratando de reconocerlo de alguna manera, pero se me hizo imposible, nunca lo había visto.
Intenté marcarlo, pero nadie contestaba, así como ningún móvil sonaba por el área donde estaba.
—¿Qué clase de broma de mal gusto es esta?— Dije de los nervios.
Comencé a caminar por todo el patio, mientras marcaba el número y escuchaba por todo mi alrededor, por si de casualidad sonaba algún móvil, pero ese era el problema, no se escuchaba nada, ni siquiera un vibrar.
Al rato de dar varias vueltas por el patio, tratando de saber de qué se trataba, no encontré nada.
—Perfecto... ahora no sé quién me acosa... aparte del zorro— Dije riendo.
Empecé a sentir algunas gotas en mis orejas, sólo para darme cuenta que estaba empezando a llover.
Rápidamente fui a las instalaciones, para no estar completamente mojado a la hora de concursar.
—Andrew, menos mal que te vi. Ya tenemos que ir al teatro— Lisa me avisó apenas me visualizó entrando del patio.
Fuimos rápido al salón de música para recoger nuestros instrumentos.
—Lo encontraste rápido— Dijo Matthew, recogiendo la batería eléctrica.
—Estaba en la entrada del patio— Rió— Que, por cierto, está comenzando a llover, así que tendremos linda acústica. El sonido de las gotas de lluvia cayendo en el techo— Seguía riendo.
—Tampoco es que suene mal, es hasta relajante— Comentó Matthew.
—En cierta forma, sí— Continuó Freddy— Quizás te ayude, Andrew.
—¿Ah? Sí, quizás— Dije aún distraído por el tema de los mensajes.
Matthew me observó fijamente, dándose cuenta que algo no andaba bien.
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Contigo A Mi Lado
أدب المراهقينAndrew, un inseguro chico de 15 años ha estado gran parte de su vida rodeado únicamente de sus amigos Lisa y Freddy, pero cuando un chico nuevo llega al colegio, su vida tomará un completo giro. Con enemigos, secretos y memoria en contra de él, deb...